“La Vecchia Signora” debió imponerse en Lombardía por un margen aún mayor pero alcanzó para transformarse en el líder momentáneo. Udinese tuvo a su “Musso” inspirador y se trajo un punto de Verona.
El calendario aprieta en el “Viejo Continente” y no hay tiempo que perder. La Fecha FIFA tuvo sus consecuencias y por eso en Italia hay jornada entre semana.
En la apertura del girone 5 de la Serie A, Juventus derrotó 2-1 a Brescia en el Mario Rigamonti y es puntero con 13 unidades, 1 más que Inter. Un tanto exiguo el éxito del equipo de Maurizio Sarri, que no tuvo a Cristiano Ronaldo entre sus titulares (una fatiga muscular lo marginó de este encuentro … y de la gala de “The Best”, digamos todo).
Un comienzo ideal para el anfitrión porque se puso en ventaja muy temprano, en el minuto 4 de partido. El italo-brasileño Rómulo ubicó en la derecha a Alfredo Donnarumma. El delantero que no tiene parentesco alguno con los arqueros, sacó una tremenda bomba con su pie derecho y ajustició al polaco Wojciech Szczesny, para quebrar el cero.
A partir de ese momento, todo se convirtió en un monólogo juventino. Con Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala como referencias en ataque, los de Sarri inclinaron la cancha y era tan solo cuestión de tiempo que enderezaran la nave.
Y a 5 minutos del final del primer tiempo, llegó el harto merecido empate. Tiro de esquina envenenado de Dybala desde la derecha y la bola se fue cerrando. La defensa sorprendida y el arquero clavado en su posición. Pero quien tuvo la mala fortuna de conectar el balón fue uno del Brescia: el venezolano Jhon Chancellor se lo llevó puesto y con un autogol decretó la igualdad.
Las jugadas elaboradas de la “Juve” no tenían su correlato en la red. Faltaba afinar la puntería en los últimos metros y el segundo estaba al caer. Y finalmente, se dio con otra pelota parada.
Minuto 63 y tiro libre que ejecutó Paulo Dybala. Rebote en la barrera segunda chance para Miralem Pjanic. Extraordinaria volea del bosnio, para clavar la bocha junto al poste derecho del arco defendido por el finés Joronen y 2-1 arriba el visitante.
Debieron ser más pero la impericia de un ataque sin Cristiano tuvo poca fe. Sirvió igual porque se ganó y punto. La carrera hacia una nueva consagración jamás detiene su marcha y Juventus todavía cree que puede mantener la hegemonía en casa y llevarla más allá de las fronteras. Y esta clase de partidos son los que dan cuenta una vez más, de la jerarquía de un club que mantiene intacta su hambre de gloria.
El otro encuentro del martes terminó con el marcador en silencio. En el Marc Antonio Bentegodi, Hellas Verona y Udinese igualaron sin goles en un partido que pasará rápidamente al olvido.
Los del Veneto aún están en pleno proceso de adaptación a la Serie A. Si bien solamente un año dejaron de formar parte de la élite del “Calcio”, el regreso no siempre es fácil. El empate en el estreno ante Bologna y la victoria importante sobre Lecce encendieron la señal de esperanza. Luego llegaron las previsibles caídas ante Milán y Juventus, como para darle un baño de realidad al equipo que conduce el croata Ivan Juric.
Por el lado friuliano, un debut airoso ante el “Rossonero” y caída libre en los 3 juegos sucesivos. Igor Tudor – otro croata – todavía no encuentra la identidad para este conjunto que la temporada pasada sufrió demasiado en la lucha por no descender.
Lo único rescatable en los 90 minutos de hoy fue la magnífica atajada de Juan Musso en la jugada más peligrosa que elaboró el local. Un centro del marroquí Sofyan Amrabat desde la derecha fue cabeceado a quemarropa por el polaco Mariusz Stepinski. Espectacular salvada del ex arquero Racing Club a puro reflejo con un manotazo salvador. La pelota luego dio en el travesaño y hubo milagro en el área de Udinese. Es fija que la sensacional parada formará parte de los especiales de fin de año.
(Foto Principal: Grada3)
