La “Azzurra” todavía no encuentra el rumbo y ya acumula 5 partidos sin triunfos. En cambio, los de “Sheva” suman confianza y cosechan una racha invicta de 8 juegos.
Italia y Ucrania igualaron 1-1 en el Luigi Ferraris de Génova y dieron inicio a la “Fecha FIFA”. Con la naciente UEFA Nations League de por medio, aquellos seleccionados que no tuvieron competencia oficial aprovecharon para no perder el ritmo y ponerse a prueba en un encuentro de carácter amistoso.
La reconstrucción italiana pareciera llevar más tiempo de lo esperado. El duro golpe que significó quedarse afuera de una Copa del Mundo vía eliminatorias por segunda vez en su historia (la otra fue rumbo a Suecia 1958), caló hondo en todo sentido: se cuestiona desde la falta de apoyo dirigencial hasta la pérdida de la identidad. ¿Por qué dejar de lado el catenaccio que le dio a la Nazionale 4 títulos Mundiales?. Las veces que Italia intentó jugar al fútbol se quedó solamente en buenas intenciones. Y en este momento en particular, también está a la vista la escasez de figuras de peso.
Los fantasistas como Alessandro Del Piero o Francesco Totti se han extinguido. Tampoco se logra de la noche a la mañana incorporar un elemento externo para potenciar la idea local (el claro ejemplo fue Franco Vázquez, que jamás pudo colocarse el chip “azzurro”). Será un trabajo muy arduo para Roberto Mancini, un seleccionador con talento y compromiso … pero la espalda a veces suele quedar muy angosta.
En Liguria se presentó la squadra dell Mancio y el XI inicial fue el que más o menos esperaba el hincha. Sin secretos ni inventos fuera de lo común: apostar a la “1259” (un arquero, un zaguero, un volante central y un goleador como columna vertebral), traducido en la frescura de Gianluigi Donnarumma; la experiencia de Giorgio Chiellini; la visión de juego de Jorginho; y el tremendo momento goleador de Lorenzo Insigne.
Por su parte, la ex República Soviética se ha transformado en un hueso duro de roer. Dos victorias en igual cantidad de presentaciones en el nuevo certamen continental y aires de renovación para un equipo al que Andriy Shevchenko supo enseñarle su corazón. Solidario en todas sus líneas y con vuelo propio: ésta Ucrania parece destinada a no quedarse otra vez en la puerta de algo importante; renovó la fe en sus capacidades.
Un partido más oficial que amistoso, ya que se vio mayor fricción que intentos por jugar y ambos equipos no brindaron el mejor espectáculo posible. Insigne estuvo a punto de quebrar el cero cuando ingresó dentro del área enemiga y se apuró en la definición ante el arquero Andriy Pyatov. Puntazo de derecha al segundo palo y la bola se fue apenas ancha.
El joven sardo Nicolo Barella – quinto partido con la selección mayor – puso a prueba los reflejos del portero ucraniano, con un derechazo desde afuera del área. Pero Pyatov estuvo atento y mandó la pelota por arriba del horizontal.
Ucrania respondió con tibieza. Una escalada por izquierda por parte de Yevgeny Konoplyanka terminó con un zurdazo con poca fe que ni cosquillas le hizo a Donnarumma.
Italia complicó por la izquierda, cuando se asoció Insigne con Federico Chiesa. El hijo del goleador Enrico lo hizo trabajar a Pyatov con un latigazo de derecha, bien resuelto por el guardavallas del Shakhtar Donetsk.
Pero a veces un error tira por la borda lo bueno que se hace durante casi una hora de juego. A los 55´, Federico Bernardeschi probó desde muy lejos con un zurdazo potente y esquinado, y Pyatov tuvo una floja respuesta. La pelota le pasó por encima tras haberle dado un manotazo e ingresó mansamente al fondo del arco. Manos de manteca para el que – hasta ese momento – hizo todo bien.
El visitante equilibró la balanza del resultado gracias a una pelota parada. Mykyta Burda bajó de cabeza un córner desde la derecha y Ruslan Malinowskiy le dio de volea. El balón dio unos piques y se dirigió hacia el poste izquierdo de un Donnarumma tapado y falto de reacción. Empate ucraniano a los 62´ y todo como al principio.
Y casi se Sheva el triunfo el conjunto “auriazul”: un tremendo tiro libre del propio Malinowskiy rebotó en el travesaño y picó unos centímetros por delante de la línea de gol, cuando Donnarumma no alcanzó con el manotazo.
Luego, el joven portero italiano le ahogó grito a Taras Stepanenko, quien cabeceó a quemarropa dentro del área chica y no contó con la colosal tapada del guardavallas de Milán.
Fue pobre la imagen de Italia tras el gol del empate y no supo siquiera cómo rebelarse ante un rival que la maniató. La chance para reivindicarse será el domingo ante Polonia en Chorzow, ya por los puntos. Enfrente tendrá a un adversario que tampoco atraviesa su mejor momento y que viene de una pésima Copa del Mundo.
Ucrania puede aprovechar el envión anímico y ya sellar su supremacía en el Grupo 1 de la Liga B, con una eventual victoria ante República Checa en casa.
(Foto Principal: Diario Deportivo Más de Honduras)
