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Los entrenadores albicelestes en mundiales (última parte)

TÉCNICOS MUNDIALISTAS
(Parte 3)

Una eliminación en fase de grupos y tres caídas con Alemania son los mayores referentes del período del nuevo milenio. Un “loco”, un “profesor”, un “barrilete cósmico” y un “pachorra” fueron los 4 hombres que se sentaron en el banco argentino e intentaron posicionar al seleccionado entre los más importantes del mundo otra vez. Aquí llega el final de la saga de informes con respecto a los técnicos que dirigieron a Argentina en Copas del Mundo.

FINAL. Maxi Rodríguez convirtió su penal, Argentina venció a Holanda por semis y Sabella celebra. (Marca)

Entre Corea-Japón 2002 y Brasil 2014, quizás exista la etapa más complicada de la selección con respecto a los mundiales; tal vez no tanto a causa de los resultados en sí mismos, sino de los resultadistas. A partir de la tecnología y la posibilidad de consumir con mayor facilidad ligas extranjeras, la exigencia a los jugadores y entrenadores se volvió más intensa y, a veces, más cruel.
La última entrega de “Los entrenadores albicelestes en mundiales”, trae los capítulos correspondientes a Marcelo Bielsa, José Pekerman, Diego Maradona y Alejandro Sabella.

 

LOCURA. Bielsa se pone frenético mientras dirige, por eso el apodo “loco”. (Buen Diario)

MARCELO BIELSA (Corea-Japón 2002)
Oriundo de la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, “El loco” nació un 21 de julio de 1955. Hijo de una maestra y un abogado, Marcelo estrenó su amor por el fútbol en un club de su barrio llamado Estrella Azul y a los 13 años entró en las categorías inferiores de Newell’s Old Boys, donde continuó su formación. A raíz de su desempeño como defensor en “La Lepra” rosarina, llegó a formar parte de la selección sub-20 que obtuvo la medalla de bronce en el Torneo Preolímpico Recife 1976 (Brasil) y su carrera siguió sin sobresaltos hasta que, en el año 78, una lesión lo alejó del verde césped y, a la postre, de Newell’s. Bielsa llegó, entonces, a Instituto Atlético Central Córdoba, pero apenas disputó 16 partidos con “La Gloria”, ya que, al perder la titularidad en el plantel, rescindió su contrato y se fue. Unos meses más tarde se integró a Argentino de Rosario donde colgaría los botines en 1980.
Los primeros pasos en la vida como DT fueron dados cuando asumió el cargo para liderar al seleccionado de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Sin embargo, apenas el club de sus amores llamó para solicitar sus servicios, “El loco” aceptó la propuesta y viajó a Rosario para dirigir a Newell’s. En 1982 tomó el mando de las divisiones inferiores de “La Lepra” y su labor, además de consagrar a la cantera del conjunto rosarino, sacó a relucir jugadores de la talla de Gabriel Batistuta, Eduardo Berizzo y Mauricio Pochettino, entre otros. Durante los ocho años en los que trabajó en las inferiores leprosas, Bielsa implementó métodos de trabajo que sorprendían y maravillaban a propios y ajenos. En 1988 Newell’s se adjudica el Campeonato de Reserva y los dirigentes del club entienden que no puede pasar mucho más tiempo sin que “El loco” se siente en el banco del primer equipo. Justamente este hecho se dio en 1990 y el estreno en Primera División no pudo salir mejor: Newell’s campeón del torneo con un bonus nada despreciable: la competencia había sido cabeza a cabeza con River Plate cuyo técnico era Daniel Passarella. Y no conforme con derrotar a un grande de la Argentina, también dio cuenta de otro: como campeón del Apertura 1990, enfrentó al mejor del Clausura 1991 que fue Boca Juniors. Entre ambos elencos se disputó una final que ganó precisamente “La Lepra” con un gol de Eduardo Berizzo, coronándose, así como el campeón argentino de la temporada 1990/1991. Bielsa permaneció en Newell’s hasta 1992 cuando fue contratado por el Club Atlas y por América, ambos de México, donde residió por 4 años e incluso, por el excelente trabajo realizado en estos clubes, fue tentado para dirigir al “Tri” (selección mexicana), pero “El loco” no aceptó la oferta. En 1997 regresó al país para hacerse cargo de Vélez donde salió campeón y luego fue DT de RCD Español, hasta que le llegó una oportunidad que no podía declinar. Por tanto, renunció al fútbol español y volvió a nuestras tierras: era tiempo de entrenar a la Selección Argentina.

