Liverpool se llevó una sorpresa gigante por parte de los Swans, que lo derrotaron por 3-2, le quitaron el invicto de local y pueden dejarlo a diez de la punta si mañana Chelsea gana. Llorente había puesto arriba a los galeses mientras que los de Klopp se recuperaron de la mano de Firmino, pero Sigurdsson apareció y terminó dándole a su equipo una victoria crucial.
El público que copó Anfield esperaba ansioso una victoria de su Liverpool que le permita seguir expectante en la pelea por la Premier League. La situación era propicia porque quien llegó al campo de los Reds era un urgido Swansea, hasta ese momento último en las posiciones, que sin embargo iba a dar de qué hablar. Como era de esperarse, el dueño de casa manejó las acciones en el inicio y estuvo cerca de ponerse arriba cuando Emre Can cabeceó por arriba un centro de Jordan Henderson. Poco después, Roberto Firmino gambeteó a un defensor y sirvió a Adam Lallana, que con una chilena espectacular estuvo a punto de poner el primer tanto del juego. Luego los quince minutos iniciales, la visita se acomodó y dio un aviso: Tom Carroll se filtró en la defensa local y sacó un centro que tras desviarse dio en el poste derecho de Simon Mignolet. Swansea se mostró ordenado, sobre todo en la etapa final del primer tiempo, y frustró los avances de un elenco de Klopp algo desorientado en su forma de atacar. Ni Philippe Coutinho ni Lallana pudieron pesar, por lo que los Reds extrañaron el desequilibrio de Sadio Mané -ausente por estar involucrado en la Copa África-.
La reanudación le cayó como anillo al dedo a un encuentro que hasta ahí era anodino y cobró vida con un vendaval de goles. La sorpresa para más de uno es que fueron los Swans los que se aventajaron a través de su goleador, Fernando Llorente. A los dos minutos del complemento, el español tomó una pelota bajada por Federico Fernández tras un córner y empujó a la red. Cinco minutos más tarde, un centro preciso de Carroll halló al ex Athletic Club de Bilbao, que decretó el 2-0 y su doblete personal a través de una magnífica elevación. Sin embargo, Liverpool no se quedó y rápidamente consiguió descontar mediante una maniobra similar: James Milner recibió un cambio de orientación y le puso un envío exacto a Firmino para que, de cabeza, el brasileño acortase distancias. Pasada esa ráfaga de goles que trajo el inicio de la segunda parte, fueron los Reds los que se arrimaron al arco galés, aunque Swansea siguió actuando correctamente en fase defensiva e incluso volvió a avisar con un balón parado que Alfie Mawson casi transforma en el tercer gol. No obstante, esa defensa sucumbió a veinte minutos del final cuando Georginio Wijndalum le ganó a Fernández en un balón largo y asistió a Firmino, que paró la pelota de pecho para luego definir con un zurdazo lleno de jerarquía.
El elenco de Klopp parecía perfilado a llevarse el duelo, pero este loco encuentro regaló una última sorpresa. Cinco minutos después del empate local, el cuadro galés elaboró un avance que le iba a terminar dando el partido. Una combinación entre Leroy Fer, Llorente y Carroll derivó en un rebote tomado por Gylfi Sigurdsson, cuya aparición por el lado opuesto no fue vigilada, y éste no perdonó. La impotencia y la desesperación comenzaron a adueñarse del local Daniel Sturridge y Divock Origi, quien tuvo una chance importante ni bien ingresó, denegada por Lukasz Fabianski. Cerca del epílogo, Lallana tuvo el empate en dos ocasiones dentro de la misma jugada. Primero, un rebote raro tras pelear el balón en el área dio en el travesaño y luego el internacional inglés cabeceó por arriba un posterior envío de Sturridge. El duelo se consumió y dejó una derrota inesperada y dolorosísima para Liverpool, cuyas pretensiones de título pueden verse muy afectadas en caso de que mañana Chelsea gane. Del otro lado esta victoria es invaluable para Swansea, su primera en Anfield desde que compite en Premier League, que además lo deja momentáneamente fuera de la zona de descenso.
Resumen del partido:
https://www.youtube.com/watch?v=qZdZkryJhZU
Foto destacada: Goal.com
