Boca Juniors Liga Profesional

Guillermo y un ciclo marcado por River y la Libertadores

Los dos torneos locales ganados por Boca en la era Barros Schelotto no alcanzaron para que Guillermo continúe en la dirección técnica. “Sufrió” a River y la Copa Libertadores fue su gran karma.

Un abismo hay entre esa sonrisa que esbozo el 2 de marzo de 2016, cuando fue presentado como nuevo DT de Boca, y el rostro adusto que exhibió el pasado 14 de este mes, donde junto a Daniel Angelicci anuncio que no seguiria en el xeneize. Mucho agua corrió bajo el puente y como nunca Guillermo Barros Schelotto pudo sentir lo que es el mundo Boca. A pesar de los laureles que cosecho en su etapa de jugador con el 7 en la espalda, la vida como DT del club de la Ribera le deparo mas sinsabores que alegrías. Y la “pesada herencia” que significo perder la Copa Libertadores con River, lo termino de expulsar del cargo que ostento durante dos años y poquito mas de nueve meses. El “mellizo” se fue de Boca. Y por la puerta de atras.

Cuando Daniel Angelicci decidió despedir a Rodolfo Arruabarrena dos meses después de obtener el torneo local, sabia que la apuesta era arriesgada. Pero también de daba el gusto de contratar a un DT que siempre fue su debilidad. El presidente de Boca quería que Guillermo le diera un salto de calidad al xeneize, cumplir con su promesa de ganar la Libertadores y sobretodo las cosas volver a tener supremacía sobre River. La eliminación de la Copa Sudamericana 2014 y la Copa Libertadores 2015 a manos del eterno rival aun dolía.

“Ser entrenadores de Boca es emocionante y ver la expectativa que genera, también. Pero debemos mantener la tranquilidad para tratar de hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible. Esperamos que esta tarea pueda tener un final con el mismo deseo que tenemos nosotros, que es el de dejar cosas en el club“, expreso en aquel momento Guillermo.

ILUSIÓN. Guillermo al ser presentado como DT. FOTO: La Nacion

Que le dejo el paso de los Schelotto al club de la Ribera? A la vista saltan los dos títulos locales ganados con amplitud sobre el resto. Algo que podría sintetizar que el trabajo a largo plazo es el fuerte de los mellizos. Pero que también merece un asterisco por la diferencia de plantel entre el xeneize y la gran mayoría de los rivales y que en competiciones extensas siempre marca diferencia. Pero solo esos dos títulos aparecen como aspectos positivos en una gestión de casi tres años. Muy poco para un gigante como Boca que siempre exige mas.

A pesar de lo rutilante de sus nombres, en muy pocos pasajes del ciclo de Guillermo hubo una idea clara de juego de su equipo. Casi siempre se impuso a sus rivales por la jerarquía de sus jugadores y por el desequilibrio de sus atacantes. En el final de 2016 pudo verse, quizás, la mejor versión del Boca de Guillermo cuando enhebro tres victorias al hilo en clásicos: 2-1 a San Lorenzo como visitante, 4-2 a Racing en la Bombonera y 4-2 a River en el Monumental con un Tevez explosivo. Poco mas puede rescatarse en cuanto a rendimiento futbolístico de un xeneize que termina el 2018 con esa pesadilla llamada River.

Al dia de asumir Guillermo debuto con un empate 0-0 como local ante Racing por Copa Libertadores. Justamente el torneo continental, que tanto marco su gloria como jugador, fue su gran dolor de cabeza. En ese 2016, con River ya eliminado, y con un receso de mes y medio, parecía la gran chance de alzar el máximo trofeo. Sin embargo, el ignoto Independiente del Valle lo dejo en el camino en semifinales. Boca perdió 1-2 en Ecuador pero apenas comenzada la revancha en la Bombonera se puso 1-0 arriba con la ventaja del gol de visitante. No pudo ser. En una noche para el olvido termina perdiendo 3-2 y una Copa que parecía hecha para el xeneize se convirtió en una gran frustración.

Aunque el equipo caminaba a un consagración segura en el torneo local, la eliminación en la Libertadores dolio. Y a eso se sumo quedar en el camino en la Copa Argentina a manos de Central en cuartos de final. Golpe duro, no solo por la derrota sino porque comenzaba a insinuarse la dificultad del equipo de Guillermo para los mano a mano. Con un agregado: esa eliminación significo quedar afuera de la Libertadores 2017.

El 20 de junio de 2017 el xeneize se consagro campeón argentino beneficiado por la derrota de Banfield ante San Lorenzo. Titulo sin jugar porque el conjunto de Guillermo jugaba al otro dia en Bahia Blanca a Olimpo. “Lo ganamos de manera merecida dentro de la cancha. Es raro festejar asi, pero lo mereciamos. Superamos a todos”, manifestó por entonces Barros Schelotto.

