Necesario triunfo de los sardos para cortar la racha negativa de 8 juegos sin halagos. Milán tiene el AS de la experiencia y jugó al póker en Génova. Roma puso quinta y aulló tranquila en rodeo ajeno.
La satisfacción del deber cumplido por el noveno título en fila no se vio para nada empañada con una caída. Es más, casi que ni duele porque como la casa está en orden, el multicampeón italiano puede rotar su plantilla para enfocarse en breve en sus asuntos europeos.
En el Sardegna Arena, Cagliari dio cuenta de Juventus por 2-0 y recuperó la sonrisa. El irregular equipo de Walter Zenga pudo contra la “Vecchia Signora” pero debe considerar este triunfo como un oasis en el desierto futbolero que vivió en la segunda mitad de temporada.
Los sardos se armaron para olvidarse rápido del descenso (algo que hicieron de temprano) y aspiraron en algún momento a soñar con la Europa League. Sin embargo, una serie de malos resultados con un diciembre de 2019 fatídico desembocó en el despido de Rolando Maran y un abrupto cambio de timón. Walter Zenga se subió a la embarcación y tuvo viento a favor durante 2 partidos. Gusto a poco para un elenco isleño que siente que pudo dar más, de acuerdo a sus posibilidades.
Cagliari impuso condiciones a los 8 minutos de juego. Circulación plena de la pelota por parte de los sardos con ¡17! pases consecutivos sin que el rival interviniera. Federico Mattiello desde la izquierda la metió al medio y Luca Gagliano concluyó en la red una brillante jugada colectiva.
La versión relajada – aunque no menos peligrosa – de Juventus chocó con la descollante labor de Alessio Cragno. El arquero toscano demostró que es uno de los mejores de la Serie A y fue determinante para sostener la victoria de su equipo.
En el segundo minuto de tiempo agregado, el local estiró la diferencia. Habilitación de Gagliano para Giovanni Simeone, quien se animó a un latigazo de derecha desde afuera del área. Nada que hacer para el inoxidable Gianluigi Buffon y duodécimo grito para el hijo de Diego Pablo.
El afán de Cristiano por superarse y cosechar más récords personales fue anulado por el bueno de Cragno. No iba a ser la noche del luso ni de su equipo, que dio la sensación que si jugaba una hora más, sería imposible vulnerar la valla de los sardos.
Milán continúa en modo leyenda porque cada fecha juega mejor. En su visita al Luigi Ferraris, el “Rossonero” vapuleó 4-1 a Sampdoria y sumó su sexto triunfo en los últimos 8 partidos (y un promedio de gol de 3 por juego).
Zlatan Ibrahimovic demostró que mejora con el tiempo – como un buen vino, claro que sí – y bebió el un sorbo de talento a los 4 minutos. Gran jugada personal de Ante Rebic en la izquierda y centro para el cabezazo de pique al suelo del sueco.
En el complemento, la squadra de Stefano tiró de la Pioli y edificó la goleada. A los 52´, Zlatan le bajó de cabeza una pelota a Hakan Calhanoglu, quien primereó a Ronaldo Vieira Nan y definió ante el debutante Wladimiro Falcone. Hubo suspenso porque se pidió infracción del turco sobre el inglés en la jugada, pero el VAR le ratificó al árbitro Fabrizio Pasqua que fue resbalón del inglés y todo bien, todo legal.
Pasaron 6 minutos y otra vez Zlatan sacudió la red genovesa. Pase de Calhanoglu y zurdazo del sueco al primer palo del indefenso Falcone.
La “Samp” no dio pie con bola porque tuvo un penal a favor y no lo supo aprovechar. Fabio Quagliarella se anticipó a Simon Kjaer dentro del área y el danés se lo llevó puesto. Pena máxima que ejecutó Gonzalo Maroni y que Gianluigi Donnarumma le atajó (en un claro adelantamiento, digamos todo).
De todas maneras llegó el descuento para el local, en el minuto 87. Pelota recuperada por Mehdi Leris y toque para Kristoffer Askildsen. Precioso remate del noruego a colocar y la “Samp” no se iba a quedar zapatera.
Sin embargo, quedó tiempo para el cuarto grito milanés. Segundo minuto de tiempo adicional y Rafael Leao en la media luna del área sacó un disparo con el pie derecho bien abierto y dejó como estatua a Falcone, para estampar el inamovible 4-1.
Entretenido espectáculo brindaron Torino y Roma en el Olímpico de los Alpes, que terminó con un triunfo 3-2 para los capitalinos. Pésimo final de temporada para los entrenados por Moreno Longo, que arrancaron con ilusión europea y terminaron sufriendo por la permanencia.
A los 14´, un buen pase filtrado de Simone Zaza dejó a Alex Berenguer solito y solo ante Pau López. El delantero español desparramó a su compatriota y definió ante el intento de cierre de Gianluca Mancini.
Fue rápida la respuesta romana con el empate 2 minutos más tarde. Perfecta triangulación que se inició con un pase de Bryan Cristante y un genial toque de primera de Henrik Mkhitaryan para Edin Dzeko. El bosnio en su hábitat natural fue implacable y todo como al principio.
La fuerza aérea de la Roma aterrizó en la red local a los 23´. Tiro de esquina de Carles Pérez desde la izquierda y atlético salto de Chris Smalling, para un mejor cabezazo goleador.
Pasada la hora de juego llegó el tercer aullido de la “Loba”. Infracción de Koffi Djidji sobre Edin Dzeko en la 18 local y penal que Amadou Diawara transformó en gol.
El “Toro” le puso suspenso 4 minutos más tarde, con el descuento de Wilfried Singo. Mérito absoluto del marfileño, que arrancó sobre el costado derecho casi en la mitad de la cancha y se fue camino a la gloria, cual 7 bravo. Disparo que no pudo contener Pau López y el tablero electrónico quedó más corto, 3-2.
Con un inspirado Federico Chiesa, Fiorentina vapuleó 4-0 a Bologna en el Artemio Franchi. Triplete para el hijo del gran Enrico, que emuló a Alberto Aquilani como el último italiano en facturar por 3 con la camiseta viola (fue en 2014, en un empate 3-3 ante Genoa).
Los de Giuseppe Iachini se destaparon en el segundo tiempo, donde literalmente pasaron por encima a los “Felsinei”. A los 48´, centro rasante de Dalbert Henrique desde la izquierda y remate de primera de Chiesa. Desvío en el camino que descolocó a Lukasz Skorupski y 1-0 arriba la “Fiore”.
Un endemoniano Federico Chiesa consiguió el segundo 6 minutos más tarde. Gran maniobra a puro amague para meterse dentro del área y disparo que fue tapado a medias por Skorupski. Rebote que recogió nuevamente Federico y a llorar al iglesia con el raddoppio.
Los 2 centrales del anfitrión construyeron el tercer grito toscano. Córner de Dalbert desde la izquierda y Germán Pezzella habilitó a Nikola Milenkovic, quien puso las cosas 3-0.
Chiesa estaba más que encendido y decidió llevarse la pelota a su casa. Minuto 89 y desde la izquierda hacia el centro fue buscando el resquicio para el remate. Derechazo a colocar y Skorupski vencido por cuarta vez.
(Foto Principal: ABC Color)
