Son pocos lo porteros que logran brillar en la mayoría de los clubes, por suerte en la historia de Racing apareció Agustín Mario Cejas y pudo contar con un gran arquero para lograr las primeras copas internacionales.
La cantera de la “Academia” en pocas ocaciones dio arqueros que lograron triunfar en primera, pero la historia quedó marcada con la aparición de Agustín Cejas, que comenzó sus pasos bajos los tres palos de Racing en 1962.
Cuando tuvo sus primeras oportunidades mostró buenas cualidades para defender uno de los arcos más importantes del fútbol argentino, lo que venía demostrando en las inferiores le dio la oportunidad que con tan solo 17 años tuviera su bautismo de fuego. Por supuesto que la aparición de Cejas se dio en una época en la cual los arqueros empezaron a brillar, había varios nombres importantes como el de Amadeo Carrizo, Antonio Roma, Pepe Santoro, Miguel Ángel Sánchez y Agustín Irusta. Pero la contextura física, su habilidad para volar, su elasticidad y su carácter fueron fundamentales para que con tan corta edad supiera manejar los encuentro.
Desde su debut supo que debía luchar por hacerse de la titularidad, durante alguno años alternó partidos con Juan Carrizo. Pero a pesar de no afianzarse como titular del arco de Racing, tuvo su chance en la Selección con la cual fue a competir en el Preolimpico de Lima en 1964. Con los colores de Argentina demostró de lo que era capaz, en los 5 enfrentamientos que estuvo presente solo recibió un gol, el cual solo se dio mediante un penal concedido a Uruguay. Esto más la cuota goleadora del equipos, le permitió al seleccionado poder ir a los Juego Olímpicos de Tokio. Algo que marcó mucho a la historia de Cejas fue lo sucedido en el último encuentro contra Perú, el cual se tuvo que suspender por los incidente que hubo en las tribunas y la cual terminó con el fallecimiento de 300 personas. “Estuvimos colmo cuatro horas encerrados en un baño con los uruguayos que habían ido a ver el partido. Cuando llegó la primera noticia de que había 10 muertos nos pareció he revendo. Cuando la cifra empezó a ser mayor no lo podíamos creer”, declaró en ese momento el arquerito de 19 años.
Por supuesto que su gran actuación con la selección le dio el lugar para estar presente en los juegos Olímpicos, pero en esta competencia el equipo no respondió y en un grupo que parecía accesible (Japón y Ghana), quedó eliminado luego de empatar y perder.
Su paso por la selección no fue del todo alegre, ya que en las eliminatorias para el mundial de México 1970 la actuación del seleccionado no fue para nada bueno y en de los 4 encuentros que disputó, solo pudo festejar. Por supuesto que esto fue un golpe duro para todos los jugadores que participaron de esta competencia y él lo hizo saber, “No habernos clasificados para el mundial de México fue, sin dudas, mi mayor frustración en el fútbol. Tenía esa gran ilusión desde el momento en que me convocaron para ser el arquero en un puesto donde había grandísimos colegas: Andrada, Buttice, Gatti, Marín, Poletti… fue un honor defender a la Argentina”.
Pero a pesar de esto a nivel club la cosa fue totalmente distinta, por supuesto que su llegada a la selección se dio por sus buenas actuaciones en Racing. Con tan solo 21 años logró obtener su primer título con la “Academia“, él se acuerda con claridad lo hecho durante esa temporada en la cual apenas recibió 24 goles en 38 encuentros y con su seguridad en el arco todo se hizo más fácil para el campeonato obtenido de 1966.
Pensó que esta sería la alegría más importante de su carrera, pero no fue así. El campeonato que obtuvo le permitió acceder a la Copa Libertadores de 1967, competencia en la cual “El Equipo de José” tenía como objetivo ganar. Por supuesto que el torneo más importante del continente lo enfrentó a rivales importantes, pero sobre todo en la final en la cual se cruzó con Nacional de Uruguay. Uno de los puntos altos del equipos fue el arco, las estadísticas demostraron que Racing fue junto a Cruzeiro uno de los equipos que menos goles sufrió y esto se debía tanto a la defensa como al gran arquero que tenía.
Por supuesto que con la coronación como el más grande de América se ganó el derecho a jugar la Copa Intercontinental y luchar por ser el más grande del mundo. Enfrente lo tenía al Celtic de Escocia, equipo que en el partido de ida logró imponerse por 1 a 0 y al cual después lograron vencer por 2 a 1 en Avellaneda. Esto hizo que Montevideo sea el escenario del partido decisivo, en este encuentro Cejas cerró el arco y con el tanto marcado por Cárdenas la gloria se volcó para la “Academia“.
Por supuesto que con tan corta edad llamó la atención de uno de los grandes del continente, el Santos de Pelé se hizo de los servicios de Cejas y se aseguró un gran refuerzo para su arco. Con el “Peixe” logró obtener el Campeonato Paulista de 1973, luego de andar por Brasil volvió a la Argentina pero para vestir los colores de Huracán. No tuvo la misma suerte que en los equipos anteriores, por eso probó suerte nuevamente en el brasileirao, pero jugando para Gremio. Como veía que su carrera poco a poco llegaba a su fin, con 32 años decidió regresar al club que más alegrías le dio y los hinchas de Racing estaban más que contentos con su retorno. Durante los 3 años que estuvo en la “Academia“, siempre fue un factor importante en un equipo que era participe en la lucha por el título, pero nunca pudo gritar campeón. Su última escala fue River, ahí solo estuvo una temporada, 1981, con la cual le fue suficiente para poder sumar una estrella más a su glorioso carrera.
Como era de esperarse un personaje tan importante en la historia de Racing, era homenajeada en todo momento y más aún cuando se cumplía un aniversario de la consagración de la Copa Intercontinental de 1967. Cada hincha de la “Academia” seguía cada paso que daba el arquero más importante de todos los tiempos y por esto cuando su corazón dijo basta un dolor grande llenó al alma del mundo Racing. Por lo que representó y por los logros que obtuvo con los colores del conjunto de Avellaneda, todo le rinden un homenaje cada 14 de agosto.
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