Manchester City vapuleó 3-1 a Everton en Goodison Park y quedó, aún con siete fechas por disputarse, a sólo una victoria del título. Si le gana a Manchester United en el Etihad, el equipo de Pep Guardiola se alzará con la Premier League.
Restan todavía seis fechas, pero la noticia destacada de esta jornada 32 en Inglaterra es que la liga está cerca de definirse. Sí, estos Citizens de insaciable ritmo ganador pueden lograr que una campaña de Premier League se defina a principios de abril. Y es que con su victoria del sábado en Goodison Park ante Everton, Manchester City ha quedado a una sola victoria de llegar al objetivo. El elenco skyblue, sin el lesionado Sergio Agüero pero con Nicolás Otamendi entre los once, definió la historia con un primer tiempo sublime en donde redujo al rival a la mínima expresión a puro fútbol, yéndose al vestuario 3-0 arriba. La cuenta la abrió Leroy Sané a los cuatro minutos, rematando de gran manera un centro de David Silva, mientras que a los doce un ataque directo perfectamente construido por el propio Sané y Kevin De Bruyne culminó con un cabezazo a la red de Gabriel Jesús, quien logró reemplazar muy bien a Agüero. El control del partido de los de Pep Guardiola fue total, y en eso tuvo mucho que ver un Silva espléndido, involucrado de lleno en la construcción, finalizando él mismo alguna que otra jugada y proveyendo a sus compañeros de pases ventajosos. A los treinta y siete minutos, el asturiano le sumó una asistencia a toda esa labor: inició la jugada en su campo, generó el espacio para que Fernandinho lo encontrara sobre la izquierda y le sirvió el 3-0 a Sterling, quien llegó libre por el segundo palo.
Tras ese recital de los de Manchester, la segunda parte estuvo más vinculada al control de la posesión sin dañar tanto a un Everton aturdido. No obstante, la pegada de Fernandinho estuvo cerca en dos ocasiones de establecer un cuarto gol, uno evitado por una gran reacción de Jordan Pickford y otro muy cerca del ángulo derecho del arquero. Pasado el cuarto de hora de ese complemento fueron los Toffees los que, en uno de sus primeros intentos, llegaron al descuento: el congoleño Yannick Bolasie un balón a la altura de la medialuna y, casi sin recorrido, sacó un derechazo rasante que pegó en el poste antes de cruzar la línea de gol. A pesar de acortar la distancia, el local jamás estuvo cerca de comprometer la victoria del líder del torneo, que llegó a cinco triunfos al hilo y mantiene 16 puntos de distancia frente a Manchester United, a quien recibirá en una semana para intentar coronar esta enorme campaña, ya que de ganar asegurará el campeonato ante su gente y el máximo rival, algo inédito en su historia. Igualmente, primero estará en el camino el duelo por Champions ante Liverpool.
No se quiere bajar de la lucha
En el lejano puesto de escolta está ubicado un Manchester United que tampoco tuvo demasiados problemas para sacarse de encima a Swansea. Con lo hecho en la primera parte le bastó a los de José Mourinho, que se adelantaron a los cinco minutos por intermedio de su goleador Romelu Lukaku, que alcanzó los 17 goles en Premier. El belga fue el eslabón final de una buena jugada por dentro del local al recibir de Alexis Sánchez en el área y desenfundar un zurdazo imparable para Lukasz Fabianski. Los Red Devils estuvieron muy aplicados en el primer tiempo y llegaron al tanto del 2-0 a la postre definitivo gracias a una buena definición de Sánchez al ser asistido por Jesse Lingard. Ya en la segunda parte un buen tramo de valentía del visitante pudo haberles significado el descuento, pero David De Gea apareció y le negó en dos ocasiones el gol a Tammy Abraham. Del otro lado, Lukaku pudo haber sellado su doblete pero Fabianski pudo responder esta vez. Este 2-0 representa la cuarta victoria al hilo en liga para el United, que sin embargo puede sufrir la semana que viene en su visita al Etihad, en donde su acérrimo rival buscará darle la vuelta olímpica en las narices.
