El cordobés se hizo cargo de un controvertido penal en la jugada final del partido para darle una merecida victoria por 2-1 a los bianconeri ante un Milan que se sostuvo en pie solamente gracias a un enorme Donnarumma. José Sosa fue expulsado en la visita.
En el Juventus Stadium, la Vecchia Signora tenía enfrente a un irregular Milan en busca de estirar a once la ventaja sobre Roma y presionar a los giallorossi a ganar su encuentro ante Palermo. El dueño de casa arrancó dominando, y a los cuatro minutos ocasionó problemas a la a defensa visitante. Dani Alves lanzó un centro desde la derecha que llegó a la posición de Marco Pjaça, cuyo derechazo fue salvado de gran forma por un Gianlugi Donnarumma de excepcional partido. En la continuación de la jugada Sami Khedira lo intentó, mas le bloquearon su disparo. Tan sólo tres minutos después Pjaça arrancó desde la izquierda al centro, jugó con Paulo Dybala y, tras que Cristian Zapata lo derribara en el área -algo que el juez Davide Massa omitió sancionar como penal-, la pelota volvió a quedarle al extremo croata para un tiro colocado que salió rozando el palo. El cordobés siguió ocasionando problemas al Rossonero, esta vez mediante un remate de aire tras pase de Dani Alves, pero Donnarumma volvió a aparecer y la envió a córner. Luego de esas tres chances en menos de diez minutos la tiranía juventina sobre el choque mermó un poco, aunque a los veinticinco cayó una nueva oportunidad. Gonzalo Higuaín recibió un pivoteo de Mario Mandžukić, giró y sacó un derechazo que el arquero rossoneri despejó con una buena estirada. Luego de todas esas llegadas no concretadas, el premio para el cuadro bianconero cayó a la media hora clavada de juego. Dani Alves construyó una buena maniobra con Dybala y acto seguido encontró mediante una ‘colgadita’ a Mehdi Benatia, que se había quedado en funciones ofensivas, para que el central marroquí someta a Donnarumma.
Cuatro minutos más tarde la ventaja pudo haberse ampliado cuando Khedira tomó un rebote en la puerta del área, mas el tiro del alemán salió desviado. A dos minutos del descanso, en la única acción donde Juventus quedó desguarnecida atrás, el cuadro milańes aprovechó para igualar la contienda. Gerard Deulofeu tomó el balón y recorrió varios metros hasta llegar a tres cuatros de cancha, donde asistió con un pase entre líneas a un Carlos Bacca que superó a Gianlugi Buffon entre las piernas. A pesar del tanto coyuntural, Juventus salió al complemento con la clara intención de recobrar la ventaja, y ya los tres minutos un tiro libre de Miralem Pjanić obligó a Donnarumma a despejar al córner. La superioridad local siguió sin encontrar respuestas, por lo que el elenco de Massimiliano Allegri continuó generando riesgo. Pjaça desbordó y sacó un centro a la zona caliente que no pudo ser aprovechado ni por Higuaín ni por Khedira -a quién Donnarumma le negó el gol-. Un par de minutos después, Pipa la bajó para Pjaça, que tras aprovechar una pifia de De Sciglio sacó un remate apenas desviado. Las chances se sucedieron, pero Juventus siguió encontrándose con un Donnarumma excelso, además de con su propia ineficacia. Luego de un córner jugado en corto, un centro-arco de Pjanić fue salvado por el joven golero con ayuda del travesaño. A veinte del final, Gigio volvió a hacerse presente en una jugada donde Dybala habilitó a Khedira y él se volvió a lucir no sólo ante ese remate, sino también en la segunda jugada ante Higuaín.
Milan decidió por fin aparecer en el juego y contestó con un remate lejano del argentino José Sosa, que Buffon sacó hacia un costado. Los minutos finales del partido afectaron al dueño de casa, preso por el apuro de encontrar el gol del triunfo ante un cuadro rossonero avocado solamente a aguantar. Esa resistencia visitante se vio afectada cerca del tiempo cumplido debido a que Sosa, tras una torpe falta cerca de su área, fue expulsado por doble amonestación. En el descuento cayó una nueva chance para los de Allegri, decididos a llevárselo. Higuaín recibió un centro de Leonardo Bonucci y ensayó una tijera que salió al lado del palo. Parecía cosa juzgada, pero Juventus siguió insistiendo y tuvo un tiro del final, otra vez de la mano del delantero argentino: Pipa recibió de nuevo en el área y tras matarla de pecho sacó un disparo nuevamente repelido por un tan joven como inmenso Donnarumma. Las ilusiones se desvanecían, pero ahí fue cuando Stephan Lichtsteiner reinició la jugada y sacó un envío que dio en la mano de De Sciglio, algo que el árbitro Massa pitó como penal. Ante las protestas y el descontento del visitante, Dybala tomó la responsabilidad en un contexto más que caldeado en el minuto 94 de juego -hay que sumar también que Donnarumma le había detenido un penal por Supercopa italiana- y no falló, decretando el 2-1 final para el puntero. Victoria importante para una Vecchia Signora que parece inalcanzable, no solamente por su inexpugnabilidad como local -lleva quince victorias sobre quince- sino porque sus rivales no logran seguirle el ritmo. De la mano de Paulo, otra vuelta parece cerca…
Resumen del partido:
Foto destacada: Juventus.com
