Columnas

Réquiem para La Biblia

En memoria de El Gráfico (1919-2018).

-“¿Papá, me comprás “El Gráfico”?”

Desde hacía un tiempo, la pregunta caía de madura. Papá había inoculado el virus (del fútbol, más allá de una camiseta; ¿también del periodismo?) y la Biblia del deporte tenía que estar en casa. Aunque fuese una sola…

Unos días después, me alcanzó a la cama aquella revista, la primera. Enzo Francescoli saltaba a Rubén Insúa y esa fábrica de mitos anunciaba “La revancha esperada: River-San Lorenzo”. Una, dos, mil veces tuve en mis manos ese número 3370. Yo no imaginaba -mi padre sí- que nacía la colección que aún alimento y quiero.

La anécdota personal no tiene más importancia que ser una más de las tantas que generó la noticia del cierre de El Gráfico. Fue exponencial el crecimiento de recuerdos, imágenes y expresiones transmitidas a través de las redes sociales, una ciencia ficción estilo Star Trek cuando la revista era la gloria para deportistas y lectores. Ese futuro que llegó hace rato fue un factor -solo uno- que terminó con esta triste noticia del 16 de enero de 2018. Como un abuelo querido, el patriarca del periodismo deportivo dijo adiós a 16 meses del centenario.

El Gráfico fue mucho más que una revista que nació como revolucionaria para el periodismo local. De interés general, su nombre marca a las claras la intencionalidad “gráfica” desde la fotografía y textos breves en unas pocas páginas tamaño sábana. La idea de Constancio Vigil desde la editorial Atlántida prendió muy pronto en los lectores. Aquella primera tapa del 30 de mayo de 1919 con el desfile de los alumnos de las escuelas públicas frente al presidente Hipólito Yrigoyen pronto dejaría su espacio al deporte, con futbolistas, boxeadores, automovilistas a la cabeza, pero también rescatando figuras que hoy serían tapas impensadas: nadadores, navegantes, atletas. Era una revista con tapas atemporales: llegar ahí era simplemente “llegar”, lograr prestigio. Ser.

Pronto, las tapas blanco y negro se convirtieron en imágenes coloreadas, fotos “pintadas” que inmortalizaron a estrellas fugaces y a leyendas inolvidables que aún hoy “son” esa tapa. Aún el “atómico” Boyé vuela en palomita vestido de Boca; el “Charro” Moreno destila elegancia y pinta con la camisa de River. Así los recuerda el pueblo futbolero. Fangio sonríe y sigue siendo el “Quíntuple”, “Leguisamo Solo” gritan los reos de la popular y el tiro del gran Bernabé sigue vigente en esas páginas gastadas por tantos ojos. En 1962 llegó la inmediatez (de aquellos tiempos) con las tapas ceñidas a lo que había sucedido durante el fin de semana. Más tarde, la revista vendía y Maradona, Alonso, Bochini, Gatti, Monzón, Vilas o Reutemann mostraban sus triunfos, acompañados por los títulos de la semana. Después, qué importa del después…

No todas fueron rosas en casi un siglo de vida: la carta apócrifa de Ruud Krol en el Mundial ’78 (“No tengas miedo, papá está bien, tiene tu muñeca y un batallón de soldaditos que lo cuida. Que lo protegen y que de sus fusiles disparan flores”), la farandulización de los ’90 (más cerca de Teleclic que de su historia), la venta a Torneos (en 1998) que fue el principio del fin. Si una crítica certera puede hacérsele a El Gráfico es que fue oficialista de todos los oficialismos posibles. Impacta que la página final de la edición de Argentina Campeón Mundial 1978 tenga la foto de la Junta Militar en el festejo del tercer gol…

