Arsenal jugó su mejor partido en el campeonato y venció 2-0 a Temperley en un duelo de suma importancia por no descender. Milo y Brunetta marcaron para el Arse, que dejó la zona de descenso para meter ahí al Gasolero y a Quilmes.
En el Viaducto se jugaba una final por la permanencia entre Arsenal, que venía en descenso y apostaba una ficha importante a este partido, y un Temperley que recién había salido de esa zona pero no podía descuidarse. Lo cierto fue que el elenco de peor andar terminó siendo el dominador casi absoluto del encuentro, generando las mejores chances para ponerse arriba ya desde la primera parte. Después de unos minutos iniciales parejos, el local tuvo sus dos primeras, casi seguidas: un mano a mano desperdiciado por Juan Sánchez Sotelo después de un error en el fondo visitante y un disparo de Federico Milo, tras un contraataque manejado por Lucas Wilchez. Temperley, sin embargo, tuvo lo suyo en la primera mitad apelando a alguna que otra pelota parada que generó zozobras. Emiliano Ozuna capturó un rechazo de Pablo Santillo y sacó un remate que pasó cerca. El Arse, sin amilanarse, volvió a hacerse cargo de la iniciativa, con lo que cayeron otra buena cantidad de oportunidades para abrir la cuenta. Una jugada entre Sergio Velázquez y Wilchez, tapada por el arquero Matías Ibáñez, un par de disparos del chico Juan Brunetta y una buena combinación entre Wilchez -el más determinante para manejar los ataques del conjunto de Sarandí- y Claudio Corvalán que Sánchez Sotelo no pudo definir fueron lo mejor de un local que, pese a merecer la ventaja, se fue al descanso 0-0.
En el segundo tiempo se disipó rápidamente la incógnita que había con respecto al rumbo del partido, ya que Arsenal siguió gobernándolo ante un sorprendentemente pasivo Gasolero. Desde la buena ubicación de Renso Pérez, el despliegue y el aporte en ataque por los costados de Velázquez y Milo, más la conducción de Wilchez y los destellos de Brunetta, se volvió a ver a los de Humberto Grondona con la batuta del juego. Pero el gol no llegaba, porque Ibáñez se interpuso nuevamente. Primero ante un disparo de Milo, luego sacando por arriba un cabezazo bombeado de Velázquez que se le metía. No obstante, el arquero visitante nada pudo hacer a los nueve del segundo tiempo: un remate pifiado de Sánchez Sotelo dentro del área le quedó a Velázquez, quien con mucha frialdad vio llegar a Milo desde atrás para que éste pusiera el 1-0 usando el interior del pie. Ahora sí, lo que había pasado en el encuentro estaba traducido en el marcador parcial y la gente en el Julio H. Grondona dio rienda suelta a sus gritos de desahogo.
Luego del 1-0 la intensidad de Arsenal mermó un poco, sobre todo con la salida de Wilchez por precaución tras sufrir una molestia. Sin embargo, Temperley no hizo nada como para siquiera acercarse a igualar el duelo. Para colmo, a Gonzalo Escobar se le fue la pierna ante Velázquez y debió ser expulsado. Fue seis minutos después de esa incidencia que llegó el tanto que decidió el partido. El ingresado Franco Fragapane fue a pelear un balón ante un defensor visitante y éste le quedó a Brunetta, que tras acomodarse sacó un derechazo bajo muy preciso e imposible de alcanzar para Ibáñez. Con el 2-0 consumado se activó la desesperación del Gasolero y sobraron los espacios para un Viaducto que pudo haber llegado a un tercero a través de un contragolpe que Sánchez Sotelo -de floja noche- definió mal o con un cabezazo de Fragapane, que insólitamente no encontró el arco tras conectar un centro de Corvalán. Fue final y victoria de muchos kilates para un Arsenal que no solamente salió de la zona de descenso, sino que se permitió a sí mismo creer en sus capacidades como equipo con esta performance en un momento tan crucial. Del otro lado está Temperley, que volvió a caer en descenso directo y deberá hacer borrón y cuenta nueva en la pelea por quedarse.
Foto destacada: AFA – Twitter Oficial (@afa)
