8 de Enero de 1984.
Luego de 106 días de inactividad a raiz de la brutal patada de Andoni Goicoeche que le provocó fractura del tobillo izquierdo, Diego Armando Maradona volvía a jugar. En esa jornada el Camp Nou parecía un templo celestial, dispuesto a presenciar el regreso. El rival fue el Sevilla por una nueva fecha del Campeonato Español. Lloviznaba, pero los catalanes creían que era agua bendita…
Un Diego de barba incipiente se metió en el césped a paso lento…
Trotó levemente hacía una de las áreas, soltó la pelota que aprisionaba contra el pecho y le pegó con la zurda recuperada, derecho a la red. Y la gente lo festejó como si fuera un gol de verdad… Saludó, levantó los brazos. Se sintió, al fin, querido y respetado… Fue el regreso soñado, ya que el conjunto “Blaugrana” se impuso por 3 a 1 y Diego marcó dos de los goles.
Foto: Carrasco abraza a Maradona, luego de que marcara el primero de los dos.
