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Bucarest, el faro rumano que deslumbra con cultura y fútbol

En Europa del Este no suelen posarse los ojos de los viajeros que sueñan con conocer el Viejo Continente. Tampoco los de aquellos futboleros que día a día consumen el fútbol de las principales ligas del mundo. Sin embargo, en Rumania se encuentra una ciudad que tiene un brillo que la destaca y que, además, casi monopoliza los títulos a nivel futbolístico. Se trata de Bucarest.

La importancia que posee Bucarest para Rumania es realmente llamativa. No sólo por ser la capital y ciudad más poblada del país con casi dos millones de habitantes, sino porque además es su principal centro económico -debido, en gran parte, a la producción de su industria- y cultural.

Arco del Triunfo (Foto: Rodrigo Castro/Flickr)

Uno de los puntos más atractivos de la urbe es su variedad arquitectónica. Alguna vez denominada como la “Pequeña París del Este” debido a los arquitectos franceses que le dieron forma por pedido del rey Carlos I, Bucarest combina el refinado estilo parisino con el sobrio estilo soviético y el moderno toque del siglo XXI.

Varias son las grandes obras que pueden apreciarse en la capital rumana. Tal vez una de las más curiosas sea el Arco del Triunfo (Arcul de Triumf, en rumano). A pesar de ser similar al construido en París, nada tiene que ver con los arquitectos galos que moldearon a Bucarest, sino que fue diseñado y llevado a cabo exclusivamente por arquitectos rumanos.

El Palacio del Parlamento es otro de los emblemas de la metrópoli. Construido en la década de 1980, es el edificio administrativo de mayor tamaño en Europa y el segundo a nivel mundial (detrás de “El Pentágono” estadounidense). En total, la edificación de estilo neoclásico ocupa una superficie de 315.000 metros cuadrados. Un verdadero coloso.

Palacio del Parlamento (Foto: www.viajarabucarest.com)

Además, otros dos monumentos de perfil más bajo, aunque de gran belleza, no pueden dejar de ser vistos en la zona más popular de Rumania: el Monasterio Stavropoleos y el Ateneo Rumano. Mientras que en el primero puede apreciarse el poco difundido estilo valaco del siglo XVIII, el segundo se destaca por ser la principal sala de conciertos de la nación.

La literatura también tiene su punto de encuentro con Bucarest. Es que allí aún se encuentra Curtea Veche, la vieja corte principesca que supo ser la casa de varios príncipes rumanos, entre los cuales se destaca Vlad Tepes. Este monarca, también conocido como “Vlad el empalador”, inspiró al escritor irlandés Bram Stoker para crear al vampiro más conocido: el conde Drácula.

Pero el monopolio bucarestino en Rumania no sólo es económico y cultural, sino que también lo es a nivel futbolístico. En total, de los 98 campeonatos de Primera División organizados, 61 fueron ganados por equipos de la capital. Es decir, casi el 63% de todos los certámenes disputados.

Monasterio Stavropoleos (Foto: www.rutacultural.com)

Los campeones de la ciudad en total fueron nueve, pero tres de ellos sobresalen del resto y lideran la clasificación histórica de la liga: Steaua, Dinamo y Rapid. Los primeros dos son considerados los más grandes de Rumania y disputan el clásico más importante del país, donde Dinamo posee una leve ventaja de dos encuentros.

Steaua, que históricamente fue el equipo del ejército, es el club rumano más exitoso. No sólo por ser el que más títulos nacionales ha conquistado (tanto de liga como de copa), sino que es el único del país que logró coronarse en una copa internacional. La consagración en la Liga de Campeones de 1985-1986 ante Barcelona (que le dio la posibilidad de disputar la Copa Intercontinental que finalmente perdió ante River) además lo grabó en la historia como el primer equipo de Europa del Este en alcanzar tamaña conquista.

El estadio más importante de Bucarest es el Arena Nacional, que con capacidad para más de 55.000 espectadores fue inaugurado en 2011, en reemplazo del histórico Estadio Nacional “Lia Manoliu”. Allí disputa sus encuentros la Selección de Rumania, quien junto a su par de Argentina jugó el primer partido oficial en dicho recinto.

Estadio Arena Nacional (Foto: www.webphoto.ro)

De todas formas, el Arena Nacional no es el único estadio de la ciudad. Entre los más destacados se encuentran el Ghencea (perteneciente a Steaua), el Dinamo (perteneciente al club homónimo) y el Giulesti (propiedad del Ministerio de Transportes de Rumania, donde Rapid hace las veces de local).

Una vez más, se tiene una muestra de lo importante del fútbol. En Rumania, y más precisamente en Bucarest, la pasión por el deporte de la redonda se encuentra ligada a la política de manera evidente. Pero, claro está, no es lo único capaz de despertar emociones. Más allá de eso, hay una mítica ciudad que ofrece un sinfín de atracciones imperdibles.

Imagen destacada: www.viajarabucarest.com

Martín Bugliavaz

Periodista. Me gusta contar historias.
Llegué al Rincón con el objetivo de comunicar con responsabilidad y también para aportar una mirada diferente del fútbol, con la cultura como pilar fundamental.

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1 Comentario

  1. Darío Altobelli dice:

    Hermosa nota

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