Boca festejó en el Súper el sábado, pero empieza la semana con intranquilidad. A los jugadores golpeados en el amistoso y la posible lesión de Espinoza, se le sumó la amenaza de bomba el domingo, en la Bombonera.
El conjunto de los melli Barros Schelotto se quedó con superclásico amistoso en San Juan, aunque no todo iba a ser alegría. Pasando los 20 minutos de la primera parte, Paolo Goltz tuvo que abandonar el campo de juego por un corte en el pómulo, tras un fuerte choque con Barboza. Además, Fernando Gago tuvo un golpe faltando 15 minutos para el cierre del encuentro, el cual le provocó una leve pérdida de conocimiento, por lo que debió ser reemplazado. Al salir de la cancha, el capitán xeneize le dijo al DT: “No sé dónde estoy”.
Sin embargo, se descartaría que ambos jugadores tengan mayores complicaciones, por lo que podrían estar presentes en la reanudación del Torneo, después de la fecha de Eliminatorias. El que no corrió con la misma suerte fue Cristian Espinoza. El reciente refuerzo, hacía su debut en el superclásico, cuando a los 41 minutos del primer tiempo sintió un pinchazo en el posterior izquierdo, de manera que pidió el cambio inmediatamente.
En el primer parte médico oficial, se determinó que podría ser una distensión. Sin embargo, el delantero será examinado en estas horas por los médicos del club, para confirmar la lesión y si podrá retomar las prácticas. En relación al resto del plantel, volverán a entrenarse mañana en Casa Amarilla, mientras que los jugadores afectados a sus respectivas Selecciones, se reincorporarían el jueves.
Por otro lado, las preocupaciones fueron más allá de lo deportivo. El domingo, pasado el mediodía, se sembró el caos en la Bombonera, tras recibir una amenaza de bomba. El club suspendió de inmediato todas las actividades, menos el clásico femenino que se estaba disputando en Casa Amarilla, y decidió evacuar al personal. La Policía asistió al lugar acompañado por el cuerpo de explosivos, para finalmente comprobar que había sido sólo un susto.
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