Racing Club

Crónica de una irregularidad anunciada

El semestre académico se caracterizó por la falta de juego e identidad en el equipo, indecisiones dirigenciales, salidas de referentes, malas compras, eliminado por Copa Argentina y lejos del torneo.

¿Cómo no entender este errático semestre sin recordar que sucedió luego de que Facundo Sava agarrara la dirección técnica a principios de 2016? La eliminación en octavos de final de la Copa Libertadores 2016 fue quizás el primer aviso serio de que en Racing las cosas no estaban funcionando de la mejor manera, no por la eliminación en sí, sino por el funcionamiento de un equipo que en los partidos por torneo local atacaba con muchos y defendía con pocos, mientras que en los partidos decisivos se aguantaba resultados de forma preocupante e insegura. Muchos jugadores que habían llegado a principio de año, y pedidos por aquel entrenador, caso De Paul y Vismara, terminaron marginados, casi descartados acercándose el final del primer semestre, a excepción de Lisandro López, quizás, el mejor acierto del club en el 2016.

Terminado el torneo, fuera de los primeros lugares y de la clasificación a la Libertadores, Víctor Blanco tenía decidido echar a Sava antes de la pretemporada, pero la presión mediática y las indecisiones de la dirigencia lograron ratificarlo en su cargo y además probarlo para el partido por Copa Bicentenario frente a Lanús, con tres meses de preparación. A ello, se sumó la salida de Diego Milito y Sebastián Saja, los referentes número uno del plantel que llevaron al titulo del 2014 y posterior levantada. El resultado originó perder aquel partido en el final, dándose una actuación mediocre, y Víctor Blanco echando al técnico al que no quería desde aquella eliminación con Mineiro. Y sin embargo, el torneo no había empezado.

Jugadores como Emanuel Insúa, Diego “Pulpo” González, Santiago Rosales y  Willian Candia, llegarón por recomendación del técnico saliente. Mientras que Racing seguía en la búsqueda de un entrenador, dirigido interinamente por Claudio Ubeda, se sumaron las contrataciones de Agustín Orión, Pablo Álvarez y Wilder Guisao. Ubeda sólo dirigió dos encuentros, una victoria por 2-1 ante Olimpo por Copa Argentina y la primera fecha ante Talleres por 1-1. A pesar de aquellos resultados, la dirigencia contrató a Ricardo Zielinski, quien tuvo un gran y largo paso por Belgrano de Córdoba y otros clubes, tildado de defensivo por muchos medios y una contracara de lo que Sava ofreció en su modesto paso como entrenador. La dirigencia apostó a un perfil completamente distinto, otra vez.

Los primeros partidos del Ruso como entrenador fueron aceptables en cuanto a resultados, pero no en funcionamiento, acumulando 4 partidos invicto, hasta que llegó el turno de la visita a Rafaela, donde ese andar tan dependiente de Marcos Acuña, de gran año en Racing, y Lisandro López le jugó en contra: se evidenciaron los errores en defensa y la poca conexión en el mediocampo, resultando la primer derrota de la Academia y el primer llamado de atención para Zielinski, que se asentaría al quedar eliminado por Copa Argentina ante Gimnasia por 1-0, donde a pesar de demostrar muy poco en lo futbolístico se topó con un enorme Alexis Arias quien tapo cuatro situaciones claras de gol.

Luego de una victoria ajustada ante Arsenal, llegó el turno de la visita a La Plata para lograr bajar a Estudiantes, donde a pesar de demostrar un primer tiempo muy bueno, quizás lo mejor del ciclo Zielinski en cuanto a juego, Racing cayó 2-1 gracias a un error torpe en defensa y una pésima actuación de Federico Beligoy en el arbitraje. Pero nuevamente la irregularidad primó en el accionar del equipo. Bou facturó por duplicado ante Newell´s, de quien todavía se espera que vuelva a su mejor nivel, y se logró una victoria por 2-1, pero el partido siguiente ante Huracán en el Ducó sería una nueva llamada entrante para el mundo Racing: se fue ganando por 1-0 en el primer tiempo, pero en el complemento los de Avellaneda no fueron capaces de pasar la mitad de cancha, el Globo lo empató merecidamente (a pesar que el gol del empate evidenció una clara plancha hacia Pablo Álvarez) y el malestar no sólo se notó en el hincha, sino en el capitán del equipo durante y luego del partido en conferencia: “En general no le estamos encontrando la vuelta más allá de que uno de los puntos es que el equipo se mete atrás sobre todo en los segundos tiempos“.

