Se clausura el 2017 futbolero y el cetro de campeón mundial de clubes está en juego, en el nuevo destino de Emiratos Árabes Unidos. Real Madrid sueña con el bicampeonato, en un certamen que tendrá a Gremio,Wydad Casablanca y el local Al Jazira como debutantes.
Nada de Japón ni mucho menos esas constantes sirenas tribuneras que perforaban los oídos en las madrugadas de estas latitudes. La edición número XIV del Mundial de Clubes se ha mudado a Medio Oriente y 2 ciudades serán sedes de la última competencia internacional de clubes del año: Abu Dhabi y Al Ain.
El torneo reúne a los campeones de las distintas confederaciones, al que se suma el ganador de la liga local del país organizador. La vieja Copa Intercontinental se ponía en disputa entre los vencedores de la Copa Libertadores de América y la Copa Europea de Campeones. Con la políticamente correcta frase de “bienvenida la inclusión”, la FIFA creyó necesario que la denominación de Campeón del Mundo tenga mayor asidero si se extiende la participación de los clubes que han sido campeones continentales más allá del “Viejo Continente” y Sudamérica.
Por lo tanto, el negocio nivel de competencia sería aún más fructífero y por eso se decidió organizar esta suerte de Mundialito. Salvo algunas excepciones (2010 con el TP Mazembe congoleño, 2013 con Raja Casablanca de Marruecos y el año pasado con el Kashima Antlers japonés), a la final suelen llegar el sudamericano y el europeo.
Pero hay un camino que se inicia y ya salieron a la cancha Al Jazira de Emiratos Árabes Unidos – anfitrión y ganador de la Liga Árabe del Golfo – y Auckland City de Nueva Zelanda – campeón oceánico por séptima vez consecutiva, además de ser el equipo con más participaciones en un Mundial de Clubes.
El Estadio Hazza Bin Zayed de Al Ain fue el escenario del triunfo local 1-0, con anotación de Romarinho en el minuto 37 de partido. El hijo del astro brasileño Romario De Souza Faría, es el mismo que amargó a Boca Juniors en la primera final de la Copa Libertadores de América 2012, cuando consiguió el tanto del empate sobre el final, en el partido disputado en la Bombonera de Buenos Aires.
Los cuartos de final del Mundial de Clubes continuarán hoy sábado con la disputa de 2 encuentros. En primer turno, Pachuca de México se enfrentará a Wydad Casablanca de Marruecos. Será la primera vez que se vean las caras y el registro de los mexicanos ante clubes africanos es negativo: 1 triunfo y 2 derrotas. Salieron airosos en 2008 al imponerse 4-2 sobre Al Ahly de Egipto (goles de Christian Giménez por duplicado, Luis Montes y Damián Álvarez; Fausto Pinto y Flavio los tantos para el campeón egipcio, que ganaba 2-0). Pero perdieron 1-0 en los duelos restantes, en 2007 frente al Etoilhe du Sahel tunecino (anotación de Moussa Narry) y en 2010 frente al TP Mazembe de República Democrática del Congo (cortesía de Mbenza Bedi). Para los magrebíes será el estreno absoluto ante un equipo no africano en un partido internacional oficial.
La otra llave tendrá nuevamente al local Al Jazira frente al campeón asiático, Urawa Red Diamonds de Japón. Los nipones cumplen su segunda participación en la cita mundialista de clubes y desean repetir su auspicioso debut hace 10 años, donde consiguieron el bronce ante el Etoile du Sahel tunecino.
Directamente en semifinales estarán Real Madrid por un lado del cuadro y Gremio por el otro. Los “Merengues” esperarán al vencedor del duelo entre japoneses y emiratíes, mientras que los gaúchos jugarán con el ganador del enfrentamiento entre marroquíes y mexicanos.
Han sido 9 los títulos europeos contra 4 de los sudamericanos (casualmente, todos brasileños). El Madrid quiere ser el primer bicampeón y extender la hegemonía ibérica a 4 conquistas en fila (en 2015 hubo una de Barcelona).
El fútbol de élite hace escala en la ciudad más rica del mundo, donde el lujo ha sido llevado al extremo. En efecto, un verdadero oasis de dinero en el medio del desierto. Pero lo más importante es que la pelota no se detenga, ni siquiera entre la arena y los petrodólares. Que ruede con total normalidad hacia el único lugar que jamás podrá explicar: el de la pasión.
(Foto: SportsCenter)
