La vuelta del 10 a Boca sigue con problemas, ahora extrafutbolísticos. La dirigencia decidirá cómo será la firma del contrato.
Parecía estar todo cerrado para que Ricky retorne a Boca, había vuelto al país y esperaba por la firma del contrato para poder dirigirse a Paraguay a realizar la pretemporada con el resto del plantel. Pero la situación cambió el domingo a la madrugada, el jugador presenció una serie de disturbios en el boliche Capitolio I de Lanús y la noticia no tardó en llegar a Ciudad del Este y a oídos de dirigentes xeneizes.
A partir de esto, la comisión directiva decidió replantearse si realmente valía la pena pagar la suma establecida por un jugador que ya trajo innumerables problemas al club. Por esto, se incluirán algunas cláusulas al contrato del futbolista, por lo que se estableció una reunión con el representante este lunes, ahora deberá decidir el delantero si las acepta.
Por otro lado, la puesta a punto continúa en Ciudad del Este y los melli, a pesar de la preocupación por Centurión, siguen con la energía puesta en el próximo campeonato para mantener a Boca en lo más alto. La complicación en los entrenamientos apareció por el lado de Bou, quien recibió un golpe en su tobillo derecho después de chocar con Agustín Rossi en la práctica de fútbol reducido. Ahora, deberá esperar el diagnóstico para determinar si es sólo un golpe o si pasará a mayores.
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