La salida del venezolano Jan Carlos Hurtado de Gimnasia es un escándalo. El jugador se hizo la revisión médica en Boca y sostiene que jugará allí, a pesar de que en el Lobo aceptaron una oferta superior del Genoa italiano. La cuerda está tensa, el entorno del futbolista asegura que está dispuesto a activar la cláusula de rescisión y el Táchira (del que Hurtado también se fue en conflicto) ratificó sus reclamos ante el TAS.
Dejó de ser simpático. Era el “Negrito” de la taconeta, el que jugaba al tenis y al básquet en Gimnasia, el que pateaba con los infantiles en El Bosquecito. Primero, se fue de vacaciones cuando quiso y el club lo cubrió y le fabricó una excusa a medida: “vacaciones adeudadas”. Después, su entorno decidió aceptar una oferta de Boca Juniors (5 millones de dólares por el 100% de la ficha, de la cual Gimnasia es socio al 50%) mientras el presidente albiazul Gabriel Pellegrino negociaba en Italia una oferta superior (más de 6 millones de euros) del Genoa. Sin autorización mens sana, Hurtado hasta hizo la revisión médica y habló como jugador de Boca.
“El Club de Gimnasia y Esgrima La Plata comunica que ha recibido una oferta formal del Club GENOA de Italia para la transferencia definitiva de Jan Carlos Hurtado Anchico, la cual ha sido aceptada en general, realizando observaciones en cuanto a las fechas de los pagos previstos. Dicha oferta ha sido trasladada a su representante para su consideración y eventualmente para que convenga con el Club GENOA los términos del contrato profesional del jugador. Finalizadas las negociaciones, el Club brindará a sus asociados los detalles de la misma”. Mediante este comunicado, Gimnasia rompió el silencio en torno a Hurtado. Un texto prolijo, informativo, que expone al jugador y a su representante pero que evita hacer hincapié en las desprolijidades de Boca.
El comunicado molestó al entorno del jugador y a Boca. La respuesta llegó a través del periodismo porteño, que se refirió a una carta documento (¿en finde largo?) en la que Hurtado anuncia que va a jugar en Boca, que no toma en cuenta el acuerdo con el Genoa porque fue cerrado desués de su sí a Boca (¿cómo? ¿el club que tiene anclados los derechos federativos no tiene opinión?) y aclara que está dispuesto a ejecutar la cláusula de salida de U$S 2 millones.
He allí el nudo gordiano del conflicto. En enero, Gabriel Pellegrino anunció que se elevaba la cláusula de salida de Hurtado de 2 a 10 millones de dólares. El representante Rodolfo Baqué jamás aceptó firmar el cambio y se mantuvo la anterior de 2 millones que no está registrada en Superliga, ya que figura en un contrato privado (derechos de imagen o trayectoria) con que cual los jugadores evitan el pago de impuestos. Así que ni 10 ni 2, amén de un “pacto de caballeros” por el cual no se activaría la cláusula. Hoy la amenaza es la salida forzada del jugador, que asoma como inviable aunque Gimnasia se expondría -tal vez- a un largo y millonario juicio laboral.
Y si faltaba un actor en la novela del invierno, ese es Deportivo Táchira, el club que formó a Hurtado y del cual el jugador se fue cuando le quedaban 6 meses de vínculo, tras un conflicto por la no firma de la extensión contractual, una sanción de la Federación Venezolana y el peregrinar del jugador por Europa buscando club. Flojo de papeles, Gimnasia fue la institución que blanqueó a Hurtado en el mundo del fútbol tras las negativas de Independiente y del propio Boca por no tener cupo de extranjeros. Táchira perdió al jugador, aceptó un resarcimiento pero hoy reclama en el TAS. “El tiempo nos está dando la razón y lastimosamente dejaron al descubierto la reiterada forma ilícita en que su padre y representante han actuado…”, reza el comunicado de Deportivo Táchira.
Ahora, Boca paró la pelota. Son Rodolfo Baqué (abogado, representante) y Nelson Hurtado (padre) los que van al choque. Gimnasia puede negociar con Boca e intentar el mejor acuerdo posible por su mitad del pase, lejos de los números europeos. La otra salida que no le permite su situación económica es exigir el regreso del jugador, no transferirlo y sancionarlo. Es una alternativa inviable tener a Hurtado corriendo dos años alrededor de la cancha porque el jugador no dudará en irse y buscar otro destino aduciendo el derecho al trabajo. Ya lo hizo con el club que lo formó, no duden que lo hará con Gimnasia. Ayer, la excusa fue que cobraba 1 dólar. Mañana, encontrará otra. Hoy Gimnasia parece obligado a negociar con Boca: supuestamente Pellegrino mantiene una buena relación con Angelici, que no deparó préstamos de jugadores (Colazo, una excepción) y el dio a Boca el beneficio de la suspensión de un partido que el xeneize no quería jugar en el Bosque, aquel del enojo de Rinaudo y de las tomas de TyC de los charcos que estaban fuera de la cancha.
La novela de la escandalosa salida de Hurtado de Gimnasia promete algún capítulo más y una experiencia: lo que nace torcido, crece torcido. Y además, los jugadores nunca pierden…
Me cansé del fútbol. Dejo de ser un deporte . Ya no es más aquello que disfrute con mi viejo en la derrota como en la victoria. Fue la última gota . Mi acto de dignidad es sacar a mi familia, a mi hijos , de esto tan sucio. Como le explico a ellos estas cosas. No. La vida tiene cosas hermosas y no vale embarrarse . Formar parte hoy es una forma de ser funcional, cómplice . Cuatro socios de Gimnasia menos a partir de hoy. En mi casa no queremos ver más fútbol. No es más un espectáculo al que estemos invitados quienes tenemos una ética distinta. Sin adversario no hay juego. Uds . Los grandes campeones, quizás, terminarán teniendo cada vez menos rivales para ostentar sus trofeos y sus arcas millonarias. Yo decidí no ser más parte. Como tantos otros. En mi casa se enseña todavía que el sol sale para todos .