Gabriel Batistuta, Hernán Crespo y Bielsa. (Ecuagol)

Durante los seis años que Bielsa estuvo al frente del combinado nacional, el equipo mejoró todas sus estadísticas: hacía más goles, le hacían menos, cometía menos faltas y el porcentaje de puntos obtenidos en la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Corea-Japón, fue el más alto de la historia; incluso en la actualidad no ha podido superarse.
Tristemente, todo ese potencial y la altísima calidad de jugadores que tenía nuestra selección, no pudieron evitar la gran decepción que causó no pasar la primera fase del Mundial. Pese al buen juego y lo exitoso de la previa y del estreno, Argentina se volvía a casa en fase de grupos tras vencer a Nigeria por 1 a 0, perder con Inglaterra por el mismo resultado y empatar 1 a 1 con Suecia. La albiceleste quedó tercera en su zona y le dijo adiós al sueño mundialista. Y como NO suele pasar, Bielsa permaneció al frente del equipo a pesar de la durísima derrota y de lo que a nivel general se catalogó como “fracaso”. Por más que acusó recibo del golpe y pasó varios meses aislado en una de sus propiedades, El loco reordenó sus ideas y el conjunto albiceste llegó a la final de la Copa América Perú 2004, aunque cayó con Brasil por penales y ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. 

El “affaire” de Marcelo Bielsa con la selección finalizó en plena etapa de eliminatorias para el Mundial de 2006; luego de vencer a Perú y ubicándose en posiciones de clasificación, El loco decidió dar un paso al costado y su salida dejó un registro de 85 partidos jugados de los cuales ganó 56, empató 18 y perdió 11.

Posteriormente y después de tres años alejado del trabajo como entrenador, Bielsa acepta un nuevo desafío, toma el mando de la selección chilena y logra la clasificación al Mundial Sudáfrica 2010, tras dos certámenes de ausencia. Chile logra ingresar a los octavos de final, pero en esa instancia cae ante Brasil. Sin embargo, las críticas para con “El loco” no fueron tan intensas ya que el trabajo de Bielsa tanto con la mayor como con las inferiores de “La Roja”, empezaban a dar frutos y eso se notaba.

En 2011 y por desacuerdos con la dirigencia de Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP), el DT rescinde el contrato y se aleja. En 2016 le es ofrecido el cargo nuevamente, mas Bielsa declina la oferta ya que la dirigencia de la ANFP era la misma que cinco años antes, había forzado su salida. También en 2011 acepta la conducción técnica de Athletic Club de Bilbao (España) y se queda dos temporadas. En 2014 hace lo propio con Olympique de Marsella (Francia), donde se queda hasta 2015. Un año más tarde se da una situación peculiar con un grande del fútbol italiano: en medio de muchos rumores, se confirma a Bielsa como entrenador de SS Lazio, pero antes de empezar el trabajo propiamente dicho, el DT dimite debido a que el club de la Serie A, no había contratado a ninguno de los 7 futbolistas que pretendía “El loco”. En 2017 regresa al país galo para asumir en Lille OSC, conjunto del que no se va en muy buenos términos: de hecho, una demanda interpuesta y ganada por la institución francesa, condenó al entrenador en marzo de este año a pagar la suma de 300.000 mil euros en conceptos de resarcimiento por incumplimiento de contrato.

En estos meses, el estratega se dedica a descansar y pasa el mayor tiempo posible alejado de las cámaras y los flashes. Sin embargo, de vez en cuando realiza alguna conferencia o clínica y saca a relucir su genialidad oratoria. Y más allá de ser adepto o no a sus ideas y conceptos de juego, no se puede negar que el “Método Bielsa”, continúa siendo de las mieles que dan sabor al fútbol.