Declaraciones encontradas del capitán, rumores de peleas entre referentes y un técnico cuestionado dejaron en jaque a Racing, sumado a que se venía el Clásico ante Independiente y a pesar de todo no estaba lejos de la pelea por el campeonato. El partido ante Independiente fue el mejor de la Academia durante el año, tal vez no hay que olvidar el momento por el que pasaba el Rojo para analizar ese partido, pero Racing goleó por 3-0 y el resultado pudo ser mayor si no fuese por Martín Campaña, donde la defensa central no dejó avanzar a los delanteros rivales, los laterales subían con criterio, el doble cinco presionó durante los noventa minutos y se vio la mejor imagen de Gustavo Bou y Lisandro López como pareja de ataque. Pero aquel partido significó una maldición.

Aquella imagen de un equipo que fue al ataque y no se cansó de presionar ante Independiente, se escabulló por completo en los últimos tres partidos del año que significaron derrotas dolorosas. La visita ante Boca por 2-4 fue la antítesis total del partido anterior, donde si no fuese por Lisandro López pudo haber terminado con 3 goles más para los Xeneizes. A la fecha siguiente, Olimpo rompió con un invicto de 29 partidos invicto para Racing, quien cayó por 0-2, desaprovechó un penal y volvió a demostrar falencias muy serias durante todo el encuentro.

Asomaba el último partido del año y durante la semana previa, nuevamente Lisandro López deslizó la frase más dura que pudo haber sido escuchada en los últimos años en Racing: “el que tenga ganas de irse, que se vaya“. ¿Conclusión? Casi con un mix de titulares y suplentes, ya que Oscar Romero (de muy bajo rendimiento en este semestre) y Nicolás Sánchez fueron vendidos, y algunas lesiones, Racing dio pena en Santa Fe, nuevamente, y cayó por 0-1. Zielinski renunció al día siguiente y se dio cuenta que no le pudo encontrar la vuelta al plantel.

Este semestre se caracterizó por las irregularidades en los resultados y el bajo rendimiento de varios futbolistas: Agustín Orion llego para ocupar el puesto de un referente como lo fue Saja, y a pesar que su rendimiento no fue malo se espera un poco más de él. La ida de Luciano Lollo a River evidenció que falto un líder en aquella defensa, donde Sánchez y Vittor presenciaron más malas que buenas y el nivel de los lateral fue de una categoría inferior. Luciano Aued y Ezequiel Videla jamás volvieron a ser los del campeonato del 2014, y principalmente las actuaciones del “Luli” dieron aviso en varios partidos de que pudo ser tranquilamente suplente en muchos partidos. Francisco Cerro no volvió  a demostrar su buen rendimiento como en 2015 y Diego González todavía no demostró los más de dos millones de dólares que Racing depositó por él. Gustavo Bou está lejos de un nivel aceptable, pero las actuaciones de Lisandro López y Marcos Acuña han hecho que este equipo esté donde está: entrega, sacrificio y especialmente criterio y determinación, llevando a que el último haya sido convocado para jugar en la Selección Argentina. Casos más que raros fueron los de Wilder Guisao y Willian Candia, el primero jugó sólo 3 encuentros mientras que el otro apenas estuvo sentado una vez en el banco de suplentes y no ingresó un sólo minuto, rescindiendo sus contratos.

Hace sólo dos días Diego Cocca, técnico campeón con Racing en el 2014, fue elegido por la dirigencia para agarrar la batuta del equipo. Ya no están ni el referente máximo de aquel equipo, Diego Milito, ni la seguridad de un defensor central como la que brindaba Luciano Lollo en el fondo ni el sacrificio interminable de Ezequiel Videla en el medio, quien luego de una pubalgia a fines de 2014 no volvió a ser el mismo. Son pocos los jugadores que podrán llegar en este mercado y, a pesar del aval positivo que tiene con el hincha, tendrá que reacomodar a un equipo que tiene condiciones para no caer en picada, pero que en este segundo semestre no lo demostró. Experiencia no le falta.

 

Foto: diariopopular.com.ar

 

Ayrton García

Mi nombre es Ayrton García, tengo 25 años y soy Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en UADE. Conocí EL Rincón del Fútbol gracias a unos amigos de la facultad, que actualmente trabajan para este medio y me acercaron la propuesta, sintiendo que puedo aportar mucho para la misma y brindándome grandes posibilidades de crecimiento. Soy el encargado de cubrir a Racing, club del cual soy hincha y, en lo laboral, me identifica junto a su clásico rival, ya que formé parte de la producción radial de un programa en el que se habla de ambos. Cubrir a este grande del fútbol argentino es un gran desafío, así que espero poder brindar información útil y concisa.

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