Se fue la primera jornada de este domingo en el “Viejo Continente” y lo que primó fue la paridad.
El Grupo E solo tuvo un triunfo y quedó en manos de Dinamarca. En el Telia Parken de Copenhague, los de Aage Hareide derrotaron a Armenia con un exiguo 1-0. Christian Eriksen a los 17 minutos anotó el único gol de un encuentro que tuvo como figura estelar al arquero armenio Arsen Beglaryan (hasta le contuvo un penal al propio Eriksen a los 72).
En Astana, Polonia le ganaba cómodamente 2-0 a Kazajistán por tantos de Bartosz Kapustka y Robert Lewandowski de penal. Pero los locales fueron por la hazaña y un doblete de Sergey Khizhnichenko desató el delirio por un empate histórico.
A segundo turno, Rumania y Montenegro se acordaron tarde y sacudieron la modorra en los últimos 5 minutos. En Cluj, recién a los 85 Adrian Popa puso el 1-0 para los locales, pero la alegría les duró apenas 2 minutos porque Stevan Jovetic puso el 1-1 definitivo a los 87.
El Grupo C además de la goleada alemana en Oslo tuvo otros 2 encuentros. En San Marino, Azerbaiján logró un lógico triunfo 1-o con gol de Ruslan Gurbanov sobre un equipo local que terminó con 10 por la expulsión de Cristian Brolli. Es la segunda victoria que obtiene Azerbaiján en calidad de visitante desde su independencia de la Unión Soviética en 1992: la anterior fue en 2009 en Liechtenstein.
Finalmente, República Checa e Irlanda del Norte repartieron bostezos en Praga y el 0-0 les quedó bien a ambos. La fiesta se vivió en las tribunas cuando los británicos entonaron “Will Grigg´s on fire”, el hit de la última Euro dedicado al goleador del Wigan. El detalle es que Grigg ni siquiera fue convocado para este compromiso.