Los “Merengues” acertaron en los penales y volvieron a amargar a sus rivales citadinos, como hace casi 4 años en Milán. Undécimo trofeo para el Madrid, en un torneo al que entró por la ventana.
La historia se repitió entre los 2 grandes clubes de la capital española porque el festejó nuevamente se tiñó de blanco. En la final de la Supercopa 2019-20, disputada en el King Abdullah Sports Stadium de Yeda, en Arabia Saudita, Real Madrid venció 4-1 a Atlético Madrid en la definición por penales, luego de empatar sin goles durante 120 minutos.
A la final llegaron los 2 que ni estaban en el libreto, más que nada por la decisión de incluir a 4 equipos en lugar de 2. Ni el campeón de Liga (Barcelona) ni el vencedor de la Copa del Rey (Valencia) pudieron definir la estrella y los conjuntos capitalinos se encontraron de repente con la chance de sumar la primera estrella del año.
El historial marca una abrumadora superioridad para los “Merengues”, que le sacan 60 partidos de ventaja a los “Colchoneros”. El último gran mano a mano fue por la Supercopa Europea en Tallin (Estonia), donde el “Aleti” pudo sonreír con un triunfo 4-2. Sin embargo, queda en la memoria las 2 finales por la UEFA Champions League que quedaron en manos del Madrid: 2014 en Lisboa (4-1 en el alargue) y 2016 en Milán (1-1 y 5-3 en los penales).
Real quedó algo diezmado en ataque porque no contó con Karim Benzema, Eden Hazard ni Gareth Bale. Por su parte, los de Diego Pablo Simeone apostaron al tridente compuesto por Álvaro Morata, Joao Félix y Ángel Correa.
El primer aviso llegó por parte del “Merengue”, con un disparo lejano de Casemiro bien controlado por Jan Oblak. El mediocampo a priori aguerrido propuesto por Zinedine Zidane tenía a sus volantes con llegada y fue la clave para controlar el golpe por golpe propuesto por el “Aleti”.
Modric se animó a un lejano remate de derecha y otra vez Oblak resolvió con seguridad, pese a estar tapado por un mar de piernas.
Atlético salió de la modorra con un error en el fondo de Sergio Ramos que fue capitalizado por Joao Félix, pero el remate del joven portugués se fue demasiado ancho por el vertical derecho.
El Madrid lastimaba con las constantes subidas de Ferland Mendy. El lateral galo se afirmó en su puesto y – si bien no es Marcelo – salió más que aprobado en sus apariciones con la camiseta blanca (atención a la próxima convocatoria del Seleccionado campeón del Mundo).
El primer tiempo se fue entre la intensidad y el miedo a perder. No hubo ideas claras por parte de ambos, que jugaron más al error del otro.
Apenas iniciada la etapa final, los “Merengues” casi quiebran el cero con una veloz contra de Luka Jovic. El serbio se filtró por el medio y metió un zurdazo rasante, pero la bola se fue muy cerca del palo de la mano izquierda de Oblak.
Pasada la hora de juego, Federico Valverde desperdició una chance inmejorable. Centro de Jovic desde la derecha y el uruguayo no coordinó al meter el cabezazo (la bola le rebotó en sus rodillas e increíblemente no fue gol).
Morata estuvo a punto de cumplir con la “ley del ex” al quedar solito y solo contra Courtios – gran pase de Kieran Trippier – pero el portero belga tapó con solvencia.
La última del partido fue para Rodrygo con un disparo desde adentro del área que le salió muy al medio, justo a la posición del bien ubicado Jan Oblak.
Las anteriores 4 finales también se decidieron en tiempo suplementario y esta quinta no sería la excepción. Al alargue, donde el físico y lo mental juegan un papel preponderante.
Vitolo se escapó en la izquierda y llegó muy exigido al remate. Entonces Courtois volvió a lucirse al enviar la pelota al tiro de esquina.
El arquero belga demostró que es humano porque calculó mal en un córner y Morata se las ingenió para darle de manera acrobática. Pero Courtois enmendó rápidamente su error y salvó la caída de su valla.
Del otro lado, Oblak no quiso ser menos e hizo gala de su apellido porque directamente bajó la cortina ante 2 oportunidades clarísimas. Primero un derechazo a quemarropa de Modric que le reventó el pecho y luego ante el rebote que tomó Mariano Díaz y el portero esloveno salvó in extremis.
El Madrid firmó los penales porque se quedó con uno menos en el minuto 115. Error de Carvajal y pase profundo para que Morata emprendiera la carrera hacia la tierra prometida y Valverde se sacrificó por el equipo: patadón desde atrás que mereció la roja directa. Una falta astuta más que violenta porque Álvaro se iba derechito al gol.
Angelito Correa casi se viste de héroe con un genial enganche ante Ramos y zurdazo al primer palo. Courtios estuvo más que atento y también le bajó la persiana a su arco. Los nervios en su máxima expresión porque había que decidir al ganador en los penales.
Carvajal con el primero y 1-0 arriba el Madrid. Saúl fue el zurdo que no la cruzó e hizo sonar el poste. Rodrygo la colgó de un ángulo y sacó 2 de luz. Thomas le dio con alma y vida y Courtois se mandó un paradón. Modric destiló categoría y puso el 3-0 casi irremontable. Trippier no dejó zapatero a su equipo y Sergio Ramos rubricó el definitivo 4-1 con su habitual tranquilidad.
Zidane lo hizo de nuevo y la mística continúa. Real Madrid festejó lejos de su tierra y encara el 2020 con la ilusión de recuperar el protagonismo doméstico perdido. Europa también está en los planes, es parte del ADN “merengue”. Pero este gigante del fútbol mundial no se acostumbra a dejar puntada sin hilo y si hay un título en juego – y con el plus que enfrente está su rival citadino – compren más vitrinas porque copas sobran.
Síntesis:
Real Madrid (0) (4): Courtois; Carvajal, Ramos, Varane y Mendy; Valverde, Casemiro, Kroos (Vinicius Jr.) y Modric; Jovic (M. Díaz) e Isco (Rodrygo). DT: Zinedine Zidane.
Atlético Madrid (0) (1): Oblak; Trippier, Felipe, Giménez (Savic) y Renan Lodi (Llorente); Herrera (Vitolo), Thomas y Saúl; Correa, Joao Félix (S. Arias) y Morata. DT: Diego Simeone.
Árbitro: José Sánchez.
(Foto Principal: RFEF Twitter)
