En el día de ayer se completaron los partidos de ida de los cuartos de final de la liga MX.
Morelia 1 – 0 Tijuana
Por un lado, se jugó el partido más desigual según las posiciones de la fase regular. Todo lo previsible se desmoronó a los 10′ cuando Cuero encaró por el carril izquierdo y lanzó un pase bajo, raso y largo al área para que Sansores, ubicado en la derecha, se deslice por el suelo e impacte la pelota con sus pies. El tiro fue directo hacia un portero tirado en el suelo por la adrenalina de la jugada y el esférico se desvió hacia dentro del arco.
Lo que parecía una situación de pura suerte, el Morelia lo negó con acciones durante el resto del encuentro. El Tijuana jamás le encontró la vuelta a un equipo bien plantado en el campo y con ideas para atacar. La vuelta, el 14.
Atlas 1 – 0 Guadalajara
En este caso, lo que se vio fue lo esperable: el Chivas dominó en el juego. Es más, durante el segundo tiempo el conjunto local expuso un planteo hiperdefensivo que fue doblegado constantemente (sin tener su fruto, claro). Lo único anormal de la jornada sucedió a los 28′ cuando el rojinegro Daniel Álvarez armó una pared con Barragán dentro del área y recibe un balón a media altura. Esta pelota dividida la luchó con la pierna en alto contra un defensor del Chivas. ¿Resultado? El de Atlas la punteó primero y Pérez, recién ingresado, golpeó el talón de su contrincante y ocasionó el penal. La pena máxima del fútbol fue ejecutada por el argentino Matías Alustiza, quien definió con frialdad y solidez.
Foto principal: Fulbox.com