Agónico triunfo de la “Vecchia Signora” en el gran clásico del “Calcio”, para tirarle la presión a Napoli y demostrar que sigue intacta la ilusión del séptimo scudetto en fila. La “Loba” goleó con 4 aullidos y se pone a punto para ensayar una nueva Romantada.
Juventus se impuso 3-2 a Inter en el Giuseppe Meazza tras ir perdiendo 2-1 hasta el minuto 87, en una muestra de carácter y autoridad, propias de un equipo que se reinventa temporada por temporada con ese espíritu ganador.
Para la “Juve” era momento de levantar la cabeza tras 15 días de zozobra, que incluyeron la eliminación de la UCL a manos de Real Madrid y 2 traspiés inesperados en el ámbito local: empate en Calabria ante Crotone y duro golpe en casa nada menos que frente a Napoli, el principal rival en la carrera hacia el título.
Enfrente estaba el “Nerazzurro”, candidato al protagonismo allá por diciembre y que se cayó a pedazos de manera inexplicable. El verdadero clásico de Italia traía esos condimentos, mientras los “Azzurri” de Maurizio Sarri esperaban que la carnicería les fuese favorable.
Pero fueron los turineses quienes golpearon primero y desnudaron los problemas defensivos de la squadra de Luciano Spalletti. A los 13´, una bola cruzada desde la derecha por parte de Juan Guillermo Cuadrado viajó casi en cámara lenta en dirección a Douglas Costa. Dormido Antonio Candreva en el relevo y el brasileño tuvo tiempo de parar el balón y sacar un remate al segundo palo de un estático Samir Handanovic.
La cosa se complicó aún más para el equipo local, ya que 6 minutos después del primer gol, se quedó con uno menos. Dura entrada de Matías Vecino sobre la humanidad de Mario Mandzukic y momento de consulta con el VAR. La tecnología lo ayudó en la decisión al árbitro Daniele Orsato y merecida roja para el uruguayo por el flagrante planchazo.
El único halo de rebeldía interista fue un lejano disparo de Candreva (demostró que lo suyo es el ataque) que se fue apenitas ancho sobre el vertical izquierdo, previo roce de Gigi Buffon con la punta de sus dedos.
En el segundo minuto adicional, Juventus estiró la diferencia con un tanto de Blaise Matuidi, pero otra vez la tecnología fue crucial en la toma de decisiones. Orsato tuvo más trabajo que el plomero del Titanic y revisó la jugada en el monitor, para corroborar que el galo estaba adelantado y anular el gol de manera acertada.
Los locales recobraron el aliento en el minuto 52, cuando alcanzaron la igualdad. Tiro libre en la derecha por parte de Joao Cancelo y magnífico cabezazo de Mauro Icardi, para batir a Buffon y dejarle un recado a Jorge Sampaoli.
Los fantasmas “albicelestes” sobrevolaron en la cabeza de Gonzalo Higuaín. Es que “Pipita” tuvo una chance concreta para recuperar la ventaja y la desperdició. Mano a mano con Handanovic por la izquierda e intento de gambeta sobre el arquero bosnio. Pero Gonzalo se abrió demasiado y se quedó sin ángulo, para tirar la pelota del lado incorrecto de la red. Festín de sus detractores… aunque se sabe que el fútbol da revancha.
Encima Inter volvió a sacudirle la estantería a Juventus, con un inesperado segundo grito. Patriada de Ivan Perisic por izquierda para desparramar a Cuadrado con un enganche. Desborde del croata y buscapié para encontrar el desafortunado pie de Andrea Barzagli. Gol en contra y grito que retumbó hasta en la casa de San Gennaro.
Massimiliano Allegri no anduvo con vueltas y entendió que era a matar o morir. Adentro Federico Bernardeschi para acompañar a un Paulo Dybala que había ingresado minutos antes del gol “nerazzurro”. Tres atacantes para no salir con las manos vacías de ese territorio hostil.
Primero arrimó Douglas Costa por la izquierda, con un remate que salvó Handanovic en el primer palo. Luego la “Joya” casi mete una piedra preciosa con un hermoso tiro libre, pero el arquero bosnio tuvo un vuelo colosal y evitó la caída de su arco.
