En un ida y vuelta sorprendente, en primera instancia el partido entre Defensa y Justicia – River Plate iba a jugarse este domingo con hinchas visitantes. De esta forma, el club local aumentaría sus ingresos en un millón de pesos adicionales pero, el pasado martes todo dió marcha atrás. Al mediodía se hacía oficial, el titular de la APREVIDE, Juan Manuel Lugones, dijo que “el partido iba sin visitantes”. Es de público conocimiento que la interna en la barra de River está caliente, con tres de sus líderes procesados, son un problema trasladarlos a cualquier estadio. Queda en claro que la APREVIDE esperó que los clubes se pusieran de acuerdo. River no se movió y la carga organizativa superó al club de Varela. Como consuelo, José Lemme, presidente de Defensa, evaluó que “los hinchas de Defensa deben estar contentos de que se juegue en Varela”. Por otro lado, Rodolfo D’Onofrio aseguró que nadie de la provincia le informó que iba a haber visitantes. “Simplemente tengo que decir que el día que la provincia y las autoridades digan que se pueda ir será porque se habrán tomado todos los recaudos”, dijo el presidente del club de Núñez.
La noción de otredad es habitual en filosofía, sociología, antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento del Otro como un individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. Al reconocer la existencia de un Otro, la propia persona asume su identidad. La otredad no implica que el Otro deba ser discriminado o estigmatizado; por el contrario, las diferencias que se advierten al calificar al prójimo como un Otro constituyen una riqueza social y pueden ayudar al crecimiento de las personas.
Queda claro el retroceso cultural en el cual el fútbol argentino se encuentra, sin la presencia de los visitantes hay algo que le falta al hincha para configurar su identidad, el otro hincha, del otro club, del otro color. Es por ello que la problemática excede las decisiones gubernamentales en materia de seguridad para incluir a todos los hinchas, locales y visitantes dentro de un mismo estadio. El problema es cultural. No nos toleramos, estigmatizamos al otro, lo discriminamos hasta matarlo. Una sola canción de la hinchada de River sirve como ejemplo: “Vamos campeón, vamo’ a ganar, donde juegues, vamos a estar, te alentaré desde el tablón, te quiero ver salir campeón, Yo soy del gallinero!!!… porque tenemos huevos!!!… corrimo’ a los del Rojo, también a los bosteros, Yo te sigo a todas partes millonario, yo te vengo a alentar!!!. Los corrieron a todos, los sacaron, los quitaron, los borraron, están a punto de matarlos, ¿Por qué será que nadie quiere a los hinchas visitantes?
Me encantó Diego! que buena reflexion!
Gracias tocayo.
Lentamente empezamos a tomar como normales cosas que no lo son; increible que ya no podamos ir a la cancha.
Buen análisis Diego! ¿Tendremos solución?
Gracias Daro.
Muy buena tu reflexión. Felicitaciones.
Gracias Claudia.