En un segundo tiempo rocambolesco, “Aleti” dio el golpe y se cargó a un equipo catalán que estaba para golear. La definición del trofeo tendrá clásico, pero será una batalla citadina entre los conjuntos de Madrid.
La Supercopa de España tiene tintes exóticos en su XXXVI edición, ya que por primera vez participan 4 equipos y además se juega fuera del territorio ibérico. En efecto, los billetes pueden más y el King Abdullah Sports City Stadium de la ciudad de Yeda, en Arabia Saudita, es el escenario para la definición de un nuevo título local … del fútbol español.
La Real Federación del Fútbol de España dice que es una suerte de homenaje a la Copa Presidente, que se disputó entre 1941 y 1947 y que contó con la participación de 4 clubes. La lógica indica que el trofeo de la Supercopa lo dirimen el campeón de la Liga con el vencedor de la Copa del Rey. Sin embargo, en esta ocasión también intervienen el subcampeón y el tercer mejor ubicado del campeonato doméstico.
Atlético Madrid volvió a transformarse en la piedra en el zapato de Barcelona y lo venció 3-2, en un verdadero partidazo que tuvo todos los condimentos. El culto a la posesión de la “escuela guardioleana” volvió a sufrir un nuevo embate de la efectividad: 73 contra 27 % pero el resultado fue favorable al equipo que tuvo menos la pelota.
Un primer tiempo en el que Jan Oblak demostró por qué está en el podio de los mejores arqueros del mundo, con una sensacional parada ante un disparo a quemarropa de un tal Lionel Messi. Pero el complemento fue de lo mejor que se haya visto en muchos años, con todos los matices y emociones propias de 2 clubes que brindaron un enorme espectáculo.
Apenas 18 segundos pasaron del nuevo pitazo del colegiado José González y los “Colchoneros” quebraron el cero. Gran pase filtrado de Ángel Correa para Koke y una sutil definición rasante para dejar sin recursos al brasileño Neto.
Los “Culés” recogieron el guante y empardaron las acciones a los 51´, con una triangulación bien sudamericana. Centro a la olla de Arturo Vidal y lo de Luis Suárez fue fantástico: mató el balón con el pecho y se mandó una cortina para que Messi se hiciera de la redonda. La “Pulga” trabó y ganó ante 2 rivales y se animó a darle de derecha (menos mal que es la pierna menos hábil) y sometió a Oblak con un potente disparo.
El VAR comenzó a hacer de las suyas cuando le anularon un gol a Lionel Messi. El rosarino recogió una pelota picando en la puerta del área y se la llevó con el hombro para desairar a su marcador Saúl. Zurdazo rasante y grito de guerra catalán. Sin embargo, la tecnología demostró que fue algo más que el hombro lo que utilizó Lionel para acomodar el balón y el veredicto concluyó en mano.
Un nuevo capítulo se añadió a la inexorable “ley del ex”, porque 11 minutos más tarde Antoine Griezmann se encargó de dar vuelta el marcador. Bola cruzada de Jordi Alba desde la izquierda y rotundo cabezazo de Suárez que motivó a una sensacional atajada de Oblak. Pero hubo rebote y Griezmann lo capturó, para decir que sí con la cabeza y enderezar la nave catalana.
La polémica regresó con un nuevo gol anulado a Barcelona. Tiro libre en forma de centro de Messi que encontró mal parada a la defensa “colchonera”. Vidal en la derecha la metió hacia el punto del penal y Gerard Piqué solamente tuvo que darle un pase a la red. El defensor estaba detrás de la línea de la pelota, pero se ve que al partir el pase de la “Pulga”, el volante chileno quizás estaba una cresta adelantado. Un off-side milimétrico que solamente podría apreciarse con la tecnología.
Minuto 81 y los de Ernesto Valverde volvieron a defender horrible. Es que nuevamente una contra dejó impensados espacios por el medio y Álvaro Morata se encargó de habilitar a Vitolo. Gambeta larga del ex Sevilla y claro penal del arquero Neto. Pena máxima que Morata cambió por gol y tanteador en tablas con un final incierto.
Hasta que las dudas se disiparon con otro impacto del conjunto que dirige Diego Pablo Simeone. Faltaban 4 minutos para el ocaso y otra falla en la cobertura fue pagada con un gol en contra. El ahora pasador Morata trabó y ganó ante un tibio Piqué y se quedó con una pelota dividida. Genial pase en cortada antes del cierre de Iván Rakitic y carrera hacia la gloria para Ángel Correa. El rosarino se fue solito y solo para enfrentar a Neto y decidió rematar antes de pisar el área grande. El portero brasileño desvió apenas el cuero pero no pudo evitar que – con suspenso – traspasara la línea de gol.
Real Madrid volvió a mostrar su fuego sagrado y despachó a Valencia por 3-1. Regresó la mística y la solidez para el equipo de Zinedine Zidane, que busca recuperar la hegemonía local que en algún tiempo supo desplegar.
Los “Merengues” tuvieron su cuarto de hora con una obra de arte de Toni Kroos. El alemán se ve que quiso homenajear a los Juegos Olímpicos que vuelven a Asia luego de 12 años porque mostró su cerebral criterio para abrir el marcador con una genialidad. Tiro de esquina desde la punta izquierda y Toni se animó a lo impensado: disparo muy cerrado que se metió en el primer palo y resultó un magnífico gol olímpico. Los “Ches” se durmieron una siesta importante a la hora de la concentración pero esto no le quita mérito alguno al excelso “arquitecto alemán”.
La redoblona llegó a los 39´, con un Valencia que seguía en las nubes de ídem. De Daniel Carvajal para Federico Valverde y el uruguayo desbordó para luego tirar el centro de la muerte. Luka Modric remató en el punto del penal y Ezequiel Garay salvó a medias. La pelota le cayó a Isco, quien en segunda instancia pudo estirar la diferencia.
Real Madrid hizo méritos para vapulear a su rival en el marcador y a los 65´ llegó la sentencia del partido. Apertura de Luka Jovic en la derecha para Modric y el croata destiló talento con una brillante pincelada. Los cerraban 2 adversarios y decidió darle con el revés del pie derecho por el único lugar donde era posible que pasara la pelota. Viaje poético al segundo palo y la volada de Jaume lo hizo aún más sublime. Golazo de oro de Luka y cosa juzgada.
Los “Ches” no querían irse zapateros y encontraron el descuento en el segundo minuto de tiempo agregado. Peinada de Sobrino que dio en la mano de Sergio Ramos y el VAR le informó a Jesús Gil que fue penal. Dani Parejo tuvo su consuelo y maquilló la derrota desde los 12 pasos.
A la gran definición irán los “invitados”, ya que no estarán ni el campeón de la Copa del Rey ni el ganador de la Liga. Real Madrid y Atlético Madrid casi sin esperarlo jugarán por una nueva estrella. El domingo se librará una nueva batalla entre los archienemigos citadinos, mientras el lamento de los que fueron a por el título todavía quedará en el aire de Arabia Saudita.
(Foto Principal: Depor)
