Los “Tres Leones” volvieron a rugir y Brewster se llevó otra pelota para su casa. La “Furia” terminó con el vuelo de unas “Águilas” que metieron un gol fantasma.
Inglaterra superó 3-1 a Brasil en Guwahati y por primera vez en su historia disputará la final de una Copa del Mundo Sub 17. Como en los cuartos de final, otra vez apareció Rhian Brewster para facturar por triplicado y erigirse como el nuevo “wonderkid” (su pase pertenece a Liverpool).
Los británicos se adelantaron en el marcador a los 10´ con la primera aparición del delantero de los “Reds”. El “Scratch” lo emparejó 11 minutos más tarde por intermedio de Wesley. Pero Brewster volvió a gritar 2 veces más (39´ y 77´) con esos “goles de goleadores”: estuvo donde tenía que estar para mandar un pase a la red y terminar con la ilusión brasileña de meterse en el encuentro decisivo por sexta vez en su historia.
El galés Steve Cooper es el entrenador de este grupo de muchachitos que quiere hacer una revolución en el fútbol juvenil. Inglaterra viene de consagrarse campeón en el Sub 20 de Corea del Sur y en el Torneo de Esperanzas de Toulon. Y coronarse en la India puede sentar las bases para un ejemplar proyecto de trabajo.
El otro finalista será España, que doblegó 3-1 a Mali en Bombay y tendrá una nueva revancha en un encuentro decisivo (perdió las finales de 1991, 2003 y 2007). La “Furia” mostró su autoridad en el primer tiempo y fue Abel Ruiz – el otro delantero que amenaza a Brewster en la lucha por la Bota de Oro – quien aportó un doblete.
El delantero del Barcelona B abrió la cuenta de penal a 19´ y culminó con una linda definición un contraataque perfecto a los 43´(lleva 6 goles en el campeonato).
Los africanos pudieron descontar en el minuto 62, con un tremendo disparo desde lejos por parte de Cheick Doucoure. La pelota rebotó en el travesaño y claramente traspasó la línea de gol. Pero el árbitro japonés Ryuji Sato no lo convalidó… acá tampoco se usa el VAR y otra vez un equipo fue perjudicado por la ausencia de la tecnología.
La justicia es lenta pero llega, y a veces de formas inesperadas. Hace un poco más de 30 años, al seleccionado de España en su debut ante Brasil en el Mundial de México 1986 le pasó algo similar: Miguel González del Campo, mejor conocido como Míchel – el por ahora entrenador de Málaga – paró de pecho una pelota en la puerta del área y sacudió el horizontal del arco defendido por Zé Carlos. La caprichosa – nunca mejor definida – picó adentro pero el referí australiano Christopher Bambridge no se percató de ese pequeño gran detalle. Después el “Scratch” lo ganaría 1-0 con un cabezazo de Sócrates, pero la herida de ese gol fantasma no cobrado tardó 31 años en cicatrizar… en beneficio de unos chicos que ni habían nacido.
A la “Rojita” no le importó demasiado porque Ferrán Torres cabeceó al gol un centro de Sergio Gómez y liquidó el pleito a los 71´. Mali sí pudo achicar la distancia 3 minutos más tarde por cortesía de Lassana N´Diaye, para cosechar su sexto grito en el campeonato.
Por primera vez 2 europeos medirán fuerzas en la gran final y será el cuarto título para un representante del “Viejo Continente”, ya que Unión Sovética (1987), Francia (2001) y Suiza (2009) levantaron el trofeo.
La aventura extraordinaria en el exótico destino de la India llegará a su fin el próximo sábado en Calcuta. Los ingleses van por la hegemonía juvenil para cerrar un año fantástico. Los ibéricos tienen sed de revancha por las frustraciones pasadas. Concluye un exitoso torneo de la misma manera que comenzó: con ese viaje de purificación a una cultura milenaria. Namasté.
(Foto Principal: The Sun)
