Un directivo de la Federación Colombiana lo precisó en relación a la ausencia moderada de público para el tramo de competencia en Argentina y Colombia. Las autoridades principales, vaticinaban una posible concurrencia porcentual a los estadios, pero la infección viral aun no vio concretado sus estragos.
Desafiante ha sido el año que acaba de finalizar para la Confederación Sudamericana de Fútbol. El máximo directivo, Alejandro Domínguez, dio cuentas de dicha condicionalidad a la que estuvo permanentemente transgredida el evento deportivo en su expresión social y económica.
Si bien se realizan las dos competencias de clubes continentales, uno de los retos se avecina y es la Copa América. De forma particular, Argentina y Colombia compartirían sedes del acontecimiento que reúne a doce naciones.
No obstante, el crédito comercial revé dicha expectativa a futuro. La abstención de personas en las adyacencias y gradas de los distintos estadios, sintetiza una constante imprevisibilidad para los organizadores del certamen, ya que el negocio del deporte admite una perdida significante para el ente regulador con sede en Luque.
Gonzalo Belloso, propone un aforo de 30 o 40% de participación de los aficionados, cifra que no abarca las premeditaciones de un encuentro en condiciones de asistencia normal. Sin embargo, Fernando Jaramillo opino sobre la situación en la región y despertó suspicacias con respecto al comienzo del campeonato que comenzaría el 11 de junio y finalizaría el 10 de julio.
El vicepresidente de la FCF, admitió: “No está confirmado que haya Copa América. Cuando hablo de público es público, no un aforo reducido. Porque o sino los números tampoco dan para hacerla. Tenemos pendiente una decisión de la Conmebol.
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