Chelsea se sacó de encima 2-0 a Southampton y disputará la final ante Manchester United el próximo 19 de mayo. Giroud, con un enorme gol, y Morata se encargaron de eliminar a los Saints para que el conjunto londinense alcance su segunda final de FA Cup al hilo y el decimotercer partido cumbre de su historia.
Luego de que Manchester United se metiera en la final al superar a Tottenham, el que siguió su camino hasta la final fue el Chelsea de Antonio Conte. En la búsqueda de matizar una temporada conflictiva, en la que los Blues se hallan fuera de los puestos de Champions League y tras la que es posible la salida del técnico italiano, el conjunto londinense se sacó de encima a un Southampton muy comprometido con el descenso en la liga para acceder a su segunda final de FA Cup consecutiva. Con Wilfredo Caballero en el arco hoy, los Blues no lograron materializar en la red lo producido en el primer tiempo, cuya fluidez se relacionó mucho con lo hecho por Eden Hazard. El pequeño y talentoso belga apareció primero para construir una buena jugada con Olivier Giroud que él mismo concluyó con un disparo alto, mientras que luego condujo una réplica en la que asistió a Willian, quien tuvo la mala fortuna de que su zurdazo diera en el travesaño. Giroud tuvo una chance propia tras el centro de Cesc Fábregas, pero su volea no encontró el arco. Sin embargo el francés iba a tener revancha…
Corrían menos de treinta segundos de la segunda mitad cuando se dio sin dudas la jugada del partido, por importancia y estética. Fábregas encontró en largo a Hazard y éste, cayéndose, le entregó el balón en el área a Giroud para que el delantero deje sembrados a cuatro rivales, incluido el arquero, con un enganche y un amague y luego deposite con derecha el balón en la red. Con ese tanto tempranero en la bolsa, Chelsea decidió replegar un poco sus líneas para que los Saints salieran en la búsqueda del empate y les dejaran huecos cuyo relleno fueron algunos contragolpes peligrosos del equipo de Conte. Hazard, el más influyente del encuentro, estuvo a punto de ampliar la brecha con un disparo que salió al lado del poste luego de una cesión de Willian, mientras que más tarde el propio belga exigió al arquero Alex McCarthy a enviar su derechazo al córner. Un Southampton muy pálido en ataque solamente hizo trabajar a Caballero una vez mediante un tiro muy envenenado de Nathan Redmond que el argentino pudo salvar a puro reflejo. Poco más hubo de el elenco del sur inglés, cuya realidad en el campo de juego habla por sí sola de la posición que ocupa en la tabla de la Premier League.
Además de esos intentos poco fructíferos, Southampton continuó dejando huecos atrás, algo que Chelsea pudo capitalizar recién sobre el cierre. N’Golo Kanté jugó la pelota hacia César Azpilicueta, que subió unos metros y sacó un centro muy preciso para Álvaro Morata, que había ingresado minutos antes, y el punta español resolvió el partido saltando por encima de sus marcadores para cabecear ese envío a la red. Fue 2-0 para un Chelsea que volverá a disputar una final en Wembley como lo hizo en 2017, en donde cayó frente a Arsenal. Los londinenses le otorgan ahora una importancia mayor a esta FA Cup, que puede ser el título que maquille una temporada llena de disgustos tanto dentro como fuera del campo de juego. La cita será el 19 de mayo para los de Conte, nada menos que ante el Manchester United de José Mourinho, el principal ‘enemigo’ del entrenador italiano.
Foto destacada: Chelseafc.com (@ChelseaFC)