Hasta que la geometría de la “Juve” apareció en el momento indicado y todo resultó redondo. Pared por derecha entre Cuadrado y Dybala y pelota al fondo de la cancha. El colombiano no tuvo mejor idea que contradecir la lógica y antes que el centro eligió darle al arco. Desvió en Milan Skriniar para sorprender a Handanovic y partido 2-2, a 3 minutos del epílogo.
Todavía quedaba mucho más para los corazones implicados, porque la adrenalina inundó el campo de juego con semejante definición de campeonato. A los 89´, centro desde la izquierda por parte de Dybala (como si no fuera decisivo su ingreso) y la cabeza goleadora de Gonzalo Higuaín. Justo lo perdió en la marca Joao Miranda – considerado uno de los mejores centrales del torneo – y “Pipita” dijo que sí al gol y a las críticas. Ensayó un Topo Gigio a medias… ante el clásico rival y en la propia casa de Icardi.
Inolvidable triunfo 3-2, de esos que definen campeonatos; que demuestran la grandeza de este grupo de jugadores que no se cansa de ganar. ¿Se puede mantener la motivación luego de semejante catarata de éxitos? Claro que sí, Juventus lo demuestra SIEMPRE, sin importar el momento ni el lugar.
Roma se pone a punto para ensayar una nueva hazaña europea. En el Olímpico de la Ciudad Eterna, los de Eusebio Di Francesco golearon 4-1 a Chievo Verona y sueñan con remontar el 2-5 sufrido en Anfield Road ante los “Reds”.
Da para ilusionarse en cuanto al poder ofensivo mostrado. Pero claro que el rival no es el mismo y que 2 veces en la misma temporada ya sería una remontada de tinte épico (ni el propio Barcelona pudo repetir eso de levantar una goleada en contra, tras el 6-1 sobre PSG y la posterior caída 0-3 ante Juventus).
A los 9 minutos se produjo la apertura del tanteador, obra de Patrik Schick. Quite de Radja Nainggolan en la izquierda y desborde para el centro al corazón del área chica. El joven checo se anticipó con su pie zurdo y derrotó a Stefano Sorrentino. Segundo grito en el campeonato para el ex Sampdoria (tercero con la camiseta “giallorossa”).
La “Loba” le cantó las cuarenta a su rival a 5 minutos del cierre del primer tiempo, con la aparición de su cazador furtivo del área. Otra vez desde la izquierda vino el centro – cortesía de Aleksandar Kolarov – y quien mostró su olfato asesino fue Edin Dzeko, para elevar la cuenta a 2 y sumar su grito número 16 del certamen.
Los de Rolando Maran tuvieron la chance de descontar a la hora de partido, con una jugada que le trajo el combo ideal. Deliberado agarrón dentro del área de Juan Jesús sobre Roberto Inglese y una consecuencia inevitable: penal para Chievo y expulsión del defensor brasileño (a llorar a la Iglesia).
El propio Inglese fue el encargado de la ejecución y Alisson Becker demostró por qué es el mejor arquero de la Serie A. Notable atajada del brasileño y todavía 2-0 arriba los romanos.
Los locales tomaron impulso y liquidaron el pleito a los 65´, con una faraónica corrida de Stephan El Shaarawy por izquierda. Lindo enganche y túnel sobre Alessandro Gamberini y definición al segundo palo.
El póker llegó en el minuto 67 y fue Edin Dzeko quien imprimió factura por duplicado. La confianza del bosnio es admirable, ya que se anima a todo. Zurdazo con más precisión que potencia desde la medialuna del área y nada que hacer para un Sorrentino al que – paradójicamente – le faltó pasta.
Inglese tuvo su redención personal a 2 minutos del final, cuando cabeceó al gol un tiro de esquina ejecutado por Valter Birsa. Derrota maquillada pero inevitable, para un equipo de Verona que puede quedar en la zona de descenso si SPAL derrota a su los “Griegos”, su enemigo citadino.
(Foto Principal: The Sun)
