Los de Mourinho se repusieron de un mal comienzo -0-1 incluido- y lograron torcer la historia a su favor con goles de Alexis Sánchez y Ander Herrera para llegar a su vigésima final de FA Cup. Con la vuelta a Wembley asegurada los Red Devils esperarán ahora su rival, que saldrá del duelo de mañana entre Southampton y Chelsea.
La jornada de Wembley cruzó a dos equipos con un mismo interés por levantar la FA Cup, aunque por distintos motivos. Manchester United, sin liga y prematuramente afuera de Champions, quiere menguar con este trofeo una campaña deslucida. El Tottenham de Mauricio Pochettino tiene la necesidad de consolidarse como un animador en Inglaterra y esta copa, que no levanta desde 1991, puede ser el primer título desde que el argentino llegó a Londres. El duelo tuvo a los londinenses mejor al comienzo, protagonizando la contienda y asestando un rápido gol a los diez minutos de juego. Davinson Sánchez superó el intento de presión rival con una pelota larga para Christian Eriksen, quien desde la derecha sacó un envío súper preciso para la llegada puntual al gol de Dele Alli. El 1-0 acentuó la superioridad inicial de los Spurs, que en los siguientes minutos continuaron generando riesgo. Un centro venenoso de Son-Heung Min estuvo a punto de dar con Kane, mientras que Eriksen no fue capaz de sacar un buen disparo luego de un buen pivoteo del propio punta.
No obstante, esa impericia de los de Pochettino para ampliar la ventaja despertó a un United que estaba dormido pero no dudó en aprovechar la piedad de su rival. A los veinticuatro, Paul Pogba recuperó en campo rival una pelota vital y le metió un centro bombeado a Alexis Sánchez, quien llegando por atrás decretó el 1-1 con un cabezazo esquinado. Desde ese punto el partido se aplacó porque los Red Devils supieron contener mejor a un Tottenham algo sacudido por el empate, aunque igualmente el cuadro londinense supo generar un par de oportunidades cerca del descanso. Eriksen maniobró en tres cuartos y esperó el momento justo para soltar una habilitación para Son, sin embargo la definición del surcoreano estuvo lejos de ser la mejor. Ya en tiempo de descuento, Eric Dier decidió probar de media distancia y su remate dio en la base del poste derecho de David De Gea. Del otro lado, lo más peligroso fue un disparo de Pogba desviado en el camino que Michael Vorm mandó al córner.
En la segunda parte, si bien volvió a tener a Tottenham como el equipo que tomó la iniciativa, jamás volvió a verse a esos Spurs dominantes del comienzo debido a un trabajo muy efectivo en el repliegue del United, que desconectó a Alli y Kane del ataque y tampoco permitió que lo sorprendieran por las bandas. La apuesta ofensiva de los de Mourinho estaba en los espacios que dejaba su rival, que Romelu Lukaku y Sánchez podían explotar, cosa que hicieron a la perfección a los diecisiete minutos. Alexis, decisivo, gobernó una pelota casi perdida sobre la izquierda y soltó un pase que Lukaku no controló pero sí Ander Herrera, quien batió de primera a Vorm para poner en ventaja a los Red Devils. Lo que los de Mourinho esbozaron durante esos primeros veinte minutos del complemento se transformó en una postura completamente definida: repliegue y búsqueda directa de Alexis y Lukaku. Éste último tuvo una buena chance poco después, recibiendo un pase largo de Pogba y sacando un zurdazo rastrero que salió cerca. En la única circulación plena manejada con paciencia de los de Manchester un nuevo remate de Pogba volvió a exigir a Vorm.
El partido estaba absolutamente volcado a la voluntad del United y Pochettino, obligado a cambiar la naturaleza del duelo, introdujo a Lucas Moura por Ben Davies para sumar un hombre en ataque, pero la producción de su conjunto no volvió jamás a ser una amenaza para un granítico oponente. Solamente un par de intentos de un Eriksen limitado a la media distancia lograron ser una mínima preocupación, pero los caminos de Tottenham se vieron truncados y el conjunto londinense terminó siendo el puro reflejo de la impotencia ofensiva. Los de Manchester esperaron, redujeron espacios e incluso pudieron liquidar en un contragolpe llevado a cabo por el ingresado Marcus Rashford, salvado por un cierre in extremis de Dier. El duelo se consumió y dejó la victoria del lado de los de Mourinho, quien puede llevar a su equipo a la decimotercera FA Cup de su historia en lo que será su vigésima final –tiene la chance de igualar a Arsenal, máximo ganador de la competición- y él mismo convertirse en el tercer entrenador en ganarla con dos equipos diferentes. La posibilidad de cerrar bien una temporada que no fue de las mejores para los Red Devils.
Foto destacada: Manutd.com (@ManUtd)