 

CARIÑO. “El Profe” se ganó el afecto de cada jugador que dirigió. (World Music BA)

JOSÉ NÉSTOR PEKERMAN (Alemania 2006)
Entrerriano, de Villa Domínguez, nació el 3 de septiembre de 1949 y como futbolista debutó a los 16 años en Argentinos Juniors. Con el “Bicho” de La Paternal, Pekerman disputó 133 partidos y convirtió 12 goles en Primera División hasta que fue transferido a Independiente de Medellín (Colombia) donde mejoró sus estadísticas marcando 15 tantos en 101 duelos. A los 28 años de edad, una lesión en su rodilla lo obliga a dejar la carrera.

Después de algunos años trabajando con las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, su labor se destaca largamente, al punto que un proyecto que presenta gana una convocatoria de AFA y desde la entidad lo citan para que realice esas tareas que tan buenos resultados dieron en Argentinos y Colo Colo de Chile, pero con las categorías juveniles de la Selección Argentina, por lo que, en 1994, asume como entrenador del sub-17 y del sub-20. Los frutos no demoran en caer del árbol: con los más chicos, en el ’95 obtiene el subcampeonato del Torneo Sudamericano y sale tercero en la Copa Mundial de la categoría, repitiendo el segundo puesto del Sudamericano en 1997. Con el combinado sub-20 gana la medalla de oro en los Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995 (Argentina), además de los mundiales de 1997 y 2001. Con la su-23, se ubicó en el tercer lugar del Preolímpico 2000.

Pablo Aimar, Juan Román Riquelme y Pekerman. (Diario Uno)

Teniendo actuaciones tan destacadas y habiendo hecho explotar el semillero con figuras de la talla de Juan Román Riquelme y Pablo Aimar, por mencionar un par, el llamado para ofrecerle trabajar con la mayor no demoró en llegar. Es así como una vez consumada la renuncia de Marcelo Bielsa, se hace cargo del combinado nacional de cara al Mundial Alemania 2006 y el primer partido fue ideal: 4 a 2 a Uruguay por las eliminatorias en el Estadio Antonio Vespucio Liberti, mejor conocido como “El Monumental de Núñez”. Durante el transcurso del resto de las eliminatorias, Argentina logró la clasificación a la Copa del Mundo y en 2005, además, quedó como subcampeón de la Copa FIFA Confederaciones, detrás del campeón mundial defensor del título: Brasil.

Ya en el Mundial germano, Argentina le gana 2 a 1 el primer encuentro a Costa de Marfil, 6 a 0 a Serbia y Montenegro el segundo cotejo y empata el último con Holanda sin goles. En octavos de final se impone a México y la eliminación llega a manos de local en cuartos cuando tras empatar 1 a 1, los alemanes se quedan con la tanda de penales por 4 a 2. Luego de lo sucedido, Pekerman toma la decisión de alejarse del banco argentino y a pesar de que los mismos jugadores y hasta el entonces presidente de AFA, Julio Grondona, le pidieron que reconsiderara su postura, “El profe” fue determinante: el ciclo se había terminado y no iba a continuar.

Entre 2007 y 2008 se lo emplea como estratega de Deportivo Toluca (México) y si bien no gana campeonatos, su trabajo fue celebrado y se le quiso renovar el contrato, pero Pekerman optó por regresar al país y alegó que esta decisión estaba relacionada con asuntos familiares que le impedían continuar viviendo en tierras aztecas. Sin embargo, sólo unos meses después, en febrero de 2009 regresa a México para comandar a Tigres, con el objetivo de salvar al equipo del descenso. La meta se consigue en la última fecha del torneo, pero “El profe” sólo permanece en la institución por tres meses, ya que, en mayo de 2009, se aleja del equipo y se toma un tiempo considerable para replantearse su trabajo.

