La gloria africana es toda “Sangre & Oro” porque los tunecinos golearon a los “Diablos Rojos” y se alzaron con su tercera copa internacional. Si sortean la llave entre Al Ain y Team Wellington, jugarán con River o Boca en el Mundial de Clubes.
Esperance de Tunis superó 3-0 a Al Ahly de Egipto y revirtió el 1-3 sufrido en Alejandría, para sumar su tercera corona de la Champions League Africana. Ni el peor escenario (caer por 2 goles en la ida) ni el peso de la historia (los tunecinos jamás habían vencido a los egipcios) fueron capaces de amedrentar a un equipo mentalizado para ganar.
Es que los entrenados por Moine Chaabani sabían que el Stade Olympique de Radés iba a explotar y que un pueblo sediento de revancha los iba a acompañar para una proeza pocas veces vista.
El VAR fue la vedette en el primer capítulo: esos 2 penales concedidos a los egipcios dejaron muchas dudas y demasiada bronca. Iban 4 finales perdidas para los “Taraji” … era hora de romper el maleficio.
No hubo mucha ciencia para analizar los 45 iniciales. Los “Diablos Rojos” (hoy emularon a Denzel Washington porque fueron “El Demonio Vestido de Azul”) decidió prestarle la pelota a su rival, que tenía la obligación de torcer la historia. Tampoco fue que los locales tuvieron un dominio abrumador: tan solo empuje y coraje.
Hasta que el fútbol apareció en estado puro y en el momento indicado. Primer minuto de los 2 de adición en la etapa inicial y una excelente combinación entre Yassine Khenisi y Saad Bguir. Toque y devolución para que Bguir definiera por bajo, casi cayéndose y quebrase el cero. Se fueron al descanso y la Esperance renació para el Tunis, porque solamente un gol los separaba del premio final.
La verdadera explosión de júbilo se desató a los 54´. A esa garra y confianza plena se le sumó la tranquilidad para manejar la pelota. Los locales no se nublaron por la adrenalina que generó el primer tanto y fueron con solvencia a imponer sus condiciones. El juego se volcó a la derecha y un perfecto centro de Sameh Derbali tuvo el cabezazo goleador de Bguir. El grito de un país y el traje de héroe a medida para el delantero de 24 años.
La sapiencia de Anice Badri para manejar los tiempos fue admirable. El problema ahora lo tenía el visitante, que durante una hora ni siquiera pateó al arco. El trámite se acomodó a gusto de Esperance y el tercer tanto sería la consecuencia lógica por el oficio que mostraron los tunecinos.
El premio merecido llegó a 4 minutos del ocaso. Badri se cansó de trasladar la pelota – realmente la llevó atada el tiempo que quiso – y decidió sacar un fierrazo desde afuera del área. Nada que hacer para el arquero Mohamed El Shenawy y goleada consumada.
Merecida consagración de Esperance de Tunis por lo que mostró hoy. En el balance de los 180 minutos fue superior y Al Ahly no pudo tirarle encima la historia. Es que hoy ganó el fútbol y poco tuvieron que ver la estadística o los fantasmas del pasado. “Sangre & Oro” es el lema de un equipo que tuvo “Actitud & Fútbol”.
Tercer título continental, tras los obtenidos en 1994 y 2011, y boleto directo al Mundial de Clubes de Emiratos Árabes Unidos. Con la Esperanza de pasar la primera prueba ante el vencedor de Al Ain y Team Wellington, el foco de atención se traslada a Buenos Aires, de donde saldrá el potencial rival de los tunecinos en la última competición oficial del año. Mientras tanto, Esperance de Tunis se sienta en el trono de África y lee a Raúl Scalabrini Ortiz … es “El hombre que está solo y espera”.
Síntesis:
Esperance de Tunis (3): Ben Cherifia; Derbali, Yacoubi, Chemmam y Ben Mohamed; F. Coulibaly, Chalali, Badri, Bguir y Belaili; Khenissi. DT: Moine Chaabani.
Al Ahly (0): El Shenawy; Hany, Samir, S. Coulibaly y Ashraf; Nasr, Al Sulaya, Soliman, Addal y Mohareb; Mohsen. DT: Patrice Carteron.
Árbitro: Bamlak Weyesa (Etiopía)
(Foto Principal: Issam Chaouali TW)
