Ricardo Zielinski renunció hoy por la tarde como entrenador de Racing luego de la derrota sufrida ante Unión. Venía de tres derrotas seguidas.
Ayer, luego de la derrota sufrida ante Unión por 1-0, Zielinski afirmaba que “el verdadero Racing” que quiere “es el que se vio con Independiente“. Este domingo la decisión fue otra. La derrota en Santa Fe, donde se vio nuevamente a un equipo apático y con poca generación de juego, hizo reflexionar al ahora ex entrenador académico para tomar su decisión.
La campaña de Zielinski en Racing fue irregular. Había agarrado el mando en la segunda fecha del torneo ante San Martín de San Juan, logrando una victoria por 2-0, luego de que Víctor Blanco haya echado a Facundo Sava luego de haber desperdiciado la chance de lograr la Copa Bicentenario ante Lanús y de que Claudio Ubeda haya dirigido un encuentro por Copa Argentina (victoria por 2-1 ante Olimpo), además de la primera fecha del torneo ante Talleres, con empate en uno. El Ruso estuvo en 14 encuentros con Racing, 13 por el torneo (seis victorias, dos empates y cinco derrotas) y uno por Copa Argentina, generándole un duro revés en la caída por 1- ante Gimnasia.
La victoria por 3-0 ante Independiente parecía marcar un nuevo rumbo en el funcionamiento del equipo, brindando una muy buena actuación. Pero las tres derrotas al hilo pusieron en jaque al Ruso. Una dura derrota por 4-2 ante Boca, que pudo haber sido mayor, mostraba la otra cara de la moneda de lo que fue el Clásico, y luego la caída ante Olimpo como local -donde Racing acumulaba 28 encuentros invicto- colmó la paciencia del hincha. La derrota en Santa Fe asentó las dudas del equipo, que en ningún momento mostró síntomas o creó situaciones para lograr el empate.
Así termina el año Racing, un equipo que padeció una falta de identidad durante todo el semestre, indecisiones dirigenciales, el puesto de entrenador vacante y, a esto, se le suma las críticas de los referentes del plantel hacia ciertos jugadores como “el que se quiera ir, que se vaya”. La Academia deberá pensar bien quién tomará el mando de este barco a la deriva.