CAPITÁN. James Rodríguez es emblema de la Colombia de José. (Perú.com)

Recién en 2012 vuelve a calzarse el saco del DT y lo hace ni más ni menos que con la selección colombiana. El primer duelo que lo tuvo como entrenador fue un triunfo “cafetero” por 2 a 0 ante México y desde entonces, la labor de Pekerman al frente de Colombia no se ha detenido. Como cabeza de grupo, el DT generó un cambio de mentalidad en el equipo y consiguió la clasificación al Mundial de Brasil en 2014 y además ganó los primeros cuatro partidos que jugó en aquel certamen: 3 a 0 a Grecia, 2 a 1 a Costa de Marfil y 4 a 1 a Japón por fase de grupos. En octavos de final, Colombia dejó en el camino al siempre difícil y duro Uruguay por 2 a 0 y no sólo James Rodríguez, emblema del elenco cafetero, convirtió el mejor gol de aquel mundial, sino que además se alcanza un objetivo histórico: por primera vez en su historia, la selección cafetera entra en el cuadro de cuartos de final de una Copa del Mundo. Ya en esas instancias, el “equipo de José” quedó relegado por la “verde-amarelha”, pero unos meses más tarde, se confirma que Pekerman continuará al frente del conjunto colombiano.

Con miras al Mundial de Rusia, Colombia enfrentó unas eliminatorias que fueron duras para todos los equipos, excepto para Brasil que con la llegada de Tité, desplegó su “jogo bonito” y logró su pasaje con holgura. Para los de Pekerman, el ticket se consiguió en la última fecha tras empatar con Perú 1 a 1.

El entrenador dirigirá su tercera Copa del Mundo y no se sabe qué pasará una vez que finalice dicha competencia; no existe nada concreto con respecto a su futuro.

En mayo de este año, el presidente de Colombia le entregó a José Néstor Pekerman “La Orden de Boyacá”, que es la más importante condecoración que el gobierno colombiano brinda a ciudadanos destacados, militares y personalidades que, desde uno u otro lugar, realizan actos que se consideran favorables al país.

 

EL DIEZ. Maradona tuvo un paso complicado por la selección nacional. (Estadio.Ec)

DIEGO ARMANDO MARADONA (Sudáfrica 2010)
Considerado por una enorme parcialidad como el “mejor futbolista de todos los tiempos”, este ex jugador nació en Lanús, Provincia de Buenos Aires, el 30 de octubre de 1960. “Pelusa”, como se lo apodaba de pequeño, jugaba en “Las Siete Canchitas”, un potrero ubicado en Villa Fiorito, donde vivían los Maradona. En 1969 entró en las inferiores de Argentinos Juniors, donde se destacó desde el principio, llegando incluso a ser reconocido por la hinchada del primer equipo, debido a que en el entretiempo de los partidos, salía a la cancha para entretener a todos con su fabuloso dominio de la pelota. 10 días antes de cumplir 16 años, Diego hace su debut en Primera División y apenas tres semanas después, convierte los dos primeros goles de su carrera profesional y son ante San Lorenzo de Almagro.

Los años siguientes fueron muy buenos y aún siendo goleador del torneo doméstico, Maradona no entró a la convocatoria final de jugadores que disputarían la Copa del Mundo en Argentina. La tristeza no mermó su desempeño y en respuesta a esta situación se mantuvo como el máximo artillero en los torneos Metropolitanos de 1978, 1979 y 1980 y los Nacionales del 79 y 80. Nunca más ningún otro jugador ha logrado ser goleador en cinco certámenes consecutivos.
De todos modos, “El pibe de Oro” tendría su revancha. No sólo ganó el Mundial sub-20 de 1979 sino que, a pesar de lo malo que había sido el Mundial de España ‘82, y habiéndose transformado en un emblema e ídolo de Boca Juniors, con paso por Barcelona FC de España y con un presente más que bueno en SSC Nápoli de Italia, Maradona lideró a la selección que se consagró campeona del mundo en México 86; anotando él dos de los goles más recordados de todos los tiempos: “La Mano de Dios” y “El mejor gol de la historia de los mundiales”, ambas conquistas frente a Inglaterra. Por lo que concierne a sus otras apariciones con el seleccionado como jugador, fue subcampeón del mundo en Italia 1990 y a raíz de un doping positivo, fue suspendido quedando afuera del mundial Estados Unidos 1994, en fase de grupos.