Spurs y un golpe clave en el duelo londinense
Pasando a lo que es la pelea por entrar a la próxima Champions, el Tottenham de Mauricio Pochettino se llevó un duelo clave para sus aspiraciones, dándole vuelta la tortilla a Chelsea en su propia casa. La historia en Stamford Bridge comenzó favorable al local, que se mostró superior en el inicio y logró la ventaja gracias a una falla del arquero Hugo Lloris. Se jugaba media hora del primer tiempo cuando una mala salida del capitán de los Spurs ante un centro de Víctor Moses le facilitó el gol a Álvaro Morata, quien se impuso en las alturas y cabeceó con el arco vacío. No obstante, el visitante reaccionó al tanto recibido y logró golpear en un momento clave. En tiempo de descuento de la primera mitad, Christian Eriksen hizo gala de su clínica pegada sacando un derechazo lleno de veneno que dejó boquiabierto al hoy titular Wilfredo Caballero para decretar el 1-1. Esto fue el punto de inflexión, porque los de Pochettino dominaron el segundo tiempo y se hicieron con la victoria impulsados por una ráfaga de Dele Alli. A los diecisiete, un enorme pase largo de Eric Dier encontró la corrida del volante, cuyo control y definición ante la salida de Caballero fueron excelentes. Cuatro minutos después, Eriksen asistió de gran manera a Son-Heung Min, quien no pudo ante Caballero en dos ocasiones, pero allí estuvo Alli nuevamente para asegurar la victoria de los Spurs. Fue 3-1, tres puntos claves en la lucha por entrar a Champions -Tottenham está cuarto y le saca ahora ocho de distancia a los Blues- además de un resultado histórico, ya que los Spurs no ganaban en Stamford Bridge desde 1990. Otra tarde para disfrutar de los de Pochettino.
Salah rescató a los Reds en Selhurst Park
En esa reñida disputa por quién entra a la próxima Champions League, un Liverpool que tiene también la cabeza puesta en el duelo ante Manchester City por la edición actual de aquel torneo se sostuvo en el tercer puesto con una victoria ante Crystal Palace en Selhurst Park a poco del epílogo en lo que fue el partido número 100 de Jürgen Klopp a cargo del equipo de Merseyside. La historia comenzó complicada para los Reds debido a que un torpe penal del arquero Loris Karius sobre Wilfried Zaha le permitió al local ponerse en ventaja por intermedio del serbio Luka Milivojević, cuya efectividad desde los doce pasos es bastante alta -lleva siete convertidos sobre ocho-. Con el 0-1 consumado, Liverpool se puso manos a la obra en busca de un empate que llegó recién al comienzo del complemento. Sadio Mané, que había tenido la más clara antes y luego pudo haberse ido expulsado por una mano intencional estando amonestado, llegó en posición de centrodelantero y conectó a la red un centro de James Milner. Los de Merseyside también sufrieron, porque Christian Benteke tuvo en dos oportunidades la chance de aplicar la ley del ex, pero la mira del belga estuvo desviada. No así la de Mohamed Salah, que continúa desplegando la mejor forma anotadora de su carrera. La chance le llegó al egipcio mediante un envío de Andrew Robertson, y éste se sacó de encima con frialdad al defensor para marcar el 2-1 de derecha. Triunfo agónico que mantiene a los de Klopp, que han ganado cinco de los últimos seis partidos ligueros, prendidos en el tercer lugar -aunque disputaron un juego más-. Ahora, la mira red apunta hacia el City en el mano a mano por Champions.
Los Gunners se aprovecharon de Stoke City
Cierra este repaso el más flojo de los seis animadores en esta campaña, un Arsenal muy lejos de puestos de Champions y que parece más enfocado ahora en ganar la Europa League acortó un poco más las chances de supervivencia de Stoke City con un 3-0 que costó más de lo que el marcador refleja. Es que el partido se le hizo cuesta arriba a unos Gunners incapaces de generar demasiado peligro durante la tarde de hoy. Un tiro en el travesaño de Aaron Ramsey tras una confusión en el área fue todo lo que los de Arsène Wenger lograron durante el primer tiempo, y la cosa no cambió demasiado en el segundo. Tras una chance de Nacho Monreal para el local, Stoke respondió mediante Xherdan Shaqiri, sin embargo la suerte de unos Potters sumidos en el descenso volvió a ser adversa. A quince del final, Bruno Martins-Indi bajó en el área a Mesut Özil y el árbitro Craig Pawson señaló penal. Pierre-Emerick Aubameyang se hizo cargo de la ejecución mostrando mucha calma y abrió la cuenta para los londinenses, que más tarde se despacharon con dos más. Un segundo del gabonés, rematando de volea una peinada de Shkodran Mustafi en el primer poste precedió al 3-0 final, marcado por Alexandre Lacazette. El atacante francés que retornó hoy de una lesión de rodilla que lo tuvo fuera un mes y medio, fue empujado torpemente por Badou Ndiaye dentro del área y él mismo, con la autorización de Aubameyang, se encargó de establecer cifras definitivas para un Arsenal que, lejos de todo objetivo en liga, llegará de buen ánimo a su compromiso de Europa League.
Foto destacada: Mancity.com (@ManCity)
