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“La mano de Mario”

El tercer episodio polaco en una Copa del Mundo colmó las expectativas. Se accedió a la ronda final y pudo lastimar un poco más dentro de un grupo complicado, de no ser por una inolvidable atajada de un arquero improvisado.

Polonia encaró su tercera participación mundialista con un grupo consolidado y un merecido respeto ganado. El bronce en Alemania 1974 renovó la confianza y era hora de cruzar el Atlántico para dejar su huella en Sudamérica.

Una fase eliminatoria casi perfecta, con 11 puntos sobre 12 en juego (recordemos que se otorgaba 2 por partido ganado). El Grupo 1 de la clasificación europea lo compartió con Portugal, Dinamarca y Chipre.

Triunfos por partida doble ante los daneses (2-1 en Copanhague y 4-1 en Chorzow) y frente a los chipriotas (5-0 en Varsovia y 3-1 en Limassol). Ante los lusos debutó con una victoria 2-0 en Oporto y cerró con el boleto hacia Argentina 1978 en mano con una igualdad a 1 en Chorzow.

Nuevamente las “Águilas” levantarían un importante vuelo y estarían en el centro de la escena: es que el sorteo mundialista los agrupó junto a Alemania Federal, México y Túnez. Otra vez con los germanos enfrente, quienes defendían el cetro obtenido en casa. Por lo tanto, Polonia debía disputar el partido inaugural de la undécima Copa del Mundo.

Tras la emotiva ceremonia de apertura celebrada en el Estadio Antonio Vespucio Liberti (o el Monumental a secas), un país se olvidó por un momento de las penurias y el horror que significaba la dictadura militar más sangrienta de la historia, y entonó la pegadiza canción leit motiv creada por Martín Darre (“25 millones de argentinos, jugaremos el Mundial…”).

El encuentro en sí realmente no estuvo a la altura de lo que se esperaba. Los teutones – sin Paul Breitner ni Gerd Müller entre sus filas – no vieron con malos ojos un empate frente al seleccionado que supo complicarlos 4 años antes y a los polacos tampoco les disgustaba sumar ante el campeón. Fue 0-0 y por cuarta vez consecutiva en una Copa del Mundo, el partido de apertura no tuvo goles.

Pasaron 4 días del estreno y Polonia tuvo que medir fuerzas en Rosario ante el novel seleccionado de Túnez, que venía de sorprender a México 3-1 y sellar la primera victoria africana en un Mundial. En el duelo de “Águilas” prevalecieron las europeas sobre las de Cartago, con un triunfo por la mínima, cortesía de Grzegorz Lato.

Ya el cierre indicó un crecimiento en el juego y los polacos superaron 3-1 al “Tri” en Córdoba, gracias al doblete de Zbigniew Boniek y un tanto de Kazimierz Deyna (Víctor Rangel había empatado transitoriamente para el sufrido seleccionado mexicano). El sorpresivo empate sin goles entre alemanes y tunecinos posicionó a Polonia al frente del grupo, pero no fue ventajoso de cara a la ronda final porque tuvo como rivales a la Argentina, Perú y Brasil.

Un europeo en medio de 3 sudamericanos y el primer encuentro del Grupo B de la segunda fase tuvo lugar en el Gigante de Arroyito. Enfrente el dueño de casa, herido por una caída 0-1 ante Italia y fuera de su hábitat natural, que era la Capital Federal (a la postre le vino mejor el cambio al anfitrión porque se sabe que en el interior del país el público siempre supo ser más pasional, digamos todo).

La “Albiceleste” se adelantó a los 16 minutos con un certero cabezazo de Mario Alberto Kempes. Polonia fue a por el empate y un tiro libre de Deyna al segundo palo tuvo una mala salida de Fillol. Masztaler metió la pelota hacia el medio y Lato cabeceó con destino de gol. Pero en el camino Kempes se mandó una atajada a puro reflejo y salvó la segura caída del arco argentino. Penal para Polonia – todavía no se castigaba con la tarjeta roja el último recurso o evitar una ocasión manifiesta de gol – y chance para la igualdad.

Deyna fue el encargado de la ejecución pero su débil remate fue adivinado por un Fillol que no dio rebote. Argentina aún con vida gracias a “la mano de Mario” primero y a las del “Pato” después.

En el minuto 72, una gran jugada personal de Osvaldo Ardiles terminó con una brillante definición de Kempes. El “Matador” enganchó para su mejor perfil ante la marca de un defensor y remató de zurda bajo el cuerpo de Tomaszewski. Doblete de Marito y 2-0 para un reestreno inmejorable.

Fillol completó la épica salvada de Mario Kempes, quien se encargó de hacer los goles en el arco de enfrente y también de evitarlos en el propio (Foto: El Gráfico)

Los polacos no se rindieron con facilidad y en la segunda fecha volvieron al triunfo. En Mendoza, los “Blanquirrojos” doblegaron 1-0 a Perú con un tanto de Andrzej Szarmach y decretaron la eliminación del seleccionado incaico.

Se apagaba un poco la ilusión de jugar la final ya que el panorama no era muy alentador. Polonia debía vencer por varios goles a Brasil y esperar que la Argentina no superase a los peruanos. El “Scratch” tenía mejores chances de jugar el encuentro decisivo tras 8 años si se alzaba con la victoria.

Un tremendo tiro libre de Nelinho adelantó a los brasileños a los 13´ pero Lato lo empardó en la última jugada del primer tiempo. Una doble aparición de Roberto Dinamita (58´ y 63´) demostró que los goleadores están donde tienen que estar: 2 goles casi calcados, en los que el delantero carioca recogió rebotes de disparos que se estrellaron en el poste, para sellar el definitivo 3-1. Polonia afuera de todo y ni siquiera le quedó el consuelo de jugar por el bronce.

No obstante, se mantuvo la vara alta y se ratificó lo bueno que los polacos habían mostrado 4 años antes. Boniek apareció como el digno sucesor de Lato y el legado de buen fútbol permaneció latente. La Generación Dorada de 1972 aún daba sus frutos. Y en España también alcanzaría su punto más alto.

(Foto Principal: Ilusión Mundial blogspot)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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