Tras el Mundial del 86, se consagraría con Nápoli y su carrera como jugador continuaría en Sevilla FC (España), Newell´s Old Boys y Boca Juniors, donde se retiraría finalmente en el año 1997. Pero, como todo lo relacionado con Maradona, no siempre sigue las reglas impuestas o lógicas. Por lo mismo, sus comienzos como entrenador fueron durante un impasse en sus días como futbolista. En 1994 fue técnico de Deportivo Mandiyú de Corrientes y en 95 hizo lo propio con Racing de Avellaneda. Esto sucedió después que fuera futbolista de “La Lepra” rosarina y antes que regresara como jugador de Boca. Una vez que su retiro fue oficial, se alejó de los vestuarios y su vida giró en torno a situaciones bastante ajenas a lo que al fútbol se refiere.

A pesar de las idas y vueltas y los desencantos, con la Selección Argentina, el amor no se había terminado por lo que en 2008 asumió como DT de la albiceleste y comenzó el trabajo de cara al Mundial de Sudáfrica 2010. Y, tal vez, se consideraba que teniendo en el banco a Maradona y en la cancha a Lionel Messi, las cosas serían sencillas. No fue así, al contrario; Argentina estuvo muy cerca de quedarse sin Mundial. Los resultados no acompañaban y las eliminatorias se hacían cuesta arriba. El desahogo llegó de la mano de Martín Palermo primero y de Mario Bollati después. Lo de Palermo es prácticamente inolvidable: cancha de River, lluvia copiosa, intensa e incesante. Argentina empata 1 a 1 con Perú y a falta de una fecha para terminar las eliminatorias, se está quedando afuera del Mundial. El cronómetro marca 46 minutos y 50 segundos, quedaban 10 para el milagro. Córner para los nuestros y en cada cabeza mojada de ése área había un pensamiento compartido: los peruanos querían despejar y los argentinos rezaban porque la pelota entrara de la manera que fuese. “El Pocho” Insúa tira el centro, el balón sobrepasa el área y la toma Ángel Di María desde afuera de la misma. Envía un disparo que se dispersa y cae en los pies de Insúa nuevamente, quien remata al arco, pero la pelota se desvía y parece que se va a ir… Sólo parece, porque entre medio del agua, de la desesperación y de los miles de gritos ahogados, aparece un pie y no es cualquier pie, es el de Martín Palermo. Sí, ése mismo que erró tres penales en un mismo partido y que no había podido hacer “pie” en la selección, pone su botín y toca el balón. Su toque manda la pelota adentro del arco y se desata la locura. Llantos emocionados, felicidad, Maradona tirándose de palomita y resbalando por la cantidad de agua que tenía el campo de juego; todos estábamos locos por Martín, “el loco”; un delirio total. Argentina ganaba su partido y viajaba a Uruguay, por la última fecha, con chances de entrar a Sudáfrica. Y en el Estadio Centenario de Montevideo, surge otro héroe; con una definición seguramente menos dramática, pero tan importante como la anterior. Fue una jugada preparada entre Lionel Messi y Juan Sebastián Verón; iban 39 del complemento y el marcador no se había movido. Un chato 0 a 0 que se modificó cuando “La Bruja” disparó al arco, pero la caprichosa quedó papando moscas en el área uruguaya; es entonces que Bollati, que había ingresado apenas un par de minutos antes, agarra el matamoscas y la manda a guardar. Argentina derrotaba a Uruguay y sacaba pasaje para Sudáfrica.

GRITO ALOCADO. Diego celebra el gol agónico de Martín Palermo a Perú. (Goal)

Desafortunadamente para el plantel, el cuerpo técnico y la hinchada, las cosas no saldrían como se soñaba por estos lares. En la zona de grupos se le ganó 1 a 0 a Nigeria, 4 a 1 a Corea del Sur y 2 a 0 a Grecia. En octavos nos volvimos a cruzar con México y otra vez fuimos los verdugos del elenco azteca, imponiéndonos por 3 a 1. Pero como todo cazador es presa de alguien más, a nosotros nos tocó nuestro karma: Alemania nos goleó en cuartos de final y con ese doloroso 4 a 0 volvimos a casa y Diego dejó el banco de la albiceleste.

