En un choque de poco vuelo, el United se impuso 1-0 ante el City en un nuevo Clásico de Manchester y consiguió el pase a cuartos de final. Juan Mata anotó el único tanto del encuentro para el elenco de un José Mourinho que consiguió algo de alivio en una semana delicada.
En el marco de la EFL Cup se produjo el segundo Clásico de Manchester, y por ende el segundo duelo de la temporada entre José Mourinho y Pep Guardiola. Old Trafford volvería a alojar un encuentro en el que había un cierto revuelo extra por la actualidad que viven ambos equipos, en un momento no muy feliz de la temporada. Los Citizens moverían fichas al minuto de juego: Jesús Navas desbordó a Luke Shaw, sacó un centro y halló a Kelechi Iheanacho, que cabeceó por arriba del arco. El duelo tenía un trámite muy chato, en el que a los dos les costaba darle buen destino a la pelota. La primera del anfitrión iba a aparecer sobre la media hora cuando mediante un desborde por izquierda, Shaw encontró a un Zlatan Ibrahimović cuyo disparo fue bloqueado por Nicolás Otamendi. En una mala salida local, Nolito ubicó a Iheanacho, pero el nigeriano dudó a la hora de definir y fue bien cerrado por Marcos Rojo, hoy ubicado como central. Los Red Devils iban a generar una clara ocasión al inicio del complemento, con Ander Herrera y Juan Mata entreteniendo la pelota, prosiguiendo la acción para un Zlatan que encontró a Paul Pogba desprendiéndose y llegando por izquierda. Sin embargo, su zurdazo fue salvado por Wilfredo Caballero, con ayuda del poste. El conjunto de Mourinho llegaría al primer tanto unos minutos más tarde, mediante otra buena intervención de Ibrahimović. Tras un anticipo de Rojo, el sueco desacomodó a Otamendi con el cuerpo, se dirigió al área y asistió a Mata, que llegando desde atrás sometió a Caballero con un zurdazo.
Desde el tanto, los Red Devils se mostrarían más metidos en el duelo e iban a generar otra oportunidad importante. Rashford profundizó por la banda izquierda y sacó un centro que Ibrahimović no pudo conectar. La media hora restante se jugó como quiso el equipo anfitrión, que se instaló en su campo y le cedió la pelota a un rival llamativamente impotente para penetrar las líneas bien plantadas de los de Mourinho. Ni siquiera los ingresos de Raheem Sterling y el argentino Sergio Agüero ayudaron a solucionar los problemas ofensivos de los de Guardiola, que ni siquiera pudieron ejecutar un disparo entre los tres palos. En la última del encuentro, Pogba fue puesto a correr por Morgan Schneiderlin, pero Caballero salió a tiempo para cortar lo que hubiera sido una clara oportunidad para el segundo. Victoria reconfortante para un Manchester United, que con poco se repuso de la paliza recibida por liga ante Chelsea y dejó al City de Guardiola aún esperando por su primera victoria en un octubre que les ha sido completamente esquivo futbolísticamente.
Foto destacada: Goal.com