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#Arqueros: Las manos santas del Patón

Francisco Guillén se ganó un lugar en el corazón de los hinchas de San Martín de Tucumán por sus grandes atajadas en partidos importantes.

Ser arquero es uno de los puestos más difíciles en el fútbol, donde en un minuto podes pasar de héroe a villano. Guillén, en casi todos sus partidos fue un pilar fundamental en el Santo tucumano.

El Patón, con 15 años de edad, llegó a la institución de Bolívar y Pellegrini en 1975. Dirigentes del club habían viajado hacia el interior de la provincia en búsqueda de nuevos talentos. Su actuación defendiendo el arco de La Providencia llamó mucho su atención y no dudaron en llevarlo al elenco Rojiblanco.

El Patón con mucho esfuerzo se ganó su lugar en el arco del Santo.

Con tan solo 17 años debutó en la Primera de San Martín ante Jorge Newbery, por las instancias finales de la Liga Tucumana.

El Santo tucumano, además del torneo liguista, también jugaba en los torneos Nacionales de Primera División, y Guillén formaba parte del plantel. Su debut como titular fue en el Nacional de 1985, donde el Ciruja quedó eliminado en Cuartos de Final ante el Argentinos de José ‘Pepe‘ Yudica.

San Martín hizo su mejor campaña en aquel Nacional de 1985.

En el primer ascenso de San Martín en 1988 integró la plantilla, pero fue suplente. En el segundo, en 1992, tuvo una actuación destacada, siendo uno de los pilares fundamentales de ese equipo.

En el reducido por el segundo ascenso, el Santo se topó con su clásico rival. Por haber terminado en una mejor posición que el Decano, solo le bastaba con empatar para pasar de ronda. En la ida, jugada en el Monumental José Fierro igualaron 1 a 1. La revancha, en La Ciudadela, finalizó 0 a 0. Pero, en esos últimos 90 minutos, Atlético Tucumán tuvo a su favor un penal que pudo haber cambiado la historia. El Patón le contuvo el remate de Domingo Cáceres.

Una atajada que fue gritada como un gol.

Luego de sortear a Nueva Chicago en la semifinal, en la final tuvo que medirse contra Almirante Brown. El Ciruja ganó la ida en Tucumán por la mínima. En Isidro Casanova, la Fragata ganaba 1 a 0 y Guillén volvió a vestirse de figura tapando todo lo que le tiraban, sino iba a terminar en goleada. Carlos Scimé, con un gol olímpico le permitió a San Martín quedarse con el otro boleto a Primera División.

Scimé se habrá llevado los flashes por haber convertido el gol en aquella final, pero las atajadas de Guillén fueron claves.

Ya en la máxima categoría, Ángel Zof lo ratificó como arquero titular en el Apertura 1992. Por sus buenas actuaciones en aquel certamen la revista El Gráfico lo condecoró como el mejor arquero de ese torneo. En el Clausura 1993, el equipo tucumano entró en una profunda crisis futbolística y terminó perdiendo la categoría.

El Patón tuvo un gran Apertura 92 que le valió el reconocimiento de la famosa revista.

Luego de un paso fugaz por Deportivo Morón, el Patón colgó los guantes. Hoy se encuentra en Palpalá, provincia de Jujuy, trabajando en una farmacia. Cuando puede, se da una escapada hacia Tucumán para presenciar los partidos de su amado San Martín.

Fotos: Diario La Gaceta, Fútbol Retro Argentino, El Tucumano y Santo de la Ciudadela.

Ezequiel Barraza

Apasionado de los deportes, en especial fútbol, básquet y natación. Licenciado en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Tucumán. Corresponsal de San Martín de Tucumán para Revista Ascenso. Para Tucumán Fútbol también cubro al Santo tucumano y además los torneos Federales A, B y C, y la liga tucumana de fútbol.
Desde El Rincón del Fútbol se contactaron conmigo por medio de Twitter y colaboro con la información de San Martín de Tucumán y del Federal A y B.
Mi objetivo para el RDF es aportar mi granito de arena para que la página crezca y sea la que brinde la información más completa del fútbol local e internacional.

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