Italia y Alemania igualaron 0-0 en un partido con poco vuelo futbolístico, en el que ambos conjuntos aprovecharon para probar alternativas tanto tácticas como nominales. Fue su primer empate sin goles desde el año 1996.
En San Siro se midieron dos potencias históricas en busca de afianzar y a su vez poder observar algunos futbolistas jóvenes para comenzar a integrarlos. Ambos plantearon esquemas similares, con una línea de tres hombres en el fondo, y cuatro volantes, aunque el local usó arriba tres puntas puros como Éder, Andrea Belotti y Ciro Immobile mientras que Joachim Löw se inclinó por volantes ofensivos centralizados como Leon Goretzka e Ilkay Gündogan acompañando a Thomas Müller. Los dos equipos buscaron la pelota en el inicio de la primera parte, pero fue el conjunto italiano el que se vio más firme en el campo. La primera ocasión fue un tiro muy lejano de Daniele Rugani, enviado al córner por un Bernd Leno que no quiso complicarse. Alemania contestó unos minutos más tarde mediante un intento tibio de Leon Goretzka, bien contenido por Gianluigi Buffon. En el reparto del protagonismo, el que seguía saliendo más favorecido era el elenco local, debido a que su presión era más efectiva y lograba ser un equipo más fluido con el balón en los pies. Daniele De Rossi ubicó con un pase largo a Immobile, que tras una buena diagonal no pudo definir correctamente ante la salida de Leno. Luego de esta oportunidad, los alemanes comenzaron a despertarse y respondieron con un par de avances: primero Müller envió un centro venenoso que Buffon cortó justo antes que Gündogan llegase a empujar, luego fue el futbolista de Manchester City quien combinó con Müller para que este dispare a las manos del arquero. En esos últimos minutos, los germanos siguieron hallando espacios entre las líneas italianas. En la combinación más peligrosa, un gran pase atrás de taco por parte de Goretzka halló a Müller entrando de frente, pero el remate furibundo del hombre del Bayern Múnich fue bloqueado por Rugani.
En la segunda parte hubo un letargo predominante durante la mayoría del trámite, que ninguno de los dos conjuntos iba a poder terminar de quebrar. El partido se sacudió un poco con dos acciones consecutivas, una por lado, que generaron polémica. En un avance local en el que Belotti recibió de espaldas, fue derribado por Jonathan Tah en el límite del área, sin embargo el juez decidió omitir esa falta. Por el lado alemán, Joshua Kimmich asistió al ingresado Kevin Volland para que éste ponga el 1-0, pero su tanto fue anulado por una posición adelantada inexistente. A medida que los minutos corrían, se vio a una Italia más metida en el juego, beneficiada por los cambios que hizo Giampiero Ventura. En una réplica, Immobile recibió con espacios y puso un pase atrás desde el vértice izquierdo del área para la llegada limpia de Federico Bernardeschi -uno de los sustitutos-, quien remató muy débil a la manos de Leno. El dueño de casa volvió a encontrar espacios por ese sector, ya que el volante de la Fiorentina iba a habilitar a Immobile unos minutos más tarde y el delantero, luego de recorrer unos metros, sacó un remate colocado al segundo palo que se le fue algo desviado. En la última, también para la Azzurra, Belotti recibió en el área, giró ante Shkodran Mustafi y metió un tiro rasante que dio de lleno en el poste derecho de Leno. El juez pitó y este encuentro “de prueba” se fue con un 0-0 bastante pobre del que tanto Löw como Ventura podrán sacar algunas conclusiones de cara al futuro, pero que en materia de entretenimiento futbolístico dejó mucho que desear.
Foto destacada: Getty images