Ninguno de nosotros es perfecto. No somos la Madre Teresa abrazando leprosos. Por ende, tampoco podemos pedirle a una revista que sea impoluta. Y sin esconder las miserias, sin obviar las mitomanías creadas desde algunos mitos, se valora una construcción y una historia. El Gráfico nos enseñó a leer y -a algunos- a escribir. Nos apasionó. Algunos soñaron con estar en la tapa; otros, crecimos deseando escribir en esas páginas. Por eso a la par de los ídolos del deporte tuvimos ídolos en el periodismo: Borocotó, ese uruguayo que con apenas tercer grado nos emocionó desde las Apiladas que obligaban a leer de atrás para adelante; Dante Panzeri, la ética; Félix Frascara, maestro de periodistas; Osvaldo Ardizzone y la poesía en prosa bohemia; O.R.O, creador de la Liga Nacional de Básquet (no habría Ginóbili sin León Najnudel y Osvaldo Ricardo Orcasitas, no lo duden); Carlos Fontanarrosa, que amigó a la revista con la gente (“El Gráfico en la calle”, su slogan); Juvenal, que veía el fútbol como nadie; Carlos Irusta, que de boxeo sabe todo…

Y las fotos del Vasco Legarreta, del japonés Kikuchi (que la primera vez que cubrió fútbol no sabía las reglas y sacaba desde adentro de la cancha); los Alfieri, especialmente Ricardo (p), autor de la foto más célebre de nuestra historia: “El abrazo del alma”.

Alma. Justamente estos hombres fueron el alma de El Gráfico. Carne y hueso que lograron que El Gráfico fuese faro, maestro y amigo a la vez. Con los  690.998 ejemplares vendidos con la tapa de Diego en el ’86 o con este final de los 22 mil de tirada con Holan en la última tapa. Con polémicas, como aquella tapa negra post 0-5 con Colombia. Con historias: un boxeador, César “La Bestia” Romero le dijo a Cherquis Bialo en Montecarlo “Una piña, Cherquis, una piña lo define todo”, referido a la Gloria o… morir acribillado 11 días días después en Isidro Casanova cuando quiso asaltar en banda una empresa de transportes. Gloria y drama del deporte. Y de la vida.

De eso estaba hecho El Gráfico. Una historia de piel y corazón más allá del papel y de la tinta. Hoy, todos sentimos que perdimos algo, quien más, quien menos. El que dijo “una vez la compré”, quien la colecciona y gasta parte de su sueldo en encontrar esas de los años ’20 que le faltan y los más importantes: esos veintiséis laburantes que llegaron a su casa y con lágrimas en los ojos dijeron: “Cerró El Gráfico, nos echaron a todos”.

Facundo Bernardo Aché

Soy Facundo Aché, 50 años, desde hace 31 años cubriendo fútbol. Con pasos por AM Rocha, Radio Universidad y Belgrano, hace 22 años que trabajo en FM La Redonda, la radio de deportes de la ciudad de La Plata. Tres años cubrí el día a día de Estudiantes (2002-2004) pero antes y después cubrí -y cubro- la información de Gimnasia y Esgrima La Plata, tanto para la radio como para el Blog Tripero del Diario El Día. Además, colaboré en la redacción de Decano De América, la historia de Gimnasia en su 130 aniversario. Así que desde 1992 vinculado al "Lobo", ahora el desafío es brindarles la mejor información desde este espacio llamado El Rincón del Fútbol.

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2 Comentarios

  1. Juan José dice:

    Excelentes comentarios Facundo!.Sos un gran periodista y además coleccionista. Un abrazo desde Chivilcoy!Soy Un hincha del lobo que estudió en La Plata y vivió escuchandote en la 100.3 y que ahora sigo a través de la aplicación de La Redonda.Que sigan tus éxitos!. Saludos!.

  2. Darío Altobelli dice:

    Adhiero a cada palabra; los martes esperaba ansioso la llegada de mi viejo para ver quién había salido en la tapa. Antes de saludarlo era lo primero que le preguntaba: ¿Trajiste El Gráfico? Practicamente aprendí a leer con eso. Lo vamos a extrañar

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