El mercedino abrió la cuenta en Verona para un “Rossonero” que enamora y sigue en buena forma. Parma terminó con la sequía y se regaló un triunfo ante Genoa.
El sábado del “Calcio” tuvo 2 adelantos correspondientes a la fecha 27. En el Marc Antonio Bentegodi, Milán se impuso 2-1 sobre Chievo Verona y se consolidad en el tercer puesto de la tabla.
La squadra de Gennaro Iván Gattuso ya tiene identidad propia y de a poco recupera el protagonismo perdido. A priori, visitar al colista pareciera un trámite para cualquiera, pero quizás en otro momento donde la confianza era algo escondido en algún recóndito lugar, hubiese sido un dolor de cabeza.
Este equipo consiguió un balance admirable: le sumó poder ofensivo con la adquisición de Piatek, pero a la vez repercutió con una solidez defensiva pocas veces vista. Por eso el sprint final que el “Rossonero” está metiendo lo deposita en el merecido lugar de clasificación a la próxima UCL.
Y cómo será este ánimo por las nubes, que Lucas Biglia se encargó de inaugurar el marcador con un verdadero golazo. Riquelmeana pegada del nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, en un tiro libre magnífico y arriba 1-0 el visitante en 31 minutos de juego.
Los de Doménico Di Carlo no se desesperaron demasiado y 10 minutos más tarde alcanzaron la paridad. Bola cruzada desde la derecha por parte de Mehdi Leris y cabezazo bien colocado del finés Peparim Hetemaj. Un poco tardía la reacción de Gianluigi Donnarumma y tanteador en tablas.
A los 57´, Milán recuperó la ventaja con una jugada algo confusa. Contraataque comandado por Franck Kessie y pase a la derecha para Suso. El español metió un centro con rosca en busca de Samu Castillejo y su connacional se pasó en la carrera. Por el fondo apareció Krzysztof Piatek, quien intentó una chilena con la marca de Fabio Depaoli encima.
Pareció jugada peligrosa y el árbitro aplicó el “siga siga”. El peligro subsistió porque Hakan Calhanoglu tomó la pelota suelta. Envío para Castillejo, quien bajó la bola de cabeza y esta vez sí Piatek metió el puntazo justo para decretar el 2-1 definitivo. Octavo gol del artillero polaco en 9 partidos con la camiseta de Milán y un total de 18 en la temporada … un verdadero rompe-redes.
Son 10 los partidos que el “Rossonero” no pierde por Serie A, con 7 triunfos y 3 empates. Por su parte, Chievo comienza a despedirse de la máxima categoría del fútbol italiano, ya que permanece en el fondo del océano apenas con 10 unidades (a 12 de una eventual salvación).
Parma le puso fin a la racha de 7 juegos sin halagos porque doblegó 1-0 a Genoa en el Ennio Tardini. Éxito necesario para los de Roberto D´Aversa, que se alejan definitivamente de la zona caliente.
El desnivel para los “Cruzados” llegó a 12 minutos del epílogo. Tiro de esquina desde la izquierda por parte de Federico Di Marco y cabezazo de pique al suelo de Juraj Kucka que desvió el portero Jandrei y luego rebotó en el travesaño. Insistió Luca Rigoni, quien no supo con qué darle y la bola se estrelló en el poste. La tercera fue la vencida, porque el eslovaco Kucka le pegó con alma y vida y le rompió el arco al brasileño Jandrei, para el solitario gol del encuentro.
Sobre la hora, Parma pudo liquidarlo con una contra que tuvo a 4 que atacaban ante 1 solo defensor. Gervinho se fue con la pelota hacia la tierra prometida y comenzó a llenarse de dudas. Con algo de dificultad, pudo gambetar hacia afuera al arquero Jandrei y tuvo 2 opciones: acertarle al arco y pasarla al medio a cualquiera de los TRES compañeros que llegaban libre de marcas. El marfileño estuvo más que egoísta, porque su disparo se fue muy desviado y los locales ganaron solamente por 1 de diferencia.
(Foto Principal: Sempre Milan)
