Carlos Tevez vuelve a ser titular en el clásico de mañana ante River. Pero no solo retorna al primer equipo. Ante las ausencias de Pérez y Gago, se perfila como capitán. Y con el desafío de ser nuevamente la figura del xeneize en un duelo con mucho en juego.
El 11 de diciembre de 2016 quedó en la memoria de los hinchas de Boca como uno de los triunfos más resonantes ante River de los últimos tiempos. Luego de las dolorosas derrotas en Copa Sudamericana 2014 y Copa Libertadores 2015 ante el adversario de toda la vida, aquella jornada fue la que más disfrutaron los xeneizes. Por ser en el Monumental, por dar vuelta un 1-2, por la motivación anímica y por el plus que significó ver brillar nuevamente a Carlos Tevez desde su regreso de la Juventus. Ese día el “Apache” fue figura indiscutida: marco dos goles y fue clave en la victoria ante los de Gallardo. Ese día Tevez volvió a ser Tevez. El que tanto querían ver en el club de la Ribera. El que comenzaba a despedirse para vivir su aventura en China. Ese 11 de diciembre Tevez “regresó”. Y con el los recuerdos del pasado.
Porque hay que remontarse al 2004 para encontrar otra actuación “inolvidable” del hombre de Fuerte Apache ante el Millonario. Inolvidable no tanto por su rendimiento sino por la famosa “gallinita”. Tevez venia de un 2003 consagratorio donde obtuvo la Libertadores bajo la conducción de Carlos Bianchi. Y la edición 2004 puso en semifinales a los dos pesos pesados de nuestro país. Luego de un triunfo por la mínima en la Bombonera (Carlitos ingreso apenas iniciado el ST), Boca fue a definir la serie en Núñez en un estadio colmado por hinchas locales. Lucho González había puesto el 1-0 a favor de River promediando el ST y con este resultado la llave se definía por penales. Pero a los 89´, Franco Cangele desbordó por izquierda y envió un centro rasante que Tevez se encargó de transformar en el 1-1. Explosión xeneize y silencio total en el Monumental. Y ese festejo que quedara en la historia, la simulación de un aleteo propio de una gallina. Un festejo desmedido que le valió la expulsión de Baldassi. El 2-1 de Nasutti y los penales a favor del club de la Ribera ya son historia conocida.
La historia de Tevez en sus duelos con River tiene esas dos perlas mencionadas anteriormente como los puntos más emblemáticos. Pero empezó en el 2002 durante un amistoso en Miami con triunfo para el Millonario por 2-1, donde Carlitos fue titular y jugó 80 minutos. Luego llegó su primer clásico oficial: fue en el Clausura de ese mismo año. Triunfo de Boca 2-1 en condición de visitante con goles de Marcelo Delgado. Tevez fue reemplazado a 15 minutos del final.
Antes de los enfrentamientos por la Libertadores 2004, Carlitos volvió a chocar con River dos veces: en el Clausura 2003 y en el Clausura 2004. En el primero tuvo una muy floja actuación y fue reemplazado en el entretiempo por Raúl Estévez. Ese partido terminó 2-2 luego de estar el Millonario 2-0 arriba. Y en el segundo, fue titular en la derrota de Boca 1-0 en la Bombonera. Pero se retiró expulsado a los 81´.
El hombre de Ciudadela disputó un superclásico más antes de partir al Corinthians, el primero de la larga lista de equipos donde militó en el extranjero. Y el resultado fue negativo: derrota 2-0 en el Monumental que a la postre terminó con la renuncia de Miguel Bríndisi como DT. Tevez fue titular los 90´pero su aporte fue nulo.
11 años pasaron para que Carlitos volviera a sentir la adrenalina del clásico. El 13/9/15, tras su retornó de la Juventus, Tevez volvió a vivir el River-Boca y fue con una sonrisa: victoria 1-0 para el xeneize con gol de Lodeiro. Triunfo que le permitió a los de Arruabarrena encaminarse al título. El “Apache” jugó los 90 minutos y finalizado el partido manifestó el legendario “volvió todo a la normalidad”.
Luego llegaron dos derrotas 1-0 para Boca en los amistosos de verano del año 2016 donde Tevez disputó los 90 minutos. Y ese mismo año, dos empates 0-0 por el torneo local, uno en la Boca y el otro en Núñez. En ambos, Carlitos también jugo la totalidad del tiempo.
Aquella mágica tarde del 4-2 en el Monumental, como dijimos, precedió a la partida del ídolo a China en 2017, una decisión que causó malestar y dolor en los fanáticos xeneizes. Pero la aventura oriental del “Apache” duro poco: solo un año.
Este presente año lo devolvió a la Argentina. Y a su casa, Boca. El 21 de enero fue titular en la derrota 1-0 ante River en el amistoso de verano disputado en Mar del Plata. Y luego llego la dura derrota 2-0 en la Supercopa Argentina, partido que valía más que la copa en juego. Tevez, igual que sus compañeros, tuvo un rendimiento pobre que le valió numerosas críticas. Sin dudar, el “paseo” por China (como el mismo lo definió) le pasó factura.
15 clásicos en total. 8 derrotas (4 en amistosos), 3 empates y 4 victorias para Carlos Tevez. 3 goles y 2 expulsiones.
“No volví distinto, vine a disfrutar lo poco que me queda del fútbol. Yo sé que me queda poco. Le quiero dar estos dos años a Boca completamente“, expresó a principios de año luego de regresar de China. Tuvo un primer semestre flojo que lo llevo a perder espacio en la consideración de Guillermo. La llegada de Mauro Zarate lo relego un poco más. Se habló de problemas en la relación con el entrenador luego de no concentrarlo ante Huracán. Las aguas se calmaron y fue sumando minutos desde el banco. Mostró una mejora y en el marco de la rotación que implementa el DT, Tevez se ganó un lugar entre los 11. Es el emblema e ídolo. Sabe que está en deuda con él y con el pueblo xeneize. Y por eso mismo mañana tiene la chance de volver a ser. El de aquel lejano 2004, el de cercano 2016. Y nada menos que con la cinta de capitán.
Imagen destacada: Olé
