Una tarde de domingo espectacular para quienes fueron a alentar a Real Pilar y para quienes debían jugar.
El clima estaba ideal para desplegar el mejor fútbol del ascenso: el fútbol monarca. El cotejo comenzó con un equipo local muy activo, generando situaciones de gol al instante. Una de las jugadas claras fue la que pegó en el travesaño, luego de una gran jugada individual de Chambi.
Aunque no debieron esperar mucho para que se abriera el arco a los de Pilar. En el minuto 11, Chimelli no falló con un gran cabezazo al segundo palo de Sendin, que puso 1 a 0 arriba al conjunto monarca. Alem sufrió desde el comienzo. Real Pilar atacó por todos lados, dejando sin respiro a la defensa visitante. Los dirigidos por el Lobo Cordone, quien observaba el partido desde atrás del alambrado, no encontraron ideas ni espacios para lastimar al rival. Quisieron, buscaron pero la pelota siempre estaba en los pies de algún jugador monarca. Con el juego de Schonfeld asociado a Pérez y Chambi, Real Pilar fue en busca de aumentar la diferencia en el resultado. El tiro libre de Chambi, en el minuto 31, pasó muy cerca del primer palo de Sendin. Por ende, el primer tiempo terminó con la victoria parcial del local por 1 a 0.
En la segunda etapa, Alem pareció salir más despierto al campo de juego pero no duró mucho. A través del cabezazo de Schonfeld, Real Pilar estuvo cerca de convertir el segundo a los 8’, pero Sendin logró controlar el balón. La visita tuvo escasas oportunidades de gol, sin posibilidad de igualar el encuentro.
El partido fue perdiendo intensidad aunque Real Pilar demostró en cada jugada estar un escalón por encima de Leandro Alem. Cada jugador que ingresó en el equipo comandando por Arrotea, respondió de la misma manera que el que jugó desde el arranque. La idea de juego y la calidad con la que la ejecutan, es igual en cada uno de sus integrantes.El monarca venció merecidamente a un Alem sin mucha idea y con mucho pelotazo en un campo de juego que se prestaba para hacer rodar el balón, algo que Real Pilar sabe hacer muy bien.
Informe y fotografía: Carla Brignolo
