Primera B

Poco pan, mucho circo

Talleres de Remedios de Escalada y Deportivo Español vivieron ayer un mal momento. Germán Bermúdez, árbitro del encuentro suspendió el mismo por varios motivos, ganó la violencia y la poca paciencia.

En cuanto al partido en sí, duró muy poco. Tan sólo se lograron ver 12 minutos de fútbol entre el ‘Rojo’ y el ‘Gallego’, el resto puro autoritarismo por parte de Bermúdez.

Balas de goma fue lo primero que se escuchó en las afuera del estadio, el partido se detuvo. Desde la tribuna se logró ver como la policía montada comenzó a correr a (según comunicado oficial) hinchas de la visita que intentaron ingresar, cuando en realidad el encuentro no era con ambas parcialidades. Por otra parte desde adentro, hinchas de Talleres, tomaban lo que encontraban (vallas, hierros de andamio y madera) para salir y darle batalla a los de Español. La cantidad de estruendos de balas fue tal, que ambos planteles quedaron cercanos al túnel de los vestuarios para resguardarse.

Hasta aquí lo “normal”, los mismos brutos de siempre. Pero eso no fue todo, el reloj marcaba las 20.05, parecía que el tumulto ocurrido afuera ya fue controlado y ambos equipos se disponían a jugar. Es éste el momento en el que Germán Bermúdez tomó la posta y se llevó la mirada de todo Escalada.

El árbitro del encuentro habló con el jefe del operativo, que le indicó que el partido no se podía jugar. Luego de esto, los jugadores volvían a plantarse tácticamente en la cancha, mientras los capitanes insistían en jugar.

Amagando en reiteradas veces a irse del campo, Bermúdez entraba y salia de la boca del túnel incitando a los jugadores a retirarse. Estos se negaron una y otra vez, hasta que aceptaron. Talleres aplaudió a los hinchas que se habían quedado y fueron directo a vestuarios.

¿Qué pasó que no se jugó?

Desde tempranas horas de la tarde, el establecimiento de Talleres, no contaba con energía eléctrica suficiente para encender los reflectores del estadio, ya que la TV era el proveedor y contaba con su grupo electrógeno dañado. La institución notificó al juez, que aceptó jugarlo igual. Con la condición que se alquilara un grupo electrógeno. Una falta de profesionalismo total por parte del cuerpo arbitral.

Porque claro, Bermúdez nunca tuvo en cuenta que quizá el grupo electrógeno podía llegar tarde. La noche caía en Remedios de Escalada y todos los fanáticos del local se tuvieron que ir sin haber visto siquiera un tiempo de juego.

Lo más irónico, sucedió literalmente un minuto luego de la suspensión total del encuentro. Cuando el grupo electrógeno llegó e iluminó al estadio y el público presente se ilusionó con ver la pelota rodar, pero no sucedió.

El partido aún no cuenta con fecha para su continuación, restan 78 minutos por jugar.

Joaquin Aranda (@joaquindenos) / Imagen: Captura de TV (TyC Sports)

Te puede interesar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *