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#GoleadoresHistóricos: El “Pampa” Sosa: “Gimnasia es todo”

No es el goleador histórico del Club, privilegio que le corresponde al “Torito” Arturo Naón. Sin embargo, Roberto Carlos Sosa tiene un millón de amigos triperos. Primer goleador de un campeonato con la camiseta azul y blanca, fue una venta millonaria a Italia en ese soñado 1998. Ídolo del Nápoli, tuvo tres ciclos en el Lobo que no lo olvida.

En tiempos de “nueva anormalidad”, la charla con Roberto Sosa no es en Abasto como en los viejos buenos tiempos. Ni siquiera café mediante en La Plata. La charla futbolera es Whatsapp va, Whatsapp viene. La excusa del mano a mano con El Rincón del Fútbol permite desempolvar viejas emociones teñidas de historia.

-¿Cómo llegaste a Gimnasia?

-Yo llegué libre de Independiente al primer año de Cuarta División. No fue bueno; además, me tuve que ir a hacer el Servicio Militar. En el segundo año -ya con Griguol- hice 10 goles en Cuarta, 10 goles en Reserva y eso me permitió firmar mi primer contrato.

Aquellos viejos buenos tiempos (Archivo)

-¿Dónde hiciste la colimba?

Hice 14 meses en el Regimiento 7, en Arana. Hacía las guardias toda la noche. Me ponían las horas más difíciles, de dos a cuatro de la mañana. A las seis y media, siete, tomaba el micro, el 307, hasta la sede. Desayunaba rápido en el micro del club mientras viajaba a Estancia Chica, entrenaba, volvía, almorzaba en la sede, me vestía de milico y me volvía a Arana. Al principio, como yo salía me lo hacían a propósito y más guardias me metían. Y el fin de semana lograba salir el viernes y volver el lunes. Terrible libertad.

-¿Cuándo te viste cerca del debut?

En el segundo año, cuando empecé a hacer goles en cuarta y reserva. No me nunca olvido más, un día estaba en el gimnasio y el profe Valdecantos se me acercó y me dijo “Pampa, pasa el tren, subíte porque pasa solamente una vez”.

-Debutaste con Central en Rosario el 26 de noviembre del ’95. ¿Qué recordás?

Ese día es que entré todo el segundo tiempo en lugar de Andrés Yllana. Lo que más me acuerdo es que corría, corría, corría, no paraba de correr y en cierto punto levanto la cabeza y miro el cartel electrónico que marcaba el tiempo. Habían pasado tres minutos y a mi me había parecido que hacía una hora que corría. Tenía tremendo ahogo por la ansiedad, por los nervios. Más allá de que perdimos 2 a 0 tuve un buen debut. El Viejo Griguol me había dicho “tratá de aguantarla, descargá de primera. Sino, jugá a dos toques”. Emocionante. Es lindo recordarlo, como si fuese hoy.

Cracks: Guillermo, Márcico, Sanguinetti, Troglio. Foto del ’97 (Archivo)

-Y después te toco esperar.

Lo lindo de ese fin de año fue el debut en primera. Terminamos perdiendo el clásico en el Bosque, así que fue un fin de año bueno en lo personal y triste por la derrota. En el otro torneo, el equipo era espectacular: Albornoz, el Beto Márcico, los mellizos, el Yagui, Andrés Yllana. Era difícil tener lugar, yo lo tuve por la lamentable lesión del Beto. Esa etapa era de aprendizaje, al lado de semejantes monstruos. Por entrenarte con ellos y por hablar. Algo que lamentablemente hoy no existe. Sobre el final del torneo fue esa racha linda de los goles a River (mi primer gol en primera), tres a Racing y en el clásico. No pudimos coronar con el campeonato pero es un equipo recordadísimo. Era espectacular. Tuve la suerte de estar preparado física y mentalmente para no dejar pasar el tren, pero ese equipo te facilitaba mucho las cosas.

-¿Que te pedía Griguol?

El Viejo me remarcaba que tenía que ir siempre al primer palo. Amagar o empezar mi carrera hacia el segundo palo para después terminar cerrando al primer palo. Y se enojaba de una manera increíble si no lo hacía, hasta en los entrenamientos. Esa fue la indicación más importante y me hizo hacer tantos goles en Argentina y en Italia. Una simple indicación que me dió frutos. Además, me insistía con su tonada cordobesa en que obligara a mis compañeros a tirarme la pelota: “puuutealos, obligalos a que te laaa tiiiren, sino después looo agarras en el veeestuario”. No solo me incitaba a ir al primer palo, sino que adempás les exigiera a mis compañeros que me buscaran ahí.

En el año ’98, tras una gran temporada (Goleador del Clausura ’98 con 17 tantos) fue transferido a Udinese en una suma millonaria. Volvió al país para jugar en Boca y a principio del 2003 se dio el gusto de jugar con Gimnasia la Copa Libertadores.

-Que significa haber sido el primer goleador de un torneo de Gimnasia?

Sentí orgullo. Y fue un reconocimiento mundial porque los números fueron de lo mejor, no solo para Gimnasia y para Argentina, sino a nivel mundial. eso me permitió seguir mi carrera en Europa. Fue un gran orgullo.

Gol en el clásico en 2003 (Archivo)

-¿Qué recordás de esa vuelta a Gimnasia?

En Italia me fue muy bien, la vuelta a Boca no fue la mejor. Volví porque para mi jugar la Libertadores era un lujo, pero ya era otro equipo, comenzaba a reestructurarse todo. Con el pasar de los años, la llegada de Pedro (Troglio) le dio otra vez al equipo un sentido de pertenencia importante. Ese paso de seis meses me dio la posibilidad de jugar la Libertadores. Es un lindo recuerdo.

-Después Ascoli, Messina y un capítulo que no se puede obviar: Nápoli.

La historia con Nápoli es hermosa. Es hermosa, es larga, es difícil. Dos años en la C1, un año en la Serie B y el último año en la Serie A, haciendo dupla con el Pocho Lavezzi, Zalayeta, Hamzik, Cannavaro, Bogliacino, De Santis en el arco. Hicimos 50 puntos, clasificamos a copa europea. Y la C (a Nápoli lo descendieron por haber quebrado) había sido una cabalgata hermosa, los napolitanos me quieren por haber sido el primer jugador en llegar cuando no había nada. No había ropa, ni campos para entrenarnos. Así se forjó una historia muy linda. Y haber tenido la oportunidad de jugar el último partido de la Serie C en el San Paolo con la camiseta número 10 fue un sueño inolvidable.

Los unen Nápoli, el Lobo y esa 10 (Twitter Pampa Sosa)

-Jamás imaginaste que ese Maradona ídolo eterno del Nápoli iba a llegar a tu Gimnasia…terminaron compartiendo idolatrías.

En ese momento era difícil pensarlo. Era un sueño que luego se hizo realidad y hoy lo disfrutamos. Y me siento orgulloso del cariño de los napolitanos y de la carrera que hice. Gimnasia y Nápoli son muy importantes para mi.

-La vuelta a Gimnasia en 2008 para salvar a Gimnasia del descenso también fue durísima.

Fueron dos años muy lindos, con un gran sufrimiento. La situación hizo que nos reencontráramos un grupo de jugadores como Mariano, Teté, Chirola, Coco, Diego Alonso más otros como Sessa, Maldonado, Agüero, Graf y otros que fueron surgiendo (el Mono Monetti, Fito, Aued, el Pata Castro, Traca, Pipino). Fueron dos años intensos y muy lindos. Nos pudimos salvar y cumplir el objetivo con el Topo, Madelón y Cocca. Fueron dos años tremendos y un equipo también recordado.

-¿Qué sentiste cuando viste que la palomita de Niell iba adentro ese 12 de julio?

Fue un desahogo total por todo el sacrificio hecho en ese tiempo. Llegamos a definir todo en ese partido cuando por los puntos obtenidos y por como veníamos jugando merecíamos salvarnos antes. Yo creo que después del 3-0 allá nos desesperamos, pero era una desesperación buena que nos permitió llegar de la mejor manera a ese partido. Y el gol de Franco fue un desahogo total, no solo nuestro, sino también de los dirigentes y de todos los hinchas.

El Pampa Sosa jugó 137 partidos e hizo 43 goles en tres etapas en el Lobo. Algunos, de muy buena factura.

-¿Cuál fue tu mejor gol?

A River, el día del 4 a 3 en el Bosque. Los dos goles de ese día fueron lindos, pero el segundo fue espectacular: por arriba, de zurda. Tengo varios lindos goles, pero ese como estética es hermoso. Como importantes hay otros, como el 4 a 2 en el clásico. Pero el más lindo es ese.

Tapa de El Gráfico, el día de su gol más lindo (Foto El Gráfico)

-¿Qué es Gimnasia?

Gimnasia es todo para mí. Es el que me moviliza, el que me hace sufrir, el que me hace gozar. Que me da adrenalina. Ir al Bosque es reencontrarme con amigos, con conocidos, con gente que vive agradeciendo los goles, los partidos, los clásicos, las situaciones. Y te hacen volver a vivir esos momentos, sentirte vivo desde el punto de vista del ex jugador. La gente siente y expresa lo que es Gimnasia en cualquier situación, no solo en la cancha sino también en la vida cotidiana. Es abrazar a un amigo, a un conocido o a un desconocido simplemente por gritar un gol de Gimnasia.

El Pampa. Uno de los jugadores más queridos por el triperío. La charla, una linda excusa para recordar a otro Goleador Histórico de El Rincón del Fútbol.

Los goles en “su” torneo: Goleador del Clausura ’98.

Facundo Bernardo Aché

Soy Facundo Aché, 50 años, desde hace 31 años cubriendo fútbol. Con pasos por AM Rocha, Radio Universidad y Belgrano, hace 22 años que trabajo en FM La Redonda, la radio de deportes de la ciudad de La Plata. Tres años cubrí el día a día de Estudiantes (2002-2004) pero antes y después cubrí -y cubro- la información de Gimnasia y Esgrima La Plata, tanto para la radio como para el Blog Tripero del Diario El Día. Además, colaboré en la redacción de Decano De América, la historia de Gimnasia en su 130 aniversario. Así que desde 1992 vinculado al "Lobo", ahora el desafío es brindarles la mejor información desde este espacio llamado El Rincón del Fútbol.

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