La “Roja” se impuso desde los 12 pasos y jugará su tercera final en 3 años. Claudio Bravo fue el héroe trasandino, que dejó a los lusos hasta con las ganas de gritar un gol.
Tras igualar sin goles durante 120 minutos, Chile derrotó 3-0 en la definición por penales a Portugal y es el primer clasificado al encuentro decisivo de la Copa Confederaciones Rusia 2017.
La ciudad de Kazan se vistió de rojo porque los entrenados por Juan Antonio Pizzi continuaron con la tradición sudamericana de tener a un representante en la final como en las últimas 3 ediciones (recogió el guante de Brasil desde 2005).
Un partido intenso que mereció goles, pero las buenas intervenciones de Claudio Bravo por un lado y Rui Patricio por el otro, dejaron el marcador en silencio y las emociones para los disparos desde los 11 metros.
El campeón europeo dijo presente con un disparo desde afuera del área por parte de André Gomes, bien resuelto por Bravo. Enseguida contestó el bicampeón americano con un hermoso pase filtrado de Arturo Vidal para dejar solo a Eduardo Vargas cara a cara con Rui Patricio. Pero el guardavallas del Sporting Lisboa se quedó con el duelo con un rápido achique.
Cristiano Ronaldo estuvo generoso y desde la izquierda le metió una bola cruzada a André Silva, pero la flamante incorporación del Milán no pudo ante la colosal atajada de Claudio Bravo.
Los sudamericanos llevaron peligro con un buen anticipo ofensivo de cabeza por parte de Charles Aranguiz, tras un medido centro de Mauricio Isla. Pero el balón salió a centímetros del ángulo superior derecho. Vibrantes 45 iniciales, con demasiado vértigo y una inmerecida ausencia de goles.
En el complemento, Chile volvió a mostrar mejor decisión y tomó la iniciativa en el ataque. Vidal ensayó un atlético salto para conectar un envío de Jean Beausejour, pero el “Rey Arturo” no pudo direccionar el cabezazo y la pelota se fue hasta Avalon.
Vargas tuvo otra chance con una exquisita media vuelta, pero Rui Patricio volvió a mostrarse seguro con una buena tapada. Del otro lado, CR7 casi le dobla las manos a Bravo con un tremendo zurdazo.
El “Rey Arturo” volvió a probar de lejos, y esta vez el disparo salió apenas arriba del horizontal. Cristiano hizo lo propio con la marca de Gonzalo Jara encima, pero la pelota se elevó y se fue al tiro de esquina.
No se sacaron ventajas y tuvieron que jugar tiempo suplementario. Alexis Sánchez lo tuvo de cabeza pero la pelota viajó caprichosa al ladito del vertical derecho de Rui Patricio (sí, apenas afuera).
Sin embargo, la jugada más clara se dio en el área portuguesa y a 2 minutos de los penales. Un lejano remate de Vidal rebotó en el poste izquierdo. En el rebote, el joven Martín Rodríguez definió de primera, pero la pelota se estrelló en el travesaño. Un flipper que terminó en milagro para los campeones europeos.
Por supuesto que si no entró esa jugada, no sería otra la que rompiera el cero. Por lo tanto, el finalista debía definirse desde los 12 pasos.
La pavada denominada “Sistema ABBA”, que se probó en el pasado Mundial Sub-20 de Corea del Sur para este tipo de definiciones, por suerte se desechó para este certamen. Esto consistía en ejecutar 1 penal 1 equipo, luego 2 el otro, 2 el primer equipo … una suerte de tie-break en el tenis (lo bueno es que seguimos pensando en ABBA y “gracias por la música”).
Arrancó el “Rey Arturo”, gol de Chile. Vino Ricardo Quaresma y lo contuvo el Bravo de Claudio. Aranguiz no falló y la “Roja” 2-0 arriba. Joao Moutinho remató y el As de Espadas chileno se lució. Alexis puso la cosas 3-0 y a Portugal contra las cuerdas. Nani tampoco pudo con el magnánimo guardavallas nacido en Viluco y Chile estalló de júbilo por una nueva final.
No hay dudas que el proyecto de los trasandinos está consolidado. De aquellos juveniles de Canadá 2007 a estos hombres que tienen 2 títulos en el lomo. América está bien representada y Chile disfruta del mejor momento de su historia. Y justo en Kazan, la ciudad natal del gran León Tolstoi.
Chile está rebosante de alegría. Ya lo dijo el propio León: – “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace”. A festejar, muchachos, es su hora merecida.
(Foto: RT en Español)