Después de algunos meses, en agosto de 2011, tomó el cargo de entrenador de Al Wasl FC (Emiratos Árabes Unidos) y permaneció allí hasta 2012. Su vida continuó en actividades variadas hasta que en 2017 aceptó entrenar a Al Fujairah SC, de la segunda división de EAU y dimitió en 2018.
Actualmente firmó un contrato con FC Dinamo Brest de Bielorrusia, donde ejercerá funciones como presidente y director general deportivo. Sin embargo, una afección en su rodilla lo mantiene hospitalizado en una clínica de Colombia, a la espera de un tratamiento que no involucre cirugías.

 

EMOCIÓN. “Pachorra” y Martín Demichelis, llorando de alegría por el pase a la final de Brasil 2014. (Fútbol Argentino)

ALEJANDRO SABELLA (Brasil 2014)
Pachorra” es oriundo de Buenos Aires; nacido el 5 de noviembre de 1954, surge de las inferiores de River Plate, donde hace también su aparición en Primera División del fútbol argentino. Con el conjunto de Núñez disputó 118 partidos y marcó 11 goles, pero al tener que vivir a la sombra de Norberto Alonso, ya que ocupaban la misma posición, finalmente emigró a Unión de Santa Fe, donde jugó por 6 meses. De allí partió a Sheffield United, equipo de la tercera división inglesa y su trabajo destacado lo llevó a subir hasta la Premier League, de la mano de Leeds United. Aunque no pudo mantener sus buenas actuaciones, un tal Carlos Bilardo lo convocó para que regresara a nuestro país y se calzara la casaca de Estudiantes de La Plata. Con “El Pincha” ganó dos campeonatos y si bien tenía intenciones de ser llamado a la selección, sólo logró dar el presente en cuatro cotejos correspondientes a la Copa América 1983. Lo distintivo de este certamen fue que no tuvo sede fija, por lo que se jugaba en formato de partidos de ida y vuelta, al mejor estilo de lo que hoy son las eliminatorias para el Mundial.

Regresando a Alejandro Sabella, se retiró de la carrera como futbolista y de inmediato comenzó a forjar su destino como entrenador. Entre 1990 y 2009, fue la mano de derecha de Daniel Passarella y juntos dirigieron al seleccionado argentino, al seleccionado uruguayo, a Monterrey de México, a Corinthians de Brasil y a River Plate en Argentina.

La gran oportunidad para “cortarse solo” llegó en 2009 con el ofrecimiento de encabezar al plantel de Estudiantes de La Plata. Al mando del “Pincharrata”, Pachorra obtuvo la Copa Libertadores de ese mismo año y un torneo doméstico en 2010. Igualmente, y apartando los logros en sí mismos, lo que destacó su trabajo en el banco fue la capacidad que demostró para analizar a los rivales y conformar estrategias que dieran resultado en los partidos. Aquel Estudiantes era un rival más que duro de roer y como para muestras basta un botón, en la final de la Copa Mundial de Clubes del año 2009, estuvo a tan solo 10 minutos de derrotar al poderoso Barcelona FC, comandado por Pep Guardiola desde lo técnico y por ni más ni menos que Lionel Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández desde el campo de juego. A los 35 minutos del segundo tiempo, recién los “culés” pudieron quebrar al Pincha y finalmente quedarse con el título.

Pensando en estos procesos y en lo que se venía, la AFA lo nombra como entrenador de la Selección Argentina en 2011, teniendo que rescindir un contrato firmado poco antes con Al-Jazira Sporting Club de Emiratos Árabes Unidos, para poder incorporarse a la “celeste y blanca”.

La llegada de Pachorra generó un cambió desde lo anímico en los jugadores que venían de un ciclo ciertamente amargo a cargo de Sergio “El Checho” Batista. No se define como amargo por el juego que, a algunos les gustaba y a otros no, como suele suceder, el término se relaciona básicamente a lo sucedido en Copa América 2011, cuando Argentina siendo anfitrión, quedó eliminado por Uruguay en semifinales. Por esto, la renovación del cuerpo técnico cayó bien y Sabella construyó un camino que no dejó de ser tumultuoso, pero que consiguió el objetivo más cercano: clasificar nuevamente a un Mundial. Las eliminatorias no habían sido fáciles y Argentina no venía del todo bien. El quiebre positivo apareció al vencer como visitante a Colombia; desde allí en adelante y más allá de estar o no de acuerdo con la postura del técnico e incluso de no siempre jugar “lindo”, el combinado nacional superó los escollos y sacó pasaje directo a Brasil 2014.

