Los “Socceroos” necesitaron de la prórroga para quebrantar el espíritu de la “Águilas de Damasco”. Tim Cahill se calzó el traje de héroe y su seleccionado ahora mira hacia la Concacaf.
En Sydney, Australia venció 2-1 a Siria en tiempo extra y completó un marcador agregado de 3-2, para ganarse el derecho a disputar la repesca intercontinental frente al cuarto clasificado de la Concacaf (hoy sería Panamá).
El empate en la ida con gol de visitante incluido no resultó una ventaja decisiva para los océanicos, que se vieron sorprendidos por el corazón y las ganas que mostró el país de Oriente Medio. Es que la guerra y el sufrimiento que azota a una nación hizo que el seleccionado sirio jugase todos los partidos de la fase de clasificación fuera de casa. Y esto no impidió que llegase más lejos de lo que indica su historia.
Los árabes golpearon en apenas 6 minutos de juego. Un rápido contraataque comandado por Tamer Haj Mohamad, quien soltó justo la pelota hacia la izquierda para Omar Al Somah. El delantero del Al Ahli de Arabia Saudita se metió en el área australiana y sacó un zurdazo alto que dejó sin recursos al arquero Matthew Ryan.
Por los locales no sintieron el impacto y nivelaron el tanteador 7 minutos más tarde. Un buen centro con rosca desde la derecha por parte de Matthew Leckie para que el veterano de mil batallas Tim Cahill dijese que sí con la cabeza y dejase las cosas como al principio.
La euforia se vio en el principio del encuentro. Pero a medida que avanzaba el reloj, los nervios se apoderaron de ambos equipos y el partido ingresó en la zona en la que ninguno de los 2 se animó a nada. El resultado no se modificó y debieron jugar el suplementario.
En este tipo de contiendas decisivas, un error o una genialidad suelen hacer la diferencia. Primó la equivocación, porque los sirios se quedaron con uno menos a los 4 minutos de la prórroga. Mahmoud Al Mawas recibió su segunda tarjeta amarilla y el panorama se complicó para los árabes.
Los “Socceroos” recién a los 109´ consiguieron ese preciado gol que evitaba los penales. Nuevamente de cabeza y gracias a la experiencia de Cahill. Esta vez el desborde vino desde la izquierda y el centro fue cortesía de Robbie Kruse. El bueno de Tim le ganó a su marcador Zahir Midani con un atlético salto y metió un cabezazo bombeado que no pudo ser conjurado por el guardavallas Ibrahim Alma. Gol número 50 para esta verdadera leyenda de 37 años, que vive su segunda juventud mientras conserva el récord de máximo artillero australiano.
Será Panamá u Honduras (poco probable que aparezca Estados Unidos en el libreto), el último obstáculo para la quinta Copa del Mundo de Australia. Nunca ha sido sencillo el repechaje para los oceánicos, ni siquiera desde que formaban parte de su zona continental original: 1 sola clasificación (frente a Uruguay en 2006) y 3 derrotas (ante Argentina en 1994, Irán en 1998 y Uruguay en 2002).
(Foto: FIFA.com)