Ese 2017 tambien arrojo un Boca que caminaba (ocho triunfos al hilo) rumbo al bicampeonato local en el segundo semestre, pero con otra pronta eliminación en Copa Argentina. Nuevamente el verdugo fue Central en los octavos de final. Quizás la mayor alegría en aquel momento fue ganarle a River sobre cierre de año 2-1 en el Monumental. La paradoja de Guillermo: nunca perdió con los de Núñez en su casa, pero tambien perdio en cada ocasión que jugo en la Bombonera. Una marca que los fanáticos xeneizes siempre le reprocharon.

Este año arranco torcido para Guillermo con el duro golpe que significo perder la Supercopa Argentina ante un River que venia de capa caída y un Boca que caminaba en el torneo local. La derrota 2-0 golpeo duro y marco un quiebre. Era la revancha esperada luego de la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015. No pudo ser. Gallardo nuevamente se impone a Guillermo. Y ni el bicampeonato local obtenido ante el GELP el 9 de Mayo disimulo esa herida.

TIEMPOS FELICES. Guillermo campeón de la ultima Superliga. FOTO: Télam

La Copa Libertadores, la gran obsesión (Tevez, Zarate, Abila, Buffarini, Izquierdoz, fueron solo algunos de los refuerzos que llegaron para obtenerla), culmino con una angustiosa clasificación a octavos gracias al triunfo de Palmeiras sobre Junior en la ultima fecha de la fase de grupos.

El segundo semestre de este año arranco con la perdida del liderazgo del torneo local luego de 617 días. Poco importaba. Los ojos estaban puestos en la Libertadores. Libertad quedo atras en octavos y Cruzeiro en cuartos, pero antes una nueva eliminación en Copa Argentina ante GELP en octavos de final. Mucho se especulo luego de este partido con la continuidad de Guillermo en el banco. Es que esta derrota llego tres días después de perder el clásico con River 2-0 como local. El equipo no respondía, jugaba mal y llovieron las criticas al entrenador. Pero la Copa le dio vida al dejar atras a Cruzeiro.

Palmeiras no fue rival en semifinales y la final mas deseada llego. Boca-River. El destino le dio a Guillermo y sus dirigidos la posibilidad de una nueva revancha luego de la Supercopa Argentina de marzo. Parecía que esta vez si era posible. El equipo había levantado ciertamente el nivel, el poder de fuego de los atacantes era un arma a favor, habia aparecido caracter en instancias previas…pero la sombra negra del River de Gallardo hizo trizas el sueño de la séptima Libertadores. Tras una Superfinal bochornosa, los de Nuñez se impusieron 5-3 en el global y levantaron la Copa.

Criticas al planteo, al armado del equipo, a la composición del banco de suplentes. Perder una final histórica ante River. No haber podido ganarle en todo el año a los de Núñez. La falta de identidad del equipo. Crédito en cero de parte del hincha…demasiado elementos en contra como para continuar. “Me voy con la tranquilidad de haberlo dejado todo”, expreso Guillermo en la conferencia que marco su despedida.

117 partidos dirigidos. 63 triunfos, 23 derrotas y 31 empates. Una efectividad de 62%. Dos títulos locales. Una Copa Libertadores, la de 2016, que parecía ganada ante el desconocido Independiente del Valle. La Libertadores de este año y una derrota para la historia ante River. Una síntesis del ciclo de Guillermo en Boca. Se esperaba mucho, se logro poco. El mundo Boca exige y el mellizo lo vivió en carne propia. El bicampeonato local no alcanzo. Fin de un cuento que se soñaba de final feliz pero terminó siendo de terror.

Imagen destacada: La Nación

Lucas Blanco

Cuando pense que esto era una etapa pasada y perdida de mi vida, Dios quizo que nuevamente me reencuentre con esta pasion. Y el que entiende de "pasiones" (como bien dice el personaje de Guillermo Francella en el "Secretos de tus Ojos) no la cambia por nada. A lo sumo, la posterga, la oculta, pero siempre esta latente hasta que vuelve a despertar. Y un compañero de trabajo hizo de "despertador". Y aqui estoy junto a la gente del Rincon que con mucha generosidad me abrieron las puertas de este "lugarcito" que es combustible para mi vida. El futbol, el deporte en general. Los tatuajes. Los bichos. Los libros. La musica. Lo nacional y popular. Los codigos. Mis otros pasiones que me convirtieron en este loco enamorado que esta aqui para aportar lo poco sabe pero con muchas ganas.

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