Probablemente lo que más se le criticó a Pachorra fue que concentró sus esfuerzos en optimizar la defensa, cuando tenía a la mano a varios de los mejores delanteros del mundo por aquel entonces: Lionel Messi, Sergio “Kun” Agüero y Gonzalo Higuaín, los tres destacados y ganadores en sus respectivos clubes. La opinión general radicaba en que había que potenciar la delantera, pero Sabella notaba las deficiencias en la defensa y probó alternativas para intentar solidificar esa línea. El tiempo le dio la razón y Argentina mostró una defensa ordenada, que fue muy importante a la hora de lograr resultados en el transcurso del Mundial.

La fase de grupos en Brasil enfrentó a nuestra selección con Bosnia-Herzegovina, Irán y Nigeria, imponiéndose el conjunto de Pachorra por 2 a 1, 1 a 0 y 3 a 2 respectivamente. Como líder de su grupo, en octavos de final se tuvo que medir ante Suiza y recién en tiempo extra logró el gol para continuar su camino. En instancias de cuartos de final el rival fue Bélgica a quien también se derrotó por 1 a 0 y en semis, Holanda llevó la batalla hasta el punto del penal, donde Argentina nuevamente salió vencedor. La selección nacional volvía a disputar una final de Mundial después de 24 años y, curiosamente, el rival era el mismo: Alemania, el gran verdugo de la albiceleste. En el partido cúlmine, los germanos se impusieron por 1 a 0 y alzaron su cuarto trofeo mundialista, dejando al equipo de Pachorra con miles de sinsabores y el corazón roto. 

Al regreso del Mundial, Sabella comunicó que no seguiría al frente de la selección y a pesar de que de forma generalizada se le pedía que continuara, como lo hiciera José Pekerman en su momento, el ex delantero prefirió dar un paso al costado, siendo sucedido por Gerardo “El Tata” Martino.

Alejado de la labor como entrenador, Alejandro Sabella hoy se concentra en otro asunto y aunque no existe una declaración oficial sobre la enfermedad que lo aqueja, se sabe que su salud es delicada y que continúa evolucionando favorablemente. Su última aparición pública, en la que se pudo notar que había bajado mucho de peso, fue en febrero último, en la fecha 14 de la Superliga Argentina Se lo pudo ver en el Estadio Único de La Plata, donde presenció el duelo entre Estudiantes y Newell’s.

DESCONSUELO. Sabella intenta levantar el ánimo a Messi y Fernando Gago tras perder la final del mundial. (Minuto Uno)

Para la próxima Copa del Mundo, quien encabezará a nuestro seleccionado será Jorge Sampaoli y esperamos todos que el santafesino pueda dirigir al equipo hacia la tan ansiada y soñada presea.

 

FOTO DESTACADA: “José Pekerman y Alejandro Sabella en Brasil 2014”
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Maru Burak

Nací un lluvioso lunes 12 de julio de 1982 y según mi DNI me llamo María Clarisa Burak, pero soy simplemente Maru. En 2005 dejé mi natal Provincia de Buenos Aires y me vine a Córdoba, donde resido desde entonces.
Por hobbie hago música, canto e intento bailar, pero mi vocación es, fue y siempre será el periodismo.
Me sumé a "El Rincón del Fútbol" en febrero de 2017 y espero mantenerme acá mucho, pero mucho tiempo: no es usual encontrarse a una manga de loquitos igual de fanáticos que yo. Aunque todos los deportes me atraen, el fútbol tiene ese no se qué, ese encanto que me aprisiona.
En El Rincón cubro "Le Championnat", es decir la Liga de Primera División de Francia y a la Selección Argentina, tanto en masculino como en femenino. También me sumo al grupo de Champions y Europa League, porque Schiavi no puede solo con todo...

Deseo que el futuro me encuentre dedicada a mi vocación y que pueda desarrollarla con criterio y profesionalismo.
Soy MESSIsta, BANINIsta, fan de Aldana Cometti, soñadora e ideologista, del deporte y de la vida.
Sólo resta decir... ¡Pero qué viva el fútbol!

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