Tras la humillación recibida ante el Bayern, Arsenal se destapó contra el Lincoln City con un segundo tiempo a puro gol para sellar su pase a semis. Walcott, Giroud, Waterfall -en contra-, Snchez y Ramsey autografiaron el 5-0 final de los londinenses.
En el Emirates Stadium, un Arsenal azotado gravemente entresemana por Bayern Múnich en Champions -hecho que puso a los futbolistas y a Arsène Wenger en el ojo de la tormenta mediática en Inglaterra- pretendía empezar a revertir su situación de cara a la parte final de la temporada. Enfrente estaba Lincoln City, un equipo de Non-League que estaba haciendo historia solamente con llegar a cuartos, pero buscaba dar el gran golpe. Tras un buen arranque del elenco visitante, manteniendo el orden ante un rival que parecía seguir en sintonía negativa, el cuadro londinense consiguió por fin llevar peligro a los quince minutos. Un centro de Granit Xhaka fue despejado y el rebote tomado por Theo Walcott, cuyo disparo fue salvado entre Paul Farman y el palo. Sin embargo, esa chance fue un espejismo y el duelo le siguió costando a un Arsenal que encima recibió un aviso importante de los Imps. Esta llegó de la mano de Nathan Arnold, que se filtró por el medio de la defensa y al entrar al área sacó un disparo que Petr Cech salvó. Para colmo de males en el local, Alex Oxlade-Chamberlain dejó el campo por una lesión muscular y debió ser reemplazado por Mesut Özil, que empezó a darle algo más de fútbol al conjunto local sobre el final de la etapa. A los treinta y ocho llegó otro tibio avance gunner: un centro desde la izquierda para Walcott, al que el arquero Farman le contuvo su disparo sin recorrido. Finalmente el Arsenal pudo romper con la incomodidad que le representaba el trámite cuando llegó al gol justo antes del descanso. Özil recibió desde la derecha y metió el balón en el área para Aaron Ramsey, que buscó a un Olivier Giroud quien con ayuda de un rebote le dejó la pelota a Walcott para que éste -también con el beneficio de un desvío- la colocase en el segundo palo de Farman.
Arsenal sembró cierta confianza tras el gol y arrancó el complemento decidido a sellar su pase a semifinales imponiendo su jerarquía, por lo que las oportunidades de gol cayeron seguido durante los quince minutos iniciales de esa parte final. Özil buscó en largo a Giroud, que entrando al área sacó zurdazo bajo que Farman atajó con una gran estirada. En la continuación de la jugada, Walcott la metió al medio y Kieran Gibbs, de frente al arco, falló increíblemente de cabeza. A los ocho minutos del complemento llegó el tanto que encaminó la historia para los Gunners. Héctor Bellerín, en una de sus tantas proyecciones en el complemento, tomó una pelota en el área y jugó una gran pared en espacios reducidos con Alexis Sánchez para luego servirle el 2-0 a Giroud con un centro atrás que el francés empujó de derecha. Inmediatamente después casi cae el tercero: nuevo desborde de Gibbs, taco de Özil que fue rebotado y tomado por Bellerín, quien tras sacarse a un hombre de encima remató desviado. Sin embargo, la catarata de oportunidades terminó decantando en la llegada de más goles. Alexis asistió a Gibbs, que al llegar al fondo sacó un envío raso, empujado en contra de su propia valla por Luke Waterfall.
El 3-0 a favor motivó a Wenger a meter a Francis Coquelin y Lucas Pérez para descansar a algunos futbolistas, algo que no afectó en nada la actitud del local de buscar más goles. Alexis, mucho más participativo en el complemento, sacó un envío hacia atrás en dirección a un Özil que no pudo cabecear correctamente, mientras que a veinte del final los roles se invirtieron resultando en el 4-0. El chileno recibió de Özil y, tras superar una entrada a destiempo de un rival y quedar de frente al arco, colocó la pelota en el segundo palo mediante un preciso derechazo. A medida de que los goles cayeron, Arsenal fue haciendo con el partido lo que quiso. Varias jugadas que incluyeron combinaciones dentro del área pudieron haber terminado en gol, hasta que a quince del final Ramsey cerró la pinza ante un centro de Alexis y puso el 5-0 definitivo. Los Gunners pudieron haber llegado a un sexto con un tiro libre de Sánchez directo al travesaño o mediante los intentos de Walcott y Pérez, aunque la cuenta se frenó en cinco. Goleada esperable teniendo en cuenta el calibre del rival enfrentado, pero que teniendo en cuenta la crisis de los de Wenger no tenía plena certeza de materializarse. El técnico francés se esforzará ahora en pos de que su equipo, al menos como un consuelo, alcance su tercera final de FA Cup en las últimas cuatro ediciones. Mientras, él madurará la decisión sobre su futuro.
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