En Parque Patricios, Huracán cayó derrotado ante Newells por 1 a 0, donde el partido tuvo un nivel bajíisimo y con pocas situaciones de gol. Una jugada aislada le permitió a Nacho Scocco marcar el gol con un remate lejano. Hector Paletta fue juez y protagonista por una insólita situación.
La tarde en el Palacio Tomás Adolfo Ducó se presentaba con obligaciones para ambos, el Globo quería despegarse de una vez por todas de la tabla del descenso y los rosarinos llegar a la punta, al menos hasta que mañana juegue el líder Boca.
En el inicio del partido, el local tuvo una mejor intención, con el movedizo Romero Gamarra intentando enlazar con Mariano Gonzalez ó Julio Angulo, pero faltaba profundidad para lograr complicar.
En la visita, la pelota no le llegaba a Formica y era dificil de esa manera.
Llegó el minuto clave: el 29, donde Romero Gamarra, luego de eludir a Formica, entró al área donde Néstor Moiraghi lo recibió con una barrida. No lo tocó, pero el jugador de Huracán cayó y reclamó penal como todos sus compañeros y todos los hinchas. El clima se desnaturalizó en las tribunas y comenzaron los cánticos contra Héctor Paletta .“Vamos a matar un referí” era la canción que entonaban los hinchas del Globo. Ante esta situación, el juez amagó con suspender el partido, que se demoró durante 7 minutos, y lo reinició con la condición de que si se volvía a cantar una amenaza tal, lo suspendería definitivamente.
Creo que es un peligroso precedente para lo que viene, ya que hay una delgada linea entre interpretar lo que se dice en una tribuna y tomar sanciones en base a eso. La seguridad del árbitro, así como todas las personas que participan del evento deportivo, deben estar garantizadas siempre, y no dependiendo lo que se cante en una tribuna. Con el clima caldeado, se retomó el partido y aunque no hubo situaciones de riesgo, los hinchas cantaron irónicamente el nombre del árbitro “Paleeetta, Paleeetta”.
En el Segundo tiempo, ya un poco más tranquilos, nuevamente Newells, en deuda con el nivel de juego, lo mostraba inferior al local, que siempre exhibió una mejor intención de ir a ganarlo, sólo llovieron unos centros en el área de Luciano Pocrnjic.
Otra vez, en el minuto 29, pero de esta etapa una aproximación de los de Diego Osella, una linda pared entre Formica e Ignacio Scocco, entrando en diagonal de izquierda a derecha, sacó un remate que apenas se desvió en Nervo y marcó el único tanto del partido.
Un enorme premio para el Rojinegro, que puede tener poco nivel de juego, pero la solidez esta siendo su mejor arma (5to partido con la valla invicta) y el talento de sus referentes.
Foto : @canoboficial
