Luego de una noche en la que el partido estaba para cualquiera, el Halcón no logró obtener el resultado que pretendía. A pesar de eso, brilló ante São Paulo, dejando un resultado igualado en cero.
Tras un primer tiempo medio opaco para el Halcón, en los minutos que iban pasando empezó a encontrar más espacio para el ataque. El partido fue un espectáculo para el que estuvo en la cancha, era un lujo ver que chicos de 20 años tengan la oportunidad en debutar en una Copa como esta, con un rival potente pero un poco desequilibrado. Por su parte, la hinchada no se quedó atrás; alentaron mujeres, niños, hombres y hasta personas mayores que se acercaron al Estadio de Lanús.
En el segundo tiempo, São Paulo -entre robos de pelotas- tuvo muy poca llegada al arco de Gabriel Arias que, vale destacar, tapó varias ocasiones de gol. Como por ejemplo, la de la dupla Bouzat-Stefanelli, que no funcionó como nos venían demostrando en partidos anteriores. Asimismo, el Halcón no ganó ni perdió, tuvo muchas chances de anotar en el arco contrario.
El São Paulo no estuvo muy estabilizado en el campo de juego, su defensa fue pobre y el arquero titular tenía una molestia en una de sus piernas, lo cual no sumó ni restó para ellos.
Defensa, siendo un equipo joven, logró demostrar su sed y ganas de obtener la victoria ante un São Paulo pobre, quien no demostró su conocida jerarquía.
Defensa deberá pensar ahora en la vuelta en Brasil pero, por cómo se perfila Beccacece, tiene sus cartas sobre la mesa y las va a saber aprovechar.
