Empate clásico

Arsenal lo ganaba con un gol en contra, pero un penal dudoso le permitió al Tottenham igualárselo al inicio de una segunda parte donde ninguno de los dos fue capaz de quebrar la igualdad. Los de Wenger resignaron la punta a manos de Chelsea, mientras que la visita ya acumula cuatro empates en fila.

El Emirates Stadium recibía un nuevo clásico del norte de Londres. El local llegaba con pretensiones de mantenerse en la punta, mientras que los Spurs llegaban al duelo con tres empates consecutivos y buscaban un triunfo que los devuelva a la pelea. El inicio fue muy parejo, con la pelota repartida aunque mayormente manejada por la visita mientras que el local no se terminaba de asentar en la mitad de la cancha. La primera ocasión del cruce fue para el conjunto de Mauricio Pochettino: Christian Eriksen buscó a Harry Kane con un centro desde tres cuartos de cancha, éste se anticipó a los centrales y su cabezazo en plancha salió apenas afuera. Después de los veinte minutos de juego se vio a un Arsenal más peligroso en posesión, sin embargo las que jugadas que elaboró no terminaron de ser de riesgo para la valla de Hugo Lloris por alguna mala decisión en los pases claves o a la hora de disparar. Recién en la media hora apareció una clara para el anfitrión, momento en el que Mesut Özil encontró a Alexis Sánchez, quien esperó la llegada de Alex Iwobi y lo habilitó, mas el nigeriano definió débil ante el arquero visitante. A partir de esa posibilidad los Gunners comenzaron a gobernar el partido, provocando algunos errores en el fondo visitante. Granit Xhaka encontró al espacio a Theo Walcott y el inglés sacó un disparo furibundo directo al palo izquierdo de Lloris, que después Özil no pudo capitalizar en el rebote. El elenco de Arsène Wenger, ya superior en el trámite, encontró el gol tan esperado a tres minutos del descanso. Özil ejecutó un tiro libre con mucho efecto que Kevin Wimmer, en el afán de despejar, cabeceó contra el primer palo de su arquero. La ventaja le llegó primero al local y con ella el delirio de casi todo el Emirates.

En la segunda parte, cuando todavía no se rearmaba el trámite, Mark Clattenburg pitó un penal dudoso de Laurent Koscielny sobre Moussa Dembelé, que pareció proponer el contacto ante el central francés. Esto fue aprovechado por Kane, que ejecutó con tranquilidad para poner el 1-1 y celebrar con gol su vuelta a las canchas tras un mes y medio. Los Gunners, confundidos tras la igualdad, concedieron algunas facilidades en defensa que la visita pudo haber aprovechado. Eriksen recogió un rechazo corto de Shkodran Mustafi y probó a Petr Cech, que respondió de gran manera. En otra oportunidad para los Spurs, un cierre providencial de Nacho Monreal evitó lo que pudo haber sido el segundo tanto de Kane. Este buen momento de Tottenham se fue aplacando y de a poco Arsenal volvió a manejar las acciones, aunque no llevó el peligro del que sus hombres de arriba son capaces. Ese lapso favorable se inició con un centro de Iwobi se fue cerrando y si bien no encontró a Xhaka, debió ser despejado a córner por Lloris antes de que se le metiera en el arco. Minutos más tarde, Alexis profundizó con Özil, aunque el alemán recibió con Lloris encima, quien le quitó la posibilidad del tanto. Un disparo de Aaron Ramsey, que ingresó por Francis Coquelin, y una incursión de Héctor Bellerín en el área que culminó con un remate bloqueado fueron otras aproximaciones de los de Wenger, que no estuvieron finos para transformarlas en peligro concreto. La última del partido estuvo del lado de los Spurs, mediante un tiro libre de Eriksen que cruzó toda el área sin ser tocado por nadie y dio en el palo cuando Cech, que había salido en falso, ya estaba vencido. Arsenal tuvo una arremetida final, pero sus intentos por llevarse los tres puntos fueron inútiles. Quedó todo igualado en el Emirates y ambos se fueron disconformes: los Gunners perdieron el liderazgo y no ganan el un derby liguero desde marzo del 2014, mientras que los Spurs sumaron otra igualdad y siguen sin poder meterse en la pelea por la